Columnas

MAKI COQUETEA CON MORENA

HIPÓDROMO POLÍTICO

POR CARLOS CORTES

MAKI COQUETEA CON MORENA

Para nadie es un secreto que, desde siempre, la alcaldesa de Reynosa, Maki Esther Ortiz Domínguez, busca hacer las cosas a su modo, pisando a quien se le ponga enfrente y traicionando hasta a sus mejores aliados. Así es ella. Y lo mismo traiciona a los panistas que a los morenistas y que a los priistas. El objetivo final de Maki es salirse con la suya y servirse con el cucharón.

El problema es que el uso de la traición como moneda de cambio no siempre sale bien, no siempre da los resultados deseados y, quienes conocen a la chihuahuense, ya saben de qué pata cojea.

Igual ha traicionado a sus colaboradores, como el ex secretario del Ayuntamiento, Benjamín Guerrero Bazaldúa, y a la Secretaria de Servicios Públicos, Belta Judith Mendoza Vázquez, a quienes humilló y exhibió sin necesidad, cuando ambos funcionarios sólo se dedicaron a trabajar. Y así hay una larga fila de funcionarios y servidores públicos ofendidos por la chihuahuense quien, lamentablemente, no sabe trabajar en equipo, siempre quiere salirse con la suya y trata a quien se deja con la punta del zapato. Así es ella y nadie la va a cambiar. Tristemente pero así es.

Sin embargo, en el PAN y en MORENA ya la conocen, ya saben como es, tienen registro de sus berrinches, de sus caprichos y de sus desplantes. Y sus ansias de ser candidata a gobernadora van a quedar sólo en frustraciones, porque no ha sabido sumar y multiplicar, sino sólo restar y dividir. Así le pasó al tratar de forzar para que su hijo Makito, perdón Carlitos, fuera candidato a diputado por cualquier partido político. Eso era lo de menos. El chiste era llevarlo al Congreso para desde ahí catapultarlo a la presidencia municipal de Reynosa. Si la Maki no está tan perdida y como la India María, tonta, tonta pero no tanto.

Y es que, en el PAN, Maki, hasta aquí llegó. Ya todos saben que traicionó y que se la jugó con los marrones en la pasada elección, hasta que alguien le dijo que los morenos iban a quedar en la lona, y entonces, automáticamente, se reconvirtió en panista otra vez. Y al día siguiente de la elección, al igual que el alcalde de Ciudad Victoria, Xicoténcatl González Uresti, salió a los medios de comunicación a gritar, voz en cuello, que, gracias a ellos, el PAN había logrado el triunfo arrollador.

Si me permite el comentario, sólo diré que, en ambos casos, ja ja ja ja. Ni Maki ni Xicoténcatl el Zumbador hicieron absolutamente nada para ayudar al partido que los llevó al poder, porque su mal gobierno tiene a los ciudadanos hasta el copete de las transas, los trafiques y los pésimos servicios públicos en ambas ciudades

Y lo digo con mucha responsabilidad: si el Partido Acción Nacional arrasó a sus adversarios en la elección local de Tamaulipas, fue gracias al trabajo del Gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca y de alcaldes que si están comprometidos con el proyecto y con sus respectivos municipios, como es el caso de Enrique Rivas Cuellar, en Nuevo Laredo; Jesús Nader Nasrallah en Tampico; y Alma Laura Amparán en Altamira, quienes si han hecho gestiones que le sumaron a su partido y a los candidatos del PAN.

Maki y Xicoténcatl pasarán a la historia como dos de los peores alcaldes que ha tenido Tamaulipas, además de traidores y de pésimos como administradores de sus respectivos municipios. Nadie puede olvidar que Xicoténcatl, en uno de sus primeros actos de gobierno, se reunió con el “superdelegado del Gobierno Federal” en Tamaulipas, el incómodo José Ramón Gómez Leal, quien, por cierto, hasta el día de hoy, no ha logrado dar pie con bola en su función y ha dado muy malos resultados el presidente de la república en todos los trabajos que le han encomendado.

Pero Ciudad Victoria ha tenido mala suerte con los alcaldes. De 1850 a la fecha, la capital de Tamaulipas ha tenido más de 75 presidentes municipales entre los que ha habido de todo: muy buenos, buenos, malos y pésimos. Pero la mala racha para la capital de Tamaulipas llegó con Miguel González Salúm, quien hizo una pésima gestión y se dedico a no hacer nada en los tres años que fue alcalde de la capital de Tamaulipas. Por cierto, el rumor que corre como reguero de pólvora es que González Salúm, entre los lucrativos negocios que posee, es propietario de la Plaza Forum, ubicada en la Avenida Tamaulipas 3825. ¿Quién pompó? Sólo él sabe.

Después de González Salúm, llegaron Alejandro Etienne Llano, otro alcalde que se dedicó a buscar la candidatura al Gobierno del Estado y la presidencia municipal le importó un pepino; Oscar Almaraz Smer y rematamos con este último, Xicoténcatl González Uresti, que no necesito ponerle adjetivos. Esos se los dejo a Usted querido lector.

El caso es que de los cuatro últimos alcaldes no se hace uno y quien paga los platos rotos, por supuesto, es la ciudadanía. Ojalá y el tiempo vuele para que Xicoténcatl González Uresti, su pandilla y su familia, pronto, muy pronto, se vayan de la presidencia municipal, porque si en seis meses le han hecho un gran daño al patrimonio de la ciudad y se han hecho millonarios, no me quiero imaginar cómo habrán de entregar la administración al término de la gestión. Y si se pudiera que Xicoténcatl se fuera antes, que dicho rumor corre ya como reguero de pólvora en las mesas de café y en los mentideros políticos, sería mucho mejor, porque nadie puede meter las manos por Xicoténcatl y sus muchachos y muchachas, ante el descarado nivel de corrupción, desorden, descarados negocios y trapacerías que se registran en la presidencia municipal.

Y de Maki ni cómo ayudarla. Para el PAN Maki ya no es nadie. Y para MORENA menos, adicional a que en las filas marrones hay por lo menos una decena de aspirantes a la candidatura por el Gobierno del Estado que llevan mano antes que ella, entre quienes figuran el Senador Américo Villarreal Anaya; el Director General de Radio, Televisión y Cinematografía del Gobierno Federal, Rodolfo González Valderrama; el Oficial Mayor de la Secretaría de Educación Pública, Héctor Martín Garza González; los alcaldes de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernión y de Matamoros, Mario López “La Borrega”; el Super Delegado José Ramón Gómez Leal y algunos otros personajes más.

Con ello quiero decir que Maki no es nadie ya, ni en MORENA ni en el PAN, así sea amiga de Tatiana Clouthier, de Yeidckol Polevnsky y de Margarita Zavala. La alcaldesa de Reynosa, ya no es un activo sino un pasivo para cualquier partido, o el del presidente o el PAN. Por cierto, López Obrador tiene muy bien ubicada a Maki y cada que habla de ella en corto, la califica de traidora.

  1. 1. Larga la lista de aspirantes a la Presidencia Nacional del PRI. Mañana hablaremos de ella, pero urge que Yahleel Abdalá Carmona se vaya ya de ese partido. Los militantes saben que la oriunda de Nuevo Laredo y por instrucciones de San Pedro Garza García, tenía como objetivo acabar de darle la torre al tricolor, con la complacencia de la dirigencia nacional, y así lo hizo. Yahleel ha sido un lastre para el PRI, aunque a ella le convino el trato porque a partir del próximo primero de octubre será diputada plurinominal con dieta y todo.
  2. 2. Me pregunto cómo es posible que Lucía Aimé Castillo Pastor haya sido integrada a la Secretaría de Educación Pública, cuando en su cabecita tiene la malsana idea de que los maestros son “flojos” en grado superlativo, aderezado con un término que tiene que ver con los blanquillos. ¡Qué pena que así piense esta mujer!

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