Columnas

MAKI ORTIZ: ENTRE BACHE Y BACHE, TRICOLOR ESPERANZA

HIPÓDROMO POLÍTICO

CARLOS CORTES

MAKI ORTIZ: ENTRE BACHE Y BACHE, TRICOLOR ESPERANZA

Esta que le cuento a continuación es una triste historia que muchos, cientos, quizás miles de reynosenses han sufrido gracias a la irrespetuosa e ineficiente gestión de la alcaldesa, Maki Esther Ortiz Domínguez, quien hoy con un cinismo exacerbado busca la reelección la cual simplemente no se merece, aunque ella se desgañite a los cuatro vientos gritando lo contrario

Y es que para quien vive en Reynosa, quien recorre la ciudad por sus principales calles, se va a topar con baches, bachecitos y bachesotes, caídos de drenaje por aquí, caídos de drenaje por allá, calles oscuras como boca de lobo a todo lo largo y ancho de la geografía de la ciudad. Reynosa, sigue siendo una ciudad sucia, desaseada, con muchos temas por atender que esta descabezada administración municipal nomás no ha podido con el paquete.

En la inseguridad menos. Y miré usted el paradigma de esta señora. En la anterior campaña electoral, generó un anuncio de redes sociales que ya se hizo viral asegurando que las balaceras en Reynosa estaban imposibles y que los ciudadanos podían acabar con ellas si votaban por Maki, lo que así ocurrió el 5 de junio de 2016 y hasta ahora, no ha pasado nada de nada. Adicional, ahora se dan situaciones de riesgo en Reynosa y de una manera cobarde y caradura prefiere evitar el tema y hablar de su “histórica gestión”, de los grandes avances en Reynosa que sólo ella ve, de las grande$$$ inver$$$iones que ella y sólo ella sabe en dónde están y de las cuales sólo ella sabe a donde está el dinero de los impuestos de los ciudadanos.

Esta, sin duda, ha sido la administración histórica en Reynosa que más repudio ha recibido por parte de la población, y aun así se ha empeñado en buscar una reelección que, de ganar, daría otra vez al traste con los sueños de los reynosenses de tener una mejor ciudad. ¿Y por qué? Habrá de preguntarse Usted querido lector. Porque para las ínfulas y pretensiones de esta señora y su pandilla, de ganar la elección del próximo primero de julio, lo que se ve harto difícil, el mismo día que lo anuncien, en ese mismo momento ella anunciará que se lanza en la búsqueda de la candidatura a la gubernatura de Tamaulipas.

Y entonces, el presupuesto de Reynosa, otra vez, se irá a pagar los sueños guajiros de esta señora chihuahuense que buscará instalarse en la oficina principal del Palacio de Gobierno en Ciudad Victoria, con su séquito de “colaboradores”: su esposito, el acusado de lenocinio y trata de personas, Carlos Luis Peña Garza, quien cuenta como antecedente laboral haber sido despedido de CAPUFE y del IMSS.

También iría en el selecto grupo su vástago, Carlitos Víctor Peña Ortiz, el orgullo de su nepotismo a quien tiene despachando en el DIF Municipal, en donde no debemos olvidar que a su llegada triplicó el costo de los servicios que esa noble institución ofrecía a la sociedad. Además, desde la Presidencia del DIF de Reynosa se cobra todo lo que se puede: estacionamientos, eventos y demás.

Le decía al principio de esta colaboración que le iba a contar lo que me ocurrió, algo similar a lo que muchos reynosenses han vivido en los últimos meses y años: en tres meses, dos llantas de mi auto se hicieron boludas al caer una y otra vez y otra vez en los Makibaches de Reynosa. Y es que ninguna calle de ninguna colonia se salva. Bueno, ni siquiera la Calle del Taco, la famosa calle Oaxaca cuyos “trabajos” fueron recientemente inaugurados el pasado viernes, se salvan de los temibles baches. El problema es que ahora uno tiene que pagar las llantas porque claro que el municipio no va a decir que si, aunque Maki, claramente lo tiene visto, que el municipio que ella comanda es el responsable de ponchaduras y daños a las llantas, rines, direcciones y suspensiones de los autos de Reynosa.

Por cierto, esta señora en lugar de ponerse a reparar todo lo que está mal en Reynosa, y que son muchas cosas, nomás anda inaugure e inaugura obras, dice ella, por toda la ciudad, y a la sociedad no ha sido capaz de ofrecerle una lista completa de obras, ubicaciones precisas, extensiones de los trabajos, como están compuestos, inversiones aplicadas y que empresas las realizaron. O lo que es lo “mesmo”, anda presentando puro trabajo de saliva. Y eso no habla de otra cosa más que de una falta de profesionalismo absoluta en el ejercicio del cargo o, lo que podría ser peor, que se anda llenando las alforjas a la salud de los ciudadanos. ¡Qué pena por Reynosa! Y por eso a la oriunda de Chihuahua, luego le va como le va.

  1. 1. Por cierto, en los eventos que encabeza ahora en su faceta de alcaldesa-candidata, Maki Ortiz Domínguez pone de fondo la canción “Color Esperanza” del compositor argentino, Diego Torres. Ello no tendría nada de malo, evidentemente, de no haber sido porque este tema musical, precisamente ese, sirvió de marco a la campaña político-electoral del priísta Baltazar Hinojosa Ochoa, en su camino rumbo a la Gubernatura de Tamaulipas, aventura que finalmente no cuajó. ¿A poco Maki ya le encontró su verdadero yo a esto de la política? ¿O será, como ya lo hemos evidenciado una y mil veces en este mismo espacio, que la alcaldesa es una loba tricolor con piel de oveja azul? Después de sufrir a Maki a lo largo de todo este tiempo, todo puede pasar.

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