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Meade y el «voto inútil»

Escenario Político

Meade y el «voto inútil»

Marco Antonio Torres De León

Hoy más que nunca existe la percepción de que el PRI se irá de Los Pinos.

Y contra todo pronóstico hay la percepción de que Andrés Manuel López Obrador ganará las elecciones.

En otras palabras, de que está por asentarse un nuevo régimen para los siguientes seis años.

Las plazas públicas donde se presenta Andrés Manuel López Obrador cada día están más repletas, a reventar, llenas al máximo.

En Cárdenas Tabasco, y en general en el sur del país el tabasqueño ha sobrepasado las expectativas llenando las plazas.

Por desgracia para el régimen Peñanietista hoy la difusión de los eventos se publica el tiempo real a través del formato Streaming, Facebook Live.

Todo queda registrado en tiempo real, nos referimos al comportamiento del electorado.

Eso da a los mexicanos el pulso verdadero de cómo se están comportando las audiencias, en este caso los votantes.

Hay un mar de fondo en el comportamiento extraño de los mexicanos que saldrán a votar el 1 de Julio.

Todo parecía indicar que la imagen de AMLO se vendría abajo para febrero.

No fue así.

Pero bueno, dejemos así ese tema por ahora.

Mejor nos vamos a referir a lo sencillo, a lo fácil de entender.

Hay una razón real de que AMLO ha subido en preferencias y es el hartazgo de la gente por el gobierno ejercido por Enrique Peña Nieto y sus polémicas reformas, especialmente la educativa, la tributaria o hacendaria, sin incluir aquí los implacables gasolinazos, así como la narcoviolencia.

Si contar los temas espinosos de enriquecimiento inexplicable, como el de La Casa Blanca, la casa Malinalco y en general la terrible pus de corrupción que salpica a más de 15 gobernadores y ex gobernadores emanados del PRI.

El país entero está lastimado, ofendido, y su encuentro con las urnas el 1 de julio es en realidad el pretexto para vengarse.

Amén de eso Juan Antonio Meade ha cometido errores de primaria en su estrategia de enfrentar al monstruo, AMLO.

Con esos errores se ha ganado la animadversion de los votantes.

En sus vídeos por desgracia no hace sino atacar al tabasqueño con verdades a medias, fácilmente refutables.

Por ejemplo dió demasiado vuelo al tema de los departamentos de AMLO en Copilco; pero al final todos sus esfuerzos por posicionar el tema a nivel nacional, se vinieron abajo.

Cayó en la trampa.

Tuvo que abandonar la temática por blandengue.

Meade no se ve bien como golpeador. No es lo suyo.

Su perfil no le da para eso; él es ñoño, demasiado inocente como para golpear a sus rivales estilo Scar face.

Otro factor, ni Ricardo Anaya ni José Antonio Meade hacen lo que Andrés Manuel, ir a las plazas públicas tres veces al día.

Están demasiado a gusto yendo a sitios cerrados donde todo es fácilmente controlable.

Eso los aleja del pueblo, de las masas.

Un último punto, motivo por el cual la firma PRIAN no ha asestado golpes contundentes al tabasqueño, es que Meade y Anaya son irreconciliables a estas alturas.

Tanto así que Meade llamó «voto inútil» una alianza con el candidato del PAN.

Ayer mismo el candidato del PRI desestimó una coalición de facto entre ambos proyectos, entre él y Anaya.

Adelanto que se irán solos, sin alianzas de facto que a estas alturas poco ayudan.

Y eso, obvio, en el búnker de Morena y sus aliados les supo a fiesta, a gloria.

El tabasqueño está en la antesala de la Victoria por lo que vemos.

Si un desaguisado no ocurre en estos próximos cincuenta días.

Pasemos a otro tema local.

El regidor Jesús Alberto Torres Robles eligió el peor momento para hacer reclamos y exigencias.

Uso el discurso oficial del Día del Trabajo para echar culpas a la autoridad municipal por la supuesta falta de trabajo; lo hizo irresponsablemente, como quien echa un papalote a volar al viento.

Intentó coaccionar o forzar a sus compañeros regidores en público para que a su vez exijan concesiones para choferes de transporte público.

También para que se les de trabajo. Como si el alcalde fuera Dios y trajera la vara mágica para solucionarles las cosas a los obreros en general.

Su discursiva fue errática, burda, titubeante.

Uso el micrófono para según él, lamentarse por las condiciones laborales en que están los obreros mantenses.

Exigió, exigió y exigió, en lugar de sugerir ponerse él mismo en huelga de salario, ya no digamos en huelga de hambre, donde acepta dejar de recibir el jugoso salario que tiene hasta en tanto no le cumplan su «exigencia».

En vez de eso reparte culpas absurdas.

Y se lleva entre las patas de los caballos a políticos de alto relieve, en este caso al presidente municipal.

Jesús Alberto Torres Robles es ahijado político del diputado local, Clemente Gómez.

El bajo nivel de su diatriba, de su absurda perorata, llamó fuertemente la atención por lo desordenada que se escuchó.

Errático, pues aparte de hablar en el sitio equivocado, el regidor Jesús Alberto Torres Robles pareció estar drogado o ebrio.

Su fama es esa, de drogadicto.

Amén de todo, pesa sobre él la fama de drogadicto, con lo cual convendría se sometiera a un examen de detección de droga en su organismo.

Lo llaman La Pija y torció totalmente el sentido del discurso.

Amén de todo el regidor citado tiene fama de pornofilico, es decir, le encanta ver pornografía.