Columnas

Guarderías, pureza de contratos.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

Guarderías, pureza de contratos.

Los recursos para las guarderías una necesidad social, de no entenderse así, habría que pensar en la existencia de idiomas diferentes entre administradores del país y los ciudadanos.

Desde que las mujeres se incorporaron al mercado laboral, implicó que dejaran de hacer muchas actividades en el hogar, incluido el asunto de cuidar a los niños en los primeros cinco años de vida.

Fue en este momento que las guarderías se convirtieron en la alternativa que la nueva sociedad laborar requería y, como una gran parte de ellas eran privadas, el reclamo de las madres de familia, se canalizó a través de dependencias que no tenían nada que ver con el sistema educativo, ya que, en este, el compromiso establecido en el Artículo Tercero Constitucional es a partir del pre-escolar.

SEDESOL, como responsable de la operación de programas sociales, fue la encargada de entrar a quite para atender la demanda espacios para los niños que no pueden quedarse en hogares cuando sus padres se van a trabajar para tener ingresos que les permitan mejorar su calidad de vida.

El asunto es que, debido a la inclusión de las madres de familia en los mercados laborales, el servicio de guarderías comunitarias que se prestó a través de la SEDESOL, debió de considerarse a la hora de la asignación de los presupuestos, los cuales, la administración actual del país, ya no fluyeron y tratan de echar a andar otro esquema que, dicho sea de paso, como quiera usará recursos públicos, según esto, la parte del presupuesto que se destinaba a las guarderías, será entregado a las madres de familia, para que paguen los servicios de cuidadores infantiles, quienes, hasta podrían ser los abuelos, por aquello de que no tienen mucho que hacer.

El objetivo del programa de guardería fue bien concreto, contribuir a dotar de esquemas de seguridad social que protejan el bienestar socioeconómico de las familias de trabajadores que carecen de respaldo institucional, es decir, que no tenían IMSS, ISSSTE o sus similares de alcance estatal y municipal.

La población objetivo no era la captación de niños para su cuidado en las guarderías, más bien, apoyar a las madres trabajadoras.

Así mismo, padres solos y tutores que trabajan, buscan empleo o estudian, cuyo ingreso per cápita estimado por hogar no rebasa la Línea Base y declaran que no tienen acceso a servicios de cuidado y atención infantil a través de instituciones públicas de seguridad social.

También deberían estar bajo su cuidado, al menos a una niña o niño de entre un año y hasta un día antes de cumplir los cuatro años y de uno a seis años, sí tenían alguna discapacidad.

Obvio, las necesidades de presupuesto crecieron a pasos agigantados, situación que llevó a la actual administración a revisar el esquema y tomar decisiones que infinidad de mexicanos no comparten, porque al cancelarse los recursos económicos, se asienta un duro golpe a la economía de las familias y lo peor, es que, ahora las madres y padres de familia, desviarán su atención de las actividades laborales, para atender las de tipo familias que estaban resueltas con la operación de las guarderías de SEDESOL.

Respecto a los números, del 2013 al 2018, el número de beneficiarios creció de 272 mil 269 a 290 mil 950 madres y padres trabajadores y en ese mismo lapso el presupuesto asignado fue de tres mil 547 millones 588 mil 370 pesos a tres mil 925 millones 587 mil 176, cuyo pico más alto fue en el 2016 y cerró en el 2018 con tres mil 672 millones 710 mil pesos.

El tema es demasiado polémico y existe la posibilidad de que se eche para atrás como ha sucedido ya con algunas ideas que el Gobierno Federal no calculó bien y a las cuales debemos de agregar el seguro popular, ya que, corrió la versión de que se mantendrá, porque se trata de una estructura que ha mejorado los indicadores de salud en la población, pero, sobre todo que apoya a las unidades médicas del sector público a mejorar su infraestructura y por tanto a elevar la calidad de la atención.

Si las guarderías son una necesidad social, quizá mejor que la cancelación de su presupuesto, deben de revisarse las reglas de operación y poner atención a la pureza de los contratos con las instituciones que atienden a niños de madres y padres trabajadores.

Los otros.

Cono reguera de pólvora corrió la versión de que habrá nuevo secretario de Educación en Tamaulipas, porque el que despacha desde que inició la actual administración estatal, Héctor Escobar Salazar, se cambia de bando.

Deja el Poder Ejecutivo para incursionar en el Legislativo, mediante una candidatura de su partido, el PAN, por uno de los Distritos de Matamoros y en el entendido de que, podrá aportar mucho al nivel de creación de leyes y sus discusiones, con la finalidad de mejorar la calidad de la educación, que es, uno de los puntos básico establecidos en el Plan Estatal de Desarrollo.

Se habló que el mejor posicionado para quedarse, mínimo como encargado del despacho de esa dependencia, sería Mario Leal Rodríguez, quien clama por una posición de ese tamaño, porque según tiene más méritos que muchos del mismo PAN, porque mandó a volar al PRI.

También pude dejar su cargo otra vez para ir a la política, el Secretario de Bienestar Social, Gerardo Peña Flores, quien fuera mencionado el año pasado como una de las cartas fuertes de la administración estatal para una posición en la Legislatura Federal.

Al final, se quedó fuera, porque buscaba más la candidatura de senador que la de diputado federal, pero, se quedó en la dirigencia del PAN de Tamaulipas para encargase tanto de la secretaria General como de la coordinación de las campañas de los candidatos.

En caso de postularse, uno de los Distritos de Reynosa espera por él, para que, una vez que gane en las urnas se quede con la titularidad de la Junta de Coordinación Política en la que despacha ahora, el diputado nuevoladerense, Glafiro Salinas Mendiola.

En Nuevo Laredo hay nueva presidenta del comité municipal del PRI, se trata de la exalcaldesa y exdelegada de DICONSA en la entidad, Mónica García Velázquez, quien es además esposa del exdirigente del PRI y exdiputado Ramiro Ramos Salinas.

Hizo el compromiso ante Yahleel Abdalá Carmona, presidente del comité estatal de ese partido, de echar a andar la estructura para recuperar los espacios que se han pedido en el Congreso del Estado. La nueva dirigente sustituye en el cargo a Carlos Reséndiz, quien renunció.