Columnas

La corrupción hasta en el fondo del mar

David Ed Castellanos Terán

@dect1608

La corrupción hasta en el fondo del mar

El contratismo corruptor entre amigos y socios que se dio en tiempos de Emilio Lozoya al frente de Petróleos Mexicanos, ese que empañó el proyecto de poner a México en Movimiento del presidente Enrique Peña Nieto, sigue dando de que hablar por sus atrocidades contra el medio ambiente y atentados contra los pobladores a donde llegan las empresas Ienova y TransCanada.

El ex presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, canceló a TransCanada la fabricación del oleoducto llamado Keystone XL por no garantizar la sustentabilidad del medio ambiente; está transnacional tiene problemas en todas las localidades de México a donde llega, sin embargo opera bajo la impunidad de los millonarios contratos ya otorgados.

IEnova, es otra compañía bañada de corrupción, principalmente por su presidente y director Carlos Ruíz Sacristán, a quien se le vinculó con el ex director de Pemex Emilio Lozoya Austin por recibir «propinas» en millones de dólares por Odebrecht quién alcanzó uno de los proyectos energéticos más lucrativos en México cuando Lozoya ocupó el cargo en la paraestatal.

Lozoya ex de Petróleos Mexicanos; Carlos Ruíz Sacristán, de Ienova y Russell Girling, Presidente y Director Ejecutivo de TransCanada tienen mucho en común. Además de millones de dólares en sus cuentas bancarias, la frivolidad de accionar proyectos energéticos devastando el medio ambiente y afectando a las comunidades donde aterrizan sus empresas.

IEnova y TransCanada se fusionaron para crear el firma Infraestructura Marina del Golfo (IMG), que obtuvo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) un contrato a 25 años por 2 mil 100 millones de dólares para el servicio de transportación de unos 2 mil 600 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, convenio que comenzó a tener efecto desde hace cinco meses con la instalación submarina del gasoducto Sur de Texas-Tuxpam, del cual se desconocen los riesgos y afectaciones que podría generar en el ecosistema marítimo del Golfo de México y poniendo en riesgo la fuente laboral de unos 10 mil pescadores de Tamaulipas, entidad por donde pasará el ducto de unas 42 pulgadas de diámetro con longitud estimada de 800 kilómetros entre Estados Unidos y el Puerto de Tuxpan en Veracruz, México; dicha tubería podría alcanzar entre 20 y 50 grados centígrados, temperatura que prácticamente  ninguna especie marina es capaz de tolerar, por lo que automáticamente representaría la primera afectación y está sin duda impactará entre otras especies en la tortuga Lora que está en peligro de extinción y que viene cada año a las playas de Tamaulipas para desovar y dar vida fácilmente a un millón de pequeñas e indefensas tortuguitas; pero si volteamos a ver al sector pesquero de la entidad, estos también serán víctimas del aplastante accionar de Ienova y TransCanada.

El anzuelo del consorcio Infraestructura Marina del Golfo, es tan grande, pero tan grande que Felipe Guillermo Chapa Aguirre, de SAGARPA; Mario Aguilar Sanchez de CONAPESCA y Raúl Ruíz, Secretario de Pesca en el estado de Tamaulipas, no hacen un solo comentario sobre el gasoducto y sus posibles afectaciones, tampoco han sido portavoces de los pescadores y mucho menos de la sociedad civil y los riegos que pudieran venirse en un futuro con la instalación de este gasoducto ¿Los alcaldes tamaulipecos? Espéreme que estamos hablando serio.

El silencio por parte de los tres niveles de gobierno es inmenso que alcanzó al Poder Judicial de la Federación, quien a través de sus jueces se ha visto lento e incompetente para emitir un fallo sobre las tres solicitudes de amparo que han interpuesto en menos de tres meses diversos grupos de pecadores tamaulipecos.

Indudablemente que a Emilio Lozoya se le pasó la mano atentando contra el medio ambiente y los tamaulipecos quienes ahora también deben preocuparse de la postura que dictarán Carlos Ruíz Sacristán, de Ienova y Russell Girling, Presidente y Director Ejecutivo de TransCanada para ver si acceden a informar detalladamente sobre todos los intereses que tiene el sector pesquero de Tamaulipas, las posibles afectaciones del gasoducto y los riesgos que correrá la población en caso de algún siniestro porque por más que digan que el tubito ese se va a poner unos 100 metros de profundidad siempre es bueno saber y conocer los riesgos pero sobre todo, como va a ir alterando la vida en la mar.

davidcastellanost@hotmail.com