LOS CACHORROS DE CARLOS SALINAS
CUADRANTE POLÍTICO
POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO
LOS CACHORROS DE CARLOS SALINAS
En 1946, Miguel Alemán Valdéz, fue el primer Presidente de la república, de origen civil, ajeno a los militares. Algunos lo llamaron el “Cachorro de la Revolución”. Setenta y dos años después, el sistema político neoliberal, está en dolor de parto. La tecnocracia envejecida se reinventa, en los rostros jóvenes, afeitados y audaces de sus economistas reloaded.
¿Son los nietos globalifílicos del salinato recargado?
El PRI de Meade, de Videgaray, de Nuño, de Mikel Arriola y de José Antonio González Anaya, es la cosecha generacional de la derecha priista que fundó Carlos Salinas de Gortari, hace treinta años. Esa derecha tricolor se fundió en un abrazo sistémico con el PAN. Y ahora ya no se sabe quién es quién.
¿Un PRI empanizado, o un PAN con las mañas del PRI? Según el ángulo que se le quiera ver. Desde hace algunos años, este bipartidismo entrelazado, es conocido como PRIANATO. Su padre putativo, o sea su PP, (origen bíblico de la palabra Pepe, ¿Meade?), es Carlos Salinas.
Durante las últimas tres décadas, el ex presidente de la república, con raíces paternas en Nuevo León, ha incidido en menor o mayor grado, en el rumbo del Estado mexicano.
Pero no solo eso. Hay algo todavía más definitorio y fundamental: Salinas de Gortari, es el capitán de la plutocracia económica que hoy ejerce el poder real en nuestro país. El México de los Slim, de los Salinas Pliego, de los Germán Larrea y de los Bailleres, de todos estos multimillonarios en dólares, figuras estelares de la revista Forbes, surgió y se consolidó en el sexenio salinista.
Es ese orden de cosas, ese statu quo del exclusivismo y de los profundos abismos sociales, formado a lo largo de tres décadas, lo que verdaderamente estará en juego, en la elección presidencial del 2018.
Algo muy raro está ocurriendo hacia el interior del PRI nacional, donde los vencidos de la sucesión presidencial, siguen siendo ignorados. Más allá de la foto que Meade se tomó con algunos de ellos, figuras como Miguel Ángel Osorio, José Narro o bien Eruviel Ávila, no han sido llamados a participar en el equipo de campaña.
Tal y como se ve, el rasgo más distintivo del equipo de tecnócratas, que buscarán relevar a Enrique Peña Nieto en el poder, es el de establecer, una visible distancia con los cuadros de formación política.
¿Hasta qué punto, esto les afectará o les ayudará? No lo sabemos, pero hasta ahora, no se observa la más mínima voluntad de sumar, tal y como la lógica del recomodo indica. Pero, aquí la pregunta, parece ser:
¿Lograrán los Cachorros de Carlos Salinas, sacar adelante la elección del año próximo, contra viento y marea, tal y como lo hizo su padre político e ideológico, en la polémica elección de 1988, cuando inventaron la caída del sistema?
Por lo pronto, uno de sus más cercanos, Otto Granados Roldán, acaba de relevar a Aurelio Nuño, en la Secretaría de Educación.
MEADE, MARGARITA, Y LOS GOBERNADORES DEL PAN
Las tendencias de la lucha presidencial, en materia de alianzas y futuras definiciones, pueden tomar, en los próximos días, derroteros interesantes. No descarte usted que, la candidata Independiente Margarita Zavala decline en favor de José Antonio Meade, pero también gravita la posibilidad de que, se incorporen a este mismo proyecto, las poderosas entidades federativas, de liderazgo panista, entre ellos Tamaulipas.
El Frente Ciudadano de Ricardo Anaya podría quedar hecho sándwich, entre el monstruo electoral llamado Andrés Manuel, y la enorme bola de nieve, en que se podría convertir, el abanderado externo del priísmo, con profundos enclaves en el panismo calderonista. Meade se está moviendo para acumular fuerzas. Ya se le vio platicando con Luis Castro de Nueva Alianza. Los verdes también van con ellos?
Falta poco para saber, quien es el candidato presidencial del Frente. La lógica indica que es Anaya, pero aun siendo el candidato, RAC, no es garantía de triunfo. Aunque, todavía no se puede decir que, Miguel Ángel Mancera, el vecino perredista, haya doblado las manos, y acepte que lo desplacen en la candidatura presidencial.
En el PAN, la salida de Margarita Zavala, está produciendo una importante sangría de influyentes cuadros azules, negociadores de primer nivel.
Este tipo de personajes, entre los que destacan los senadores Roberto Gil Zuarth, Javier Lozano y Ernesto Cordero, a los cuales podría sumarse, el ex gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, han trabajado muy de cerca con mandatarios estatales, como Francisco García Cabeza de Vaca.
Viendo las cosas, desde este punto de vista, el actual mandatario tamaulipeco, se encuentra más cercano a las posiciones de Zuarth, Lozano, y Moreno Valle, que a las del dirigente Anaya. Para el baile del 2018 vamos. No falta mucho.