LOS MONJES QUE DEBERÍAN VENDER SUS ISLAS Y SUS AVIONES
CUADRANTE POLÍTICO
POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO
LOS MONJES QUE DEBERÍAN VENDER SUS ISLAS Y SUS AVIONES
¿Quién no leyó el libro, “El Monje que vendió su Ferrari”, de Robin S Sharma?
Nos habla del hombre rico y exitoso que un día sufre un problema cardiaco, y decide alejarse de su vida de lujos, para enclaustrarse en un retiro espiritual, en los Himalayas. Obviamente, el hecho que marca su cambio de vida, es la venta de su automóvil Ferrari, y también alejarse de sus trajes italianos de tres mil dólares. De las elegantes y costosas cenas en los restaurantes franceses. Del mejor cogñac.
Cuando el abogado Julián Mantle sufro el cardiacazo, dicha experiencia lo cambio. Decidió viajar a la India, y vendió su residencia, su avión privado y su isla.
Pero dejemos el libro, y vayamos a la circunstancia paradisiaca que viven los magnates del México bonito, Las diez familias ricachonas del país, poseen bicicletas de titanio, que pueden llegar a costar varios millones. Se pasean en jets particulares, y son dueños de islas y de mansiones.
¿Una abundancia así, como no va a despertar la codicia de un pueblo hambriento como el nuestro? Me refiero a la bicicleta de 200 mil pesos que traía, el ejecutivo de Televisa, que acaba de ser asesinado. Para algunos no será gran cosa, pero para la gente ordinaria, eso vale una fortuna.
Ya es hora de que la burguesía mexicana y sus cuadros administrativos, practiquen un poco más, la espiritualidad, y menos el enriquecimiento desmedido. Los Slim, los Zambrano, los Vazquez Raña, Los Salinas Pliego, los Aramburuzavala.
Pero no solo ellos. Tenemos también a una súper burocracia política y administrativa, inmensamente rica, y no menos voraz, que la plutocracia. Los senadores, los diputados, los ministros de la Corte.
El México de los grotescos cacicazgos, cedió el paso a otras clases mucho más opulentas.
¿Algún día, estas castas del privilegio y la desigualdad social, venderán sus bicicletas millonarias, sus casas de bolsa, sus islas y sus aviones, para irse al Tibet?
La verdad, solo una profunda reforma social y económica, podría acabar con sus privilegios.
EL CRIMEN DEL CONSORCIO, LE PEGA A OSORIO, Y AL TAPADO
Por estos días, hasta el aire tiene un aliento político.
Con mayor razón, un acontecimiento fatal, como el que acaba de ocurrir, en las filas gerenciales del consorcio Televisa, uno de los corporativos mediáticos más influyentes de la opinión pública en el país.
El reciente crimen del ejecutivo Rodolfo Lagos Espinosa, ligado estrechamente a los negocios de la familia Azcárraga, pone el oscuro acento en el tema de la inseguridad pública que azota a la nación. Pero, sobre todo, coloca la coyuntura de la sucesión presidencial, sobre uno de los peores escenarios de ingobernabilidad, y de anarquía, en el asunto de la política interior.
¿Qué está pasando en México? ¿Cómo está terminando el sexenio peñista, a unos cuantos días de que se produzca, el destape de su candidato a la Presidencia?
Son dos preguntas clave que constituyen el prólogo de una obra sexenal, escrita de la peor manera, tanto en lo económico, como en lo social, con agrios y desalentadores subrayados en la violencia y la zozobra ciudadana. Desde luego que esto tendrá sus efectos adversos, y pesará negativamente en el proyecto de quien abandere los intentos por un segundo sexenio priista en el poder.
En lo inmediato, hechos como el aquí mencionado, constituyen también, un desafortunado descarte a las aspiraciones sucesorias del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el hombre responsable del tema de la seguridad ciudadana en el país.
La reacción del consorcio televisivo, no se ha hecho esperar, a través de sus noticieros, y sobre todo, en la pluma de su líder de opinión más reconocido, Carlos Loret de Mola.
El columnista acaba de escribir, en El Universal, un recuento de los números duros que flotan en torno al tema de la violencia, expresada en robos, asesinatos, secuestros y extorsiones. Califica al tema de la inseguridad, como un barril sin fondo, donde se han multiplicado en diez años, los miles de millones de presupuesto. Todas esas carretadas de dinero, han sido en balde. Las cosas, en lugar de mejorar, empeoran. El asunto es dramático. Parece no haber salida.
Nuestro estado, Tamaulipas, es un vivo ejemplo de esa estrategia fallida. Por cierto, en el llamado Canal de las estrellas, nadie dice nada de lo que aquí ocurre.
Hoy les tocó a los televisos sentir en carne propia, el agravio de la inseguridad. Tal vez ahora, sean más acuciosos, y sobre todo éticos, en la divulgación del infierno que padecemos, en varias regiones del país, donde Tamaulipas sigue ocupando un lugar preponderante.
Todo lo anterior, agrava el lastre de pasivos, con los que tendrás que cargar el candidato del PRI a la presidencia. De ser José Antonio Meade, tendrá que asumir un compromiso claro con la sociedad, para ofrecerles, de una vez por todas, la certidumbre en materia de paz social, y seguridad en sus derechos más elementales.
Sea quien sea, el abanderado tricolor, México ya no aguanta más de lo mismo. El hartazgo, la humillación y la impotencia de los ciudadanos, tienen un límite.
Un duro hueso de roer, el de la inseguridad, de cara al futuro político que ya toca a las puertas de la nación. Y sin duda, una magnífica bandera para un candidato anti sistema, como Andrés Manuel López Obrador.
Acontecimientos como el de Televisa, contradicen los esfuerzos del régimen, por lavarle la cara al Presidente Peña Nieto, y crearle una recuperación ficticia, en las encuestas sobre su desempeño.
Es lamentable que el gobierno federal siga cerrando los ojos a la realidad, y que se empeñe en embellecer el clima social, donde se enmarca el destape de su candidato. El panorama que observamos los ciudadanos, no es el mismo que miran desde lo alto del gabinete peñista.
Pareciera que hablamos de dos países distintos. Como bien lo señala Loret en el remate de su columna: Los políticos, están concentrados en la sucesión presidencial, la gente en sobrevivir.
De ese tamaño, es la distancia.
RUMORI DELLA COLONNA
Se comenta que el fuego amigo, entre el Subsecretario de Finanzas Arturo Soto y el titular del ITACE, Fernando Campos Martínez, está a todo lo que da. Ambos personajes se disputan el derecho a la candidatura panista por Victoria. El primero, busca aprovechar el tema de los carros chocolate, para capitalizar el protagonismo mediático. Mientras tanto, Fernando, ha optado por la estrategia de trabajar y cumplir con la encomienda de su jefe el gobernador.
¿Cuál de las dos, dará mejor resultado?