Columnas

Lydia Madero y su renuncia

RESEÑA POLÍTICA

Por: Juan R. de la Sota

Lydia Madero y su renuncia

En cualquier Gobierno del Estado, el que define la política de trabajo es el Gobernador y sus Secretarios, son sus colabores que deben acatar sus instrucciones y punto.

Los Secretarios tendrán que entender que no se mandan solos, que su función es ejecutar los lineamientos, órdenes y acciones de trabajo  autorizadas por el mandatario estatal.

Tienen derecho a sugerir, proponer proyectos, planes y estrategias de trabajo en beneficio de la sociedad, pero no aterrizarlas sin la debida autorización del titular del Poder Ejecutivo del Estado.

Su facultad es solicitar audiencias con el Gobernador para en base a la función de cada secretaría tomar acuerdos y definir las acciones de trabajo, pero reitero, la función pública estatal se hace en equipo y con el voto a favor del gobernante en turno.

El funcionario del gabinete que no acuerde y no acate la instrucción del Gobernador, que tome decisiones personales o simplemente trate de jugar vencidas, lo más seguro es que de inmediato será retirado del equipo, por no convenir a los intereses de la política estatal.

También no durarán mucho tiempo en la función pública, aquellos  titulares de las dependencias que no presentan resultados, que acosan y  violan los derechos de los trabajadores, los que se dedican a la grilla y practican la mentira, los que se creen poderosos por el respaldo de un “padrinazgo” y los que se consideran dueños de las instituciones públicas.

Los secretarios, siempre respetando las decisiones del Gobernador, son los que ejercerán la función pública en su responsabilidad y obligación, son los que darán buena imagen a un gobierno con eficientes resultados y si se equivocan tendrán que asumir las consecuencias.

El Gobierno es el más alto nivel de dirección y de administración ejecutiva, generalmente reconocido como liderazgo de un Estado o Una Nación.

 Lo anterior debe quedarles claro a los secretarios de todos los niveles de gobierno y los que no lo entiendan así, simple y sencillamente recibirán las gracias por sus servicios.

Concluyo con este tema y le comento que hay quienes no creen que  por motivos personales Lydia Madero García, renunció a la titularidad de la Secretaría Estatal de Salud, y consideran que decidió irse, porque no se le permitió manejar a su antojo la dependencia.

Su autoritarismo, abuso de poder y nulo rose con la gente, no le servía a una institución que debe ser sensible y humanista, como es la Secretaría de Salud.

Lydia, es una dama que no está impuesta a convivir con el pueblo y me refiero con la gente de escasos recursos económicos, jamás lo hizo; su núcleo, son los de la alta posición económica, su afición es tomar sus propias decisiones  y que no le ordene nadie, lo cual obviamente no se lo permitieron.

Se le olvidó que en un gobierno se le servirle al pueblo, se trabaja en equipo, con buen humor, paciencia, transparencia y sobre todo acatando las órdenes del jefe. No entendió que el actual Gobierno viene a proteger a la gente, a resolver sus necesidades e impulsar el desarrollo del Estado.

No entendió su chamba, se dedicó a reprimir, hostigar y a perjudicar a la plantilla laboral, se olvidó su principal función que era trabajar para proteger la salud de los tamaulipecos y hasta quizás quiso jugar vencidas que la orillaron a tomar la decisión de renunciar al cargo.

A su grupo político integrado por Felipe Calderón, Margarita Zavala, Diego Fernández de Cevallos, entre otros reconocidos panistas les falló y ya no deben confiar en esta dama, quien seguramente pedirá su apoyo para que le gestionen la candidatura a la Senaduría del PAN.

Sin embargo, un político que queda mal o incumple su compromiso, no merece la confianza de su pueblo  y si juega electoralmente la factura la pagará en la una electoral.

Así como Lydia, todo aquel funcionario que tenga motivos personales, debería irse y dejar la Secretaría, Subsecretaría o Dirección, pues primero están los intereses de los tamaulipecos.

Debe dejar el espacio a las personas que sí tengan la firme determinación de trabajar y en equipo para hacer realidad el proyecto del Gobierno Estatal.

 El Dato: Luego de seis meses de intranquilidad, zozobra, angustia, desesperación e incertidumbre, los trabajadores de la Secretaría de Salud, gozan de los vientos de cambio y seguramente cumplirán con su trabajo para proteger la salud de los tamaulipecos con libertad, alegría, confianza y sin temor, pero sobretodo dando resultados positivos a favor del pueblo.

Correo: jrdelasota@hotmail.com