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La historia del quinismo contada por Blim

PRESENCIA               

ANA LUISA GARCÍA    

La historia del quinismo contada por Blim

Una serie que incitará el anti-priismo galopante

El diputado Joaco tendrá que aguantar vara

La producción de una serie que se trasmitirá por Blim en torno al poderío de Joaquín Hernández Galicia encenderá incentivará el antipriismo galopante, porque no puede contarse la historia del sempiterno líder petrolero sin poner al descubierto los pactos entre los presidentes de esta nación y el cacique, los contratos de obras asignado al STPRM, las cuotas en el Congreso de la Unión, hasta cinco diputaciones federales en una misma legislatura y amén de las senadurías y su complicidad al encubrir varios crímenes relacionados con el personaje en cuestión.

Los excesos de poder de la Quina solapados por el Gobierno de la República son inconmensurables. En la sombra están eventos como la muerte del Güero Heriberto Kehoe Vicent (1977) y la de Oscar Torres Pancardo en los años 80´s, que nunca pudieron explicarse.

La prensa de la época consigna que se atribuyó a Hernández Galicia la autoría intelectual de ambos acontecimientos, que desde luego nunca fue probada, aunque si muy cuestionada.

Hernández Galicia designaba a los candidatos a alcaldes de Cd. Madero, desde luego diputados locales y federales, también a los legisladores de Reynosa y Tampico. En los últimos años también logró imponer su voluntad en la definición de candidatos del PRI a la Presidencia Municipal de Tampico y Altamira. En la antesala del Quinazo no pudo hacer alcaldesa de Reynosa a la estimable dama, Tinita Icaza, como tampoco logró la candidatura a gobernador del Meme Garza González, las cartas ya estaban echadas a favor de Américo Villarreal Guerra a un año 11 meses de estar en el poder sobrevendría la detención de JHG.

La serie aludida le pegará inevitablemente a su hijo Joaquín Hernández Correa, diputado por el Distrito XX local por el partido Acción Nacional, quien desde ahora se opone a esa producción televisiva, que desde luego con o sin autorización de la familia se llevará a cabo. Porque se trata de una parte de la historia de los movimientos sociales de nuestro país, asimismo relatará parte de la historia de nuestra industria petrolera y de una figura pública. Hay un derecho a la verdad que no puede soslayarse por un interés personal.

En el sur de Tamaulipas hay un testimonio del aplastante poder del otrora  líder petrolero. Es un edificio en ruinas en la calle Venustiano Carranza (antes Carpintero) a unos cuantos metros de la Av. Hidalgo, en esas paredes de mármol de Carrara alguna vez se alojó el periódico El Heraldo de Tampico y fue cerrado (en junio de 1982) mediante un movimiento de huelga ilegal y financiado por la Quina.

Reproducir información de Excélsior en las páginas de El Heraldo fue suficiente motivo para cerrar esa fuente de trabajo de 130 plazas. Nunca pudo abrirse la empresa editorial porque ganando varios movimientos de huelga, le volvían a emplazar. En este caso fuimos protagonistas de esa historia por eso podemos dar constancia de que hubo apoyo desde Los Pinos con José López Portillo y llegó Miguel de la Madrid y fue lo mismo.

El capítulo inscrito por Carlos Salinas de Gortari conocido como “El Quinazo” (10 de enero de 1989) es la estocada que dio fin al poder de Hernández Galicia y lo mandó a una celda a purgar una condena por delitos que le fueron sembrados.

A don Joaquín le salió barata la sentencia, tenía méritos suficientes para haber purgado una condena mayor por actos que le fueron solapados por el Gobierno de la República, el mismo poder que lo fortaleció y lo encubrió, un día lo desmoronó y lo inculpó de actos que no cometió.

Es un tema de actualidad porque tiene que ver con el desenlace que hoy protagonizamos todos los mexicanos. Veremos hasta donde la producción es capaz de llegar y correr el velo que siempre ha ocultado la verdadera cara del poder de ese sindicato y la relación de complicidad que hasta la fecha prevale con los actores del momento.

Si es honesta la narrativa tendrá que informar hasta donde pueda, sobre la riqueza del sindicato, nunca supimos cuánto fue lo que incautó el gobierno en propiedades durante “El Quinazo”. Para que tenga Usted idea, por esos días de enero de 1989 los comentarios en la ciudad fue que ese mismo 10 de enero la señora esposa de Joaquín Hernández Galicia realizó retiros en todos los bancos donde tenía cuentas el susodicho, esa “morralla” en conjunto sumó poco más de 100 millones de pesos, era algo así como la caja chica, las moronitas del enorme pastel del Sindicato Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).

2.- En otro tema, más allá del procedimiento administrativo que dentro del marco legal pueda aplicarse a un servidor público, Roberto Salinas Salinas, Subsecretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, debe pagar hasta la última consecuencia este capítulo. En política hay errores que forzosamente tienen una sanción. Los daños no están en la destrucción del vehículo oficial que conducía y con el que provocó tres choques, el primero con un particular, el segundo con una unidad oficial del municipio y finalmente contra una palmera que también es un daño al patrimonio público. El verdadero perjuicio lo hizo a la institución que representa y ese deshonor sólo se puede lavar con el cese.

No es lo mismo un accidente vial en condiciones físicas normales, que a deshoras, utilizando un vehículo oficial para trasladarse de alguna fiesta de la que venía en estado inconveniente. Lo menos que puede esperarse del señor Salinas es que por decoro él mismo renuncie, ni siquiera le queda jugar el papel “al estilo Alejandro Fernández” de salir a dar la cara y decir a través de un video: “estaba muy contento, acaso Ustedes no han estado alguna vez happy, happy”.

Los penosos acontecimientos protagonizados por Roberto Salinas lo dibujan como un personaje irresponsable en cuyas manos no pueden ponerse atribuciones que tienen que ver por el bien público.