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OBRADORISTAS: LA NUEVA CLASE POLITICA

CUADRANTE POLÍTICO

POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

OBRADORISTAS: LA  NUEVA CLASE POLÍTICA

A   partir  de este  dos de julio, nuestro estado  de Tamaulipas,–como sin duda en el resto del país–,  registra una clara reconfiguración  de su clase política.  Resulta muy interesante, echarle un ligero vistazo a estas figuras emergentes, que ya están instalados  de lleno, en el devenir  estatal, y que muy probablemente  los veremos ejercer el poder  desde las alcaldías, en las diputaciones  federales, en  el senado de la república.  Y  porque no decirlo ya desde ahora, en un tiempo no muy lejano,  trabajando para bien de la entidad, desde  las delegaciones  federales.

Estamos justo en el mes de julio, y  en estos  tres meses y semanas  que nos separan  de atestiguar el arribo presidencial de AMLO, muy probablemente empezará a manifestarse  un verdadero  boom  del clientelismo político  y administrativo  en la antesala de los tiempos obradoristas. El oleaje  se ve venir,  sobrecargado por aquellos que sin  haber participado  desde antes, ahora querrán subirse al barco de los ganadores.

Pero obviamente que  hay nombres que llevan mano, iniciando lógicamente por las figuras estelares. Le mencionaremos las más representativas, y  posteriormente los  analizaremos por individualidades.

El  próximo senador  Américo  Villarreal  Anaya, y si se les hace justicia y se les reconoce el triunfo de mayoría, estaríamos hablando también de la maestra Guadalupe Covarrubias.

El  alcalde electo de ciudad  Madero, Adrián  Oseguera Kernion;  el  alcalde electo de Matamoros, Mario  López  Hernández, las diputadas federales electas, Olga Juliana Elizondo Guerra, Adriana Lozano Rodriguez, Olga Sosa Ruiz, Erasmo González Robledo y Armando Zertuche  Zuani.

Pero  también  personajes  morenistas  como José Ramón Gómez  Leal,  “El JR”, o el victorense  Eduardo Lalo  Gattas, Reyna Garza, o los neolaredenses  Ramón  Garza  Barrios, Heriberto Cantú Deandar, el  candidato a la diputación federal  que sigue  en una pelea cerrada  con el panista  Salvador Rosas Quintanilla.

En el caso  de Lalo  Gattas, su suplente  Oscar  Torre Gómez, en realidad  operó  como  el  enlace empresarial  del obradorismo en el estado. Días antes  del primero de julio, Oscar nos dijo que había realizado amarres  con la clase  empresarial  del centro y sur  de la entidad.

Dentro del mismo contexto, de acuerdo a lo que ayer se dijo en la rueda  de prensa de MORENA, en esta  capital, estamos hablando de que el Primer Distrito  de Nuevo Laredo,  es uno de los  que ya están siendo impugnados. Otra de las  figuras que podrían resurgir, es el el mismísimo  Carlos Enrique  Cantúrosas Villarreal.

Otro  personaje  es el candidato  de MORENA  por la diputación de Rio Bravo  Héctor  Joel Villegas  González, también enfrascado en una  disputa , con cierre de película, ante  la panista María  del Carmen  Pérez  Rosas. Los separan menos de mil votos.

Dentro del obradorismo tamaulipeco, se mueven  también  ex priistas, como  Felipe  Garza Narvaez, quien tuvo  el acierto de deslindarse  del PRI, desde los tiempos del “señor de los taxis”, Enrique  Ochoa Reza. Durante el cierre de campaña de AMLO en esta capital, el  odontólogo,   dueño de  vasto curriculum político y administrativo, fue incluido en la tarima de los elegidos, integrada por los candidatos y  los dirigentes  del partido.

El Presidente del Consejo estatal de MORENA, José  Antonio Leal Doria  ha jugado  un papel importante, y  obviamente  que  a partir  de  diciembre, podría tener una nueva responsabilidad, ya dentro de las dependencias federales.  De igual manera, el dirigente estatal, Enrique Torres. Y por supuesto, figuras estatales  del PES, como Rigoberto   Rodríguez  Rangel, así como su homólogo del PT, Alejandro Ceniceros. Todos ellos podrían tener su respectivo cachito de gloria.

¿MORENA QUEMA SUS NAVES ANTE  EL PAN?

El  segundo de abordo  de Ricardo Monreal, Alejandro Rojas Díaz Durán, no es cualquier pelagatos. Me parece que está llamado a jugar un papel estratégico en el próximo senado de la república, cuando su jefe,  el ex gobernador zacatecano,   sea llamado a colaborar en el gabinete  federal, a partir de diciembre.

Díaz Durán quien  tiene cierto parecido con el actor Christoph Waltz, el terrible  exterminador  de judíos en la cinta  de Tarantino, “Bastardos sin Gloria”, rememoró  ayer, durante la rueda de prensa, una frase de Maurice Tayllerand: “Los carniceros de hoy, serán las reses del mañana”.

No es la primera vez que el lugarteniente de Monreal lanza este tipo de advertencias, pues durante la campaña formuló  señalamientos parecidos en las ciudades  de la frontera. Pero en esta ocasión agregó algo más: dijo que,  de nada servirá que, el actual sexenio estatal,  sea amigo  de la próxima Secretaria de Gobernación, Olga  Sánchez  Cordero, todo ello en el contexto de sus reiteradas acusaciones  sobre el presunto desaseo electoral en el estado.

Las palabras  de Díaz Durán encierran en si mismas una paradoja: por un lado hace este tipo de señalamientos, dando a entender que  aquellos gobernadores  que les quieran jugar chueco, pagarán en su momento,  las respectivas facturas. Pero  al mismo  tiempo, en esa misma  entrevista  con los medios, dijo que no quieren guerra, y que nadie quiere  violentar el proceso  terso de la transición en el país. Se trata de un mensaje ambivalente, un tanto ambiguo.

Por lo pronto, mientras  se definen las cosas, ya sabemos que, una de las cartas  fuertes que estaría jugando el gabinete  azul, ante el obradorismo, es  su presunta relación de amistad  con la que, a partir de diciembre,  será la primera ministra de la política interior.

Ayer, el PAN ya no convocó a  una rueda de prensa, pero su Presidente Quico Elizondo volvió a reiterar su postura: “que reconozcan  su derrota”.

Al margen de especulaciones, lo cierto es que, la relación entre el PAN-gobierno y  al menos una importante ala del obradorismo, está  chocada, y   sin posibilidades  de diálogo.

Como en su momento  lo hicieron Alejandro Magno  y Hernán Cortés, hoy, los  Generales morenos  están quemando  las naves,  ante el PAN. En términos  de guerra política, esto significa que no hay regreso.