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La militarización de la elección

RESEÑA POLÍTICA

Juan R. de la Sota

La militarización de la elección

Por garantizar el ejerció libre del voto y proteger la voluntad popular, es necesario se militarice la elección, es decir que los soldados del Ejército Mexicano, vigilen cada casilla durante el desarrollo de la jornada electoral del dos de junio y el traslado de los paquetes electorales a las instancias electorales.

De no aplicarse esta medida, no se descarta surja el juego sucio, la competencia inequitativa a través de acciones ventajosas, intimidación, presión, coacción y agresiones físicas que  pondría en riesgo el desarrollo normal, tranquilo, ordenado y respetuoso de la competencia política-electoral en esta entidad.

Con esto se aseguraría una jornada electoral pulcra,  honesta, transparente y legal para elegir a los diputados del Congreso de Tamaulipas, pues la presencia de los militares cerraría el paso a los denominados “mapaches electorales”, al desorden en las casillas y brindarían las garantías para que el elector vote  con absoluta libertad, sin presiones e intimidaciones su derecho constitucional a sufragar por el candidato de sus preferencias.

La presencia de militares en las casillas electorales, inspiraría confianza y seguridad a los ciudadanos que cumplen con su deber cívico de votar,  dado que existe el antecedente que algunas personas no salen a votar por temor a actos violentos que pudiesen registrarse, por lo que las instituciones electorales tienen el deber y la obligación de ofrecer una buena una seguridad para garantizar la protección de la integridad física de todo ciudadano que desee sufragar.

La autoridad electoral y los representantes de los partidos políticos, tendrían que redoblar esfuerzos para que se practique ese ejercicio libre y seguro.

Es conveniente, además, que el día de la elección se proceda contra los viejos vicios del acarreo de votantes, de las reuniones con almuerzos, “la operación  menudo o barbacoa”, la entrega de despensas, la publicidad partidista, la distribución de vales de gasolina y hasta la repartición de dinero, para favorecer con el voto a determinado partido y candidato.

Parte fundamental es la ciudadanía para que denuncie la comisión de delitos que es posible se susciten en el marco de la jornada electoral y que apoye presentando la demanda formal ante las autoridades competentes, a fin  de que se proceda contra los presuntos responsables.

Por otro lado, la autoridad electoral,  es  competente para vigilar los discursos de los candidatos  y sugerirles que sus mensajes sean dirigidos en un ambiente de respeto a los adversarios y a la ciudadanía y que si hacen acusaciones, lo hagan con elementos probatorios de lo que están denunciando, advirtiéndoles que si no lo hacen así, se les aplicará la ley.

Aunque se vaticina una guerra de acusaciones a través de los diversos medios de comunicación, sobre todo en las redes sociales, mediante las cuales difundirán sus propuestas, pero principalmente mensajes de desprestigio contra los adversarios políticos. La acusación falsa, debe impedirse por cualquier camino, pues no coadyuva al fortalecimiento de la democracia, confunde al electorado y genera muchos daños contra quienes las lanzan.

Sanciones económicas fuertes y hasta la pérdida del registro del correspondiente partido político, es lo que ya debería  aplicarse contra aquellos candidatos e institutos políticos que practican discursos falsos para desprestigiar a los contrincantes, pues en cada proceso electoral se registran estas irregularidades que sólo se castigan con una simple llamadita de atención.

Las acciones duras contra candidatos y partidos que le apuestan al insulto y a la mentira,  tienen que ejercerse, pues ya es tiempo que esto se erradique y se asegure el desarrollo de un  juego político electoral se en un ambiente de respeto al marco jurídico, al derecho de los ciudadanos y a los candidatos que ofrecen juego limpio. La autoridad electoral debería impulsar la presencia de los militares en las casillas electorales, porque tenga la seguridad que con ello se ganaría mayor confianza de los electores, al saber que cuentan con las garantías de seguridad para acudir a votar.-

Cambiando de tema, de todos los que aspiran a dirigir  el sector campesino del PRI, no se hace uno, dado que son cartuchos quemados, al haber tenido la oportunidad de servirle a los tamaulipecos, pero sólo se dedicaron a utilizar la confianza que les dio la gente del campo para atender sus asuntos personales.

A la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Tamaulipas, filial de la Confederación Nacional Campesina, los políticos longevos priistas, la han utilizado como una trinchera para a través de la mentira y simulación lograr el voto para convertirse en diputados federales, senadores, legisladores locales o alcaldes, pero no para gestionarle un crédito o un pedazo de tierra para la gente humilde de la zona rural y no se merecen que “los infieles, desleales e irresponsables” que le mencionaré a continuación aspiren a dirigir esta organización, porque reiteró nada han hecho por los campesinos.

Ya andan desatados los mismos de siempre, esos que no llenan del dinero fácil, los que buscan un puesto de elección popular para ganar un elevado sueldo sin trabajar y sin servir a la gente, entre los que destacan la ex diputada local Griselda Dávila Beaz, Jorge Camorlinga Guerra, Raúl García Vallejo y Pedro Muñíz Camacho, “pájaros de cuenta” que gozan de grandes  habilidades para “lavarle” el cerebro  a los campesinos y convertirse en líderes campesinos, para proteger sus intereses y enriquecerse con las cosechas de los hombres del campo.

El ex dirigente de dicha organización y ex diputado local, Juan Báez Rodríguez, ya comenzó a moverse para imponer como dirigente a la ex legisladora Griselda Dávila. Muchos aseguran que Camorlinga también es de este mismo establo. Raúl Vallejo y Pedro Muñíz, los respalda Florentino  Arón Saéz Cobos, un político que aún lo hace fuerte el simple olor de los ex gobernadores convictos Eugenio Hernández Flores y Tomás Yarrington Ruvalcaba.

Como siempre, utilizarán la practica antidemocrática para elegir al líder campesino cenecista y lo más seguro es que la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos de Tamaulipas, sea dirigida por la ex diputada Griselda Dávila Béaz. Se dice que ya cuenta con el respaldo de la veintena de campesinos que le quedan a esta organización y que esta dama será la próxima líder de los campesinos cenecistas de Tamaulipas. Desafortunadamente su llegada de nada le servirá al PRI, porque el voto verde se les ha ido y es muy difícil lo recuperen.

En otro asunto, en ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, en próximos días se reiniciarán los trabajos de construcción  del nuevo penal, el cual ya se requiere, debido a que la Centro de Ejecución de Sanciones se  encuentra a su máxima capacidad.

La fecha para iniciar los trabajos  del  nuevo penal se aplazó por enésima ocasión  y ahora se fijo como fecha el 15 de abril  para el inicio de la  siguiente etapa de la obra, suspendida hace ocho años.

Se invirtieron muchos millones de pesos, repentinamente se paralizaron los trabajos y abandonaron la obra y por consecuencia sufrió perjuicios y saqueos. Bueno sería se investigue si realmente se gastaron los millones de pesos que aseguran se invirtieron en la construcción de las correspondientes etapas, dado que se debe transparentar la aplicación de recursos públicos provenientes de los impuestos que paga el pueblo.

El dato: Hay quienes aseguran que el mando de la Guardia Nacional tendrá un mando militar y no civil, como se había prometido. La autoridad federal sus razones tendrá para cambiar de opinión, si es que es cierto que se militarizará al país.

Correo: jrdelasota@hotmail.com