ColumnasTitulares

LA NEFASTA PLAGA DE CHAPULINES ELECTORALES

CUADRANTE POLÍTICO

POR  FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

LA  NEFASTA PLAGA DE CHAPULINES  ELECTORALES

Los apostadores, han emitido una alerta, mezcla  de admonición y de profecía:

El duelo electoral, entre  el panista dueño del  reloj  Hublot,  “Ojo  de  Buey”, y  el priista  Chuchín  de la Garza,  será  una pelea  demasiado aburrida.

Esto se debe a que el alcalde se encuentra  en el umbral de la andropausia política, y el diputado, ha dado muestras  de una severa disfunción de productividad legislativa, en el Congreso.

Dicen que a Chuchín, ya ni con una enyesada  se le endereza, la deteriorada vertical  de su liderazgo.

Mientras que a Carlitos,   el diminutivo  de una personalidad banal, y sin propuestas,  lo mantiene  con bajos  índices  de penetración  y posicionamiento social. Desde palacio de Gobierno, la lectura  es que el  pastor azul, de plano no levanta,  ni en las encuestas.

Esta escena corresponde  a  la  llamada primer frontera. Pero  la fiebre por  brincar desde  un escaño  camaral, hacia este y otros palacios municipales,  está cundiendo.

En las cumbres de noviembre, el invierno decembrino, apenas insinúa sus alas,   pero una atípica  plaga  de langostas azules  y tricolores, ya vuelan en parvada  sobre  el calendario político del estado.

Desde  el Congreso local,  un grupo de legisladores  se aprestan a saltar  sin paracaídas sobre  las alcaldías,  cuando  ni siquiera  han cumplido con la encomienda que les dio la ciudadanía,  en la máxima  tribuna  camaral  tamaulipeca.

Carlos García, el Chuma, Tere Aguilar,  el priísta Anton, y varios más, se han olvidado por completo de legislar. Y se la pasan grillando,  en  busca de  un nuevo cargo  que les brinde prerrogativas personales, y les  siga fortaleciendo la chequera.

El chapulineo  se ejerce  sin el menor escrúpulo  ni recato.

Los diputados locales, parecen olvidarse que,  no han cumplido con  la responsabilidad  de  construir  la  superestructura legislativa que el pueblo  de Tamaulipas  anhela,   en seguridad,  empleo y sobre todo, en  el fortalecimiento del ingreso  familiar. Lejos de ayudar a la gente, la actual legislatura  sigue avalando  las mismas cargas  fiscales y la tenencia vehicular.

Los  diputados  zánganos, no aprueban, ni el más  benévolo  examen ciudadano. Sus únicas cualidades  se  ubican, en la calistenia del cinismo, traducida en el acto de estirar la mano para cobrar sus jugosas dietas.

Aunque  también enfrentan un grave riesgo laboral, que es  el de fracturarse  las falanges  del dedo índice, de tanto levantarlo  a cada rato, más como un acto reflejo por seguir  encaramados  en la nómina, que  como un ejercicio razonado  y democrático.

No  es necesario  esforzarse  mucho, para saber que el actual Congreso tamaulipeco,  es un parlamento mediocre  y adocenado, integrado  en su consenso, por panistas  y priistas, hermanados  por la complicidad  y los privilegios.

No  contentos  con el hueso que  ahora saborean,  algunos de los principales  diputados  locales,  se preparan para  devorar  el presupuesto de los  ayuntamientos. El pastor  azul, Carlos  García González, pretende  hacerse  de la alcaldía  matamorense, donde actualmente gobierna  el polémico  chuchín.

García  González, podría perder el duelo en Matamoros, y con ello, quedaría para el arrastre político.

Sin embargo, desde palacio, lo dejarán  jugar,  confiados en que, podría derrotar  al cuchinato.

Finalmente,  si no logra su objetivo, los cabecistas  se habrán sacudido  a  un lastre, que  ya no es conveniente,  en los aún lejana  sucesión del   2022.

Ese parece ser el fondo  de la jugada.

 

Un comentario en «LA NEFASTA PLAGA DE CHAPULINES ELECTORALES»

  • y cual es la novedad ? si siempre ha sido así , no han soltado el hueso, y ya le andan tirado la mordida a otro . que vergüenza , no representan los intereses del Pueblo y descaradamente viven de él.

Los comentarios están cerrados.