Columnas

INDUSTRIALES AUTOMORICES, ENEMIGOS DEL PUEBLO MEXICANO…!

T E C L A Z O S

Por Guadalupe E. González

INDUSTRIALES AUTOMORICES, ENEMIGOS DEL PUEBLO MEXICANO…!

SI EL GOBIERNO de la República obrara con conciencia y analizara la enorme necesidad que tiene la gente, respecto a contar con un auto extranjero usado y a bajo costo, se pronunciara por servir a los obreros, campesinos y trabajadores en general, pero lamentablemente, para la Federación, ha sido más importante atender los intereses de los empresarios de la Industria Nacional Automotriz, los que “voz en cuello”, desde hace ya más de un lustro (cinco años), exigieron al gobierno,  el freno rotundo a la importación de los autos procedentes de otros países, cuya cuestión desde entonces, ha venido afectando de manera preponderante o terrible a las familias que menos tienen.

PARA ELLO, hay que recordar que tras la petición de los Industriales automotrices para frenar la importación de autos gringos, el Gobierno Federal de inmediato y de manera inmisericorde, obró por incrementar el costo de la regularización y nacionalización de tales vehículos motores, detalle que originó, como hasta hoy en día, perjuicio directo a las familias del sector popular, las que a base de esfuerzo, adquirían autos a costos económicos, pero la desgracia, se generó, gracias a que el gobierno mexicano, prefirió privilegiar a los empresarios distribuidores de autos nacionales, a cuyos automóviles, por obviedad, los obreros y las familias del campo, no tienen opción a la compra de los carros mexicanos, por lo caro de los mismos y también por no contar con el acceso a los créditos bancarios.

ESTE PROBLEMA, al que hago referencia no es nuevo, ni es estar descubriendo “el hilo negro”, porque  ya tiene años afectando a la clase trabajadora y eso, todo mundo en México lo sabe, pero lo que lacera y lastima a la sociedad nacional, es que el Gobierno de la República, en lugar de entender, razonar y por supuesto comprender el daño que, le han hecho a la gente de la clase media, siguen manteniendo y apoyando de manera irremediable, la nefasta postura que en nada ha favorecido a los integrantes de la Industria automotriz, porque “las ventas en las agencias de vehículos nacionales, se han desplomado de manera considerable”, cuya cuestión es la prueba fehaciente de que, “el freno a la fronterización y nacionalización de autos extranjeros”, en nada ha favorecido a “los empresarios amigos del sistema y enemigos de la gente de bajos recursos económicos”.

EN CONSECUENCIA, hoy el pueblo de México, sigue sin ser favorecido por la Federación, respecto a que resurja la importación de vehículos extranjeros con precios al alcance de las familias, debido a la falta de conciencia y voluntad del sistema, porque es más fuerte el interés económico que los mueve para apoyar a  los poderosos empresarios que, ayudar a la gente pobre de todo el país, la que para ir a sus fuente de trabajo, tiene que hacerlo a pie, en bicicleta o bien “en la pesera” que es el tradicional sistema de transporte público.

Y LO PEOR de este tan sonado caso “de la importación de autos gringos, europeos, japoneses, alemanes o de cualquier parte del mundo”, es que no hay hasta el momento, la más mínima esperanza de que se abra al público al regularización o nacionalización de tales vehículos motorizados, porque repito y reitero que, para el gobierno mexicano, es más importante ayudar a los influyentes empresarios millonarios que, a la clase obrera y campesina.

POR CONSIGUIENTE, les diré que lo inconcebible e imperdonable de este lacerante tema, es que, los conceptos “del amiguismo, el compadrazgo y el cuatachismo”, siguen predominando de manera preponderante, olvidándose el mandatario mexicano ENRIQUE PEÑA NEITO de apoyar a las familias que requieren de un auto usado y legal, para usarlo en las necedades de trabajo y de sus hogares, porque debe recordarse que, “el automóvil ya no es un lujo, sino una necesidad”, pero tal parece que eso, al gobierno de la República, “le es ambiguo, ecuánime e indiferente”.

POR LO ANTERIOR, les comento que, hacer un auto fronterizo cuesta entre los 12 y 15 mil pesos, mientras que nacionalizarlo, tiene un valor de 20, 30 y hasta 40 mil pesos, costos inalcanzables para los obreros, campesinos y para familias de las colonias proletarias, generándose además el problema que, todo aquel trabajador que tenga un vehículo extranjero ilegal en territorio nacional, “corre el riesgo de que la aduana o el SAT, se los decomise”, motivo por el cual entre las familias, por esta causa, hay muy marcado temor y zozobra, pero eso al sistema gubernamental, poco o nada le importa.

Y SI EN EL Estado o el país hay organismos como la Unión Campesina Democrática UCD y la ONAPAFA que operan protegiendo las unidades automotrices americanas, el gobierno entonces, debería analizar de manera profunda el caso de la fronterización y nacionalización de vehículos, en cuyo tema, se confía intervengan los Diputados Federales de todo México, para que obren por ayudar a los campesinos, obreros y a los jefes de hogar en México y Tamaulipas y se logre el reclamo de precios justos para la legalización de los autos Americanos.

Por hoy es todo y hasta mañana.

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