Columnas

La sorda industria de México

David Ed Castellanos Terán

@dect1608

La sorda industria de México

La Asociación Mexicana de Parques Industriales, tiene registrados más de 70 complejos en todo el país y uno de los más importantes es el clúster petroquímico asentado en el sur de Tamaulipas.

Al igual que el corredor industrial que está en la Ciudad de Altamira, donde existen más de 50 grandes empresas nacionales y extranjeras, la Administración Portuaria Integral (API) también cuenta con una de las extensiones territoriales más productivas de la nación y éstas en conjunto, dan forma al polo de desarrollo industrial más competitivo de todo el país y posicionan a este municipio tamaulipeco como el líder en el sector petroquímico de México y América latina.

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El Puerto de Altamira, que es además una ventana al comercio internacional, lo conforman más de 9 mil 500 hectáreas y tan sólo en 2016 tuvo capacidad de maniobra para 17.7 millones de toneladas de carga; siendo la textil, petroquímica, energía eléctrica y metal mecánica; las principales áreas productivas del recinto portuario donde operan hasta 13 líneas navieras y cuenta con 12 enlaces carreteros.

Entonces, con la fortaleza de los empresarios mexicanos e inversionistas trasnacionales, quienes con la mano de obra capacitada y certificada de los habitantes del sur de la entidad, generan una productividad nacional desde Altamira, esta ciudad provee el 100 por ciento en la producción de hule sintético, sí, de ese que sirve para crear neumáticos; el 70 por ciento de las resinas producidas en el país, salen desde Altamira y por si fuera poco, el 30 por ciento de químicos y petroquímicos, son procesados aquí. Esto por citar sólo algunas bondades de la tierra que vio nacer a Don Cuco Sánchez.

Pero gracias y a través del Puerto de Altamira, también se obtiene el primer lugar nacional en el manejo de fluidos petroquímicos; es el segundo lugar en importación y exportación de vehículos de motor y ostents un cuarto lugar en la maniobra de contenedores y movimiento total de carga.

Sin embargo, esta exitosa industria, se ha vuelto envidiosa, sorda, estéril y mezquina con los tamaulipecos, particularmente con los altamirenses ya que no han sido capaces de erogar un sólo centavo para el mejoramiento de la infraestructura urbana del municipio, aún y cuando las unidades pesadas que entran y salen de sus recintos dañan considerablemente las vialidades por donde usted y yo junto a nuestras familias transitamos diariamente.

Pero aun así, la sórdida actitud de los representantes de las más de 50 empresas de gran producción, tampoco frenan el accionar de la alcaldesa de Altamira, Alma Laura Amparán, quien con recursos propios trabaja en los proyectos de reencarpetado y rehabilitación de vialidades, sin embargo en su mensaje de arranque de obra les dejó en claro que ya les ha solicitado apoyo en más de tres ocasiones a los industriales y simplemente hacen «como que la virgen les habla» y fingen demencia a la hora de ponerle los pesos y soltar los billetes, aunque no hay manera de comprender cómo es que se mandan esa desatención y grosería para con la sociedad altamirense; porque lo que sí sabemos muy bien, es que se están enriqueciendo sin voltear a ver y sin hacer valer su disque principio de empresas socialmente responsables. Porque ninguno reporta pérdidas en sus ejercicios fiscales ehhh…  No se hagan… patos, y denle a la ciudad que les da mucho a ganar, sencillamente, lo que le corresponde, pues el beneficio ahora sí que es para todos.

davidcastellanost@hotmail.com