Columnas

Los shows de las Fuerzas Armadas

Remache del cambio

Por: Enrique Zúñiga Castillo

Los shows de las Fuerzas Armadas

Con el argumento de buscar la cercanía con la gente, el Regimiento de Caballería Motorizado de Reynosa, dependiente de la Octava Zona Militar, diseñó y ejecutó un paseo dominical en sus instalaciones este fin de semana. Otro propósito fue el de conmemorar el centenario de la promulgación de la Carta Magna de nuestro país. Quienes acudieron pudieron constatar el equipo y material con el que cuenta la Sedena, además de observar diversas actividades desarrolladas por los elementos castrenses.

En medio de un ambiente citadino plagado de peligros como es esa urbe fronteriza, resultó un apacible experiencia para las familias. En medio de balaceras, ponchallantas, secuestros, extorsiones, etcétera, encontrar en cualquier cuartel, la paz anhelada es sin duda, aunque sea efímera, como un poco de luz en la caverna.

Pero, amable lector, ¿si la seguridad esperada por la ciudadanía está tan lejos de alcanzarse, es justificado que las fuerzas armadas se ocupen de piruetas o espectáculos como el de los perritos amaestrados exhibidos a través de los medios?

Ya hemos visto cómo, miembros de la Gendarmería, en las plazas o sitios públicos aprovechan tan campantes para tomarse selfies, para hacer pagos en los bancos o compras en los supermercados, mientras la ola de atracos a comercios, robos en carreteras, no disminuye. Como si el clima estuviera para elevar papalotes.

Hoy cuando el Ejército y la Marina son de las instituciones más cuestionadas por organismos defensores de los derechos humanos, otras deberían ser sus prioridades.

Por otra parte, la respuesta de la Secretaría de Seguridad Pública estatal para recapturar a los presos evadidos del Centro de Ejecución de Sanciones de ciudad Victoria ha tenido resultados positivos. Casi la mitad de los fugados han sido reaprehendidos. Sin embargo, queda pendientes las respuestas a la preguntas: ¿Cuántos funcionarios y custodios habrán de ser separados de sus cargos por complicidad u omisión ante tales hechos?, ¿Cómo toleraron el autogobierno?, ¿Esa tierra extraída por dónde salió del penal?

Carros del gobierno en paseos dominicales

En Altamira, al parecer, muchos funcionarios y empleados ocupan los vehículos oficiales durante los fines de semana para paseos familiares, relajarse con las novias o visitar a sus parientes en sus municipios de origen pues muchos de ellos no son altamirenses ni radican en dicho municipio. En el estacionamiento del nuevo complejo administrativo La Retama, deberían “pernoctar”, durante los fines de semana, alrededor de 50 carros del gobierno. Resulta que si observaras, amable lector, el sitio un domingo cuando está pardeando, te darás cuenta que apenas rebasa la decena de unidades automotrices. ¿Pensar en reelección?

Remache de estilo para principiantes

ERARIO: Un frecuente pleonasmo es el uso de la expresión: erario público. Erario significa tesoro público, entonces es redundante agregarle dicho adjetivo.

INCREÍBLE: Podemos conocer cómo, en distintos medios de comunicación, los conductores, locutores, anunciantes, etcétera, abusan del adjetivo INCREÍBLE. “Fui de paseo y me la pasé INCREÍBLE”, “Compre a este precio INCREÍBLE”, “Fulano es un artista INCREÍBLE”. Hoy todo resulta INCREÍBLE, como si faltaran adjetivos para designar las cualidades de los seres o circunstancias.

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