Columnas

Los hermanos Cedillo

Rutinas y quimeras

Clara García Sáenz

Los hermanos Cedillo

Durante varios siglos, Ciudad del Maíz, San Luis Potosí fue un punto clave en la producción agrícola potosina, ahí se habían emparentado dos familias que hicieron una de las dinastías más importes en la política y economía de San Luis Potosí, llegando a influir incluso en el plano nacional.

Se trata de los Barragán y los Moctezuma, los primeros, descendientes de un español cuyo legítimo origen se pierde en su paso por la huasteca potosina antes de establecerse definitivamente en Ciudad del Maíz y los segundos, según algunos papeles de extraña procedencia, se decían descendientes de la hija de Moctezuma Xocoyotzin, doña Isabel, razón por la cual les otorgan grandes extensiones de tierra en la región.

Esta dinastía junto con otras familias de rancheros como los Ortiz de Zarate, Arguinzóniz, Ruiz Bustamante, crearon grandes capitales agrícolas; en el siglo XIX se puede apreciar el contraste entre la vida de extrema pobreza de los peones, jornaleros, indígenas, aparceros y pequeños propietarios que trabajaban en estas haciendas con la vida de los hijos de estos hacendados que pasaban largas temporadas en Europa.

Ya desde la época de Santa Anna, gozaban de gran influencia en el plano nacional, uno de los Barragán, Miguel, fue presidente interino de México y a la llegado de los porfiristas, las elites maicenses se hicieron del poder estatal ocupando además espacios en el gabinete de Manuel González.

Romana Falcón en su libro “Cacicazgo y revolución” dice que era una práctica común que los políticos llevaran ante estos hacendados las listas de quienes ocuparían las diputaciones, las alcaldías y otros puestos de mando para que fueran aprobadas por estos antes de simular elecciones.

En Ciudad del Maíz, cuando los hermanos Cedillo se levantan en armas en 1912 van a representar no una inconformidad contra el gobierno de Madero sino la suma del grave descontento, la impotencia, la rabia, de quienes por siglos habían sufrido atropellos.

Estos pequeños propietarios, productores de ixtle y ganado menor que tenían disputas con algunos hacendados vecinos de sus tierras, que aprovechando su gran influencia los hacían pagar altas multas cuando los animales de los Cedillo cruzaban los linderos de sus tierras. Eran cuatro hermanos, Homobono, Magdaleno, Saturnino, Cleofas y tres hermanas, Higinia, Engracia y Elena. De estos, el líder aguerrido fue Magdaleno, lo secundaban Cleofas y Saturnino; por lo menos ellos tres eran los más protagónicos.

Durante la Revolución Mexicana, realizaron su primer asalto con 150 hombres un 17 de noviembre de 1912, cuando atacaron la plaza de Ciudad del Maíz, al no poder tomarla, prendieron fuego a la presidencia municipal y saquearon comercios; en enero asaltaron un tren de pasajeros en estación Tablas y se apoderaron de 800,000 pesos, con ese dinero Saturnino viajó a San Antonio, Texas a comprar armas, pero fue detenido a su regreso. Esto hace que quede fuera de combate los siguientes años.

En tanto que Cleofas y Magdaleno van a combatir en toda la zona oriente de San Luis Potosí aliados con Carrera Torres. A Cleofas lo matan en combate en 1915 y a Magdaleno en 1917, Saturnino se amnistía en 1920 y vuelve a la vida privada.

Durante el periodo de 1916 a 1920 Juan Barragán fue gobernador de San Luis Potosí, simpatizante de la revolución constitucionalista y descendiente de las elites que los Cedillo había desterrado de Ciudad del Maíz en los primeros años de la revolución, entabló una lucha encarnizada contra los Cedillo para no perder, para recuperar o para ampliar su beneficio sobre las tierras de la región.

Es entonces cuando se da la batalla final entre los hacendados contra los rebeldes que reclamaban tierras. Es ese el momento histórico que resume los siglos de lucha entre estos dos bandos enfrentados históricamente.

A diferencia de Carrera Torres que es derrotado por los rancheros constitucionalistas en Tamaulipas, en San Luis Potosí, Saturnino Cedillo, el sobreviviente de los hermanos, va a heredar el capital político de la lucha revolucionaria y formar las colonias agrícolas militares, realizando el reparto de tierras en la zona, se convierte además en gobernador del estado de San Luis Potosí y con Lázaro Cárdenas es nombrado Secretario de agricultura.

Con la revolución, la lucha cedillista desmanteló el sistema de haciendas tanto social, económico y político. Fue el resultado de la larga lucha agraria donde el ideario cedillista no nace de ideologías fuereñas como el zapatismo sino de condiciones profundamente locales.

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