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Observadores electorales anticuados o de redes.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

Observadores electorales anticuados o de redes.

En el noveno Foro de la Democracia Latinoamericana, que se llevó a cabo en la ciudad de México a principios de este mes, hubo infinidad de temas que se analizaron entre expertos de muchos países y en el cual, se mostraron desde preocupaciones hasta sorpresas por el grado de avance que algunas democracias tienen frente a los retos de la era digital que llegó, alcanzó y ha dejado atrás a muchas actividades del hombre.

Entre esas actividades está la democracia y todos sus elementos, porque ahora todo tiene que ver con el uso de la tecnología, de manera que, tiene implicaciones en la organización de las elecciones, la forma en que se manejan los actores del proceso y, obvio dará cuenta de quienes hacen la observación electoral.

En estos últimos, sí, sus herramientas para observar no sean las adecuadas a efecto de que elaboren un reporte de todo aquello que acontezca en torno al proceso que ocupa a Tamaulipas en momento, el de la sustitución de los diputados en el Congreso del Estado.

Que haya personas dispuestas a mirar aquello que ocurre el día de la votación, es más, también poco antes y hasta un día después, tiene sentido en la democracia, ya que, sirve para detectar alteraciones del proceso, documentarlas y generar testimonios que, más adelante serán considerados como fundamento para correcciones que lleven a la mejora en la organización de las votaciones y desde luego de la democracia.

Ser observador electoral, enaltece y enorgullece, por ello, existen organizaciones en México y en el mundo que se especializan en ello y, son las que inscriben a muchos de los ciudadanos que el día de las votaciones portan una credencial en la que, con letras grandes puede leerse que son los observadores y que, su opinión también contará para validar el proceso de votaciones.

Esto en un escenario en el que, la mejor validación es la que llevan a cabo los ciudadanos con su presencia en las urnas para votar y el desempeño que tienen los funcionarios de las casillas electorales, quienes son producto de una insaculación realizada de conformidad a las Leyes electorales del país.

Cabe mencionar que, desde la ciudadanización de los procesos electorales, la credibilidad en las elecciones creció del cielo a la tierra, de tal manera que, los resultados dados a conocer por las mesas de votación y computadas en los Consejos Municipales y Distritales, quedan en el terreno de los no cuestionamientos, pero, en el caso de que los haya, el aporte de pruebas para revocarlos siempre es insuficiente y terminan por desecharse.

La función de los observadores electorales, es considerada como de gran ayuda al proceso electoral, de ahí que, la convocatoria para el registro de personas que dedican tiempo para ver, anotar y entregar un reporte con los datos obtenidos, se abre casi desde que el proceso arranca y termina el último día de este mes, según lo prevé el apartado de plazo de la convocatoria que fue dada a conocer el 10 de septiembre del año pasado.

En ese mismo documento se indica que los aspirantes a observadores que hayan cumplido con todos los requisitos, serán notificados para que asistan a un curso que tiene como fecha límite el 13 de mayo próximo, de manera que, cuándo hayan aprobado el curso, los Consejos locales y Distritales, aprobarán y entregarán las acreditaciones que les permitirán llevar a cabo su tarea

Respecto a las nuevas tecnologías de la información deben usarse para mejorar las actividades de los observadores electorales, bajo la premisa de que, las tecnologías están las elecciones.

En la actualidad, gran parte de las campañas se hacen en redes y mucho de la cobertura de medios está también en las redes sociales, situación que obliga a la observación electoral a utilizar, a cambiar y a modificar su metodología para absorber el cambio y que sea adecuada a la nueva realidad, que ya es digital no analógica como eran antes las campañas electorales.

Por ello, una de las conclusiones a las que se llegó en el IX Foro de la Democracia Latinoamericana, que se denominó, Desafíos de la Política y la Democracia en la Era Digital, es la urgencia, según dijo Xabier Meilán, que las organizaciones de observación electoral acuerden una metodología estándar para observar las redes, metodología que no existe.

Que haya grupos de la sociedad civil que se ocupen de observas las elecciones, es un síntoma de salud en los sistemas políticos o democráticos.

Las redes sociales o plataformas abiertas a toda la ciudadanía, para dar a los ciudadanos la posibilidad de enviar observaciones o comentarios a través de las redes sociales, implica la intervención de profesionales electorales, quienes deben de interpretar las apreciaciones de gente que no se sabe quién es, pero, que aporta datos que llevarán a verificar la verdad y la certeza de sus reportes.

Si los observadores electorales se apoyan en las redes sociales para obtener información oportuna, tienen que evaluar cualquier iniciativa que haya en ese sentido.

Considerar además que, el uso de las redes, han bajado el costo de poner información en circulación y aumentado el volumen de la misma con mayor rapidez.

Cierto que, se corre el riesgo de que, la información pueda ser falsa o verdadera, las mentiras no nacen con las redes sociales, existen son tan viejas como es la información y para una misión de observación electoral es importante evaluar la calidad de la información que ha tenido la ciudadanía y que han tenido los votantes para emitir su sufragio, señaló el investigador que expuso la importancia de la observación electoral en los procesos de votación, Xabier Meilán.

Las misiones de observación electoral no tienen los recursos para poner en marcha sus propias iniciativas de chequeo de la información, pero, recomiendan que, en el futuro, se integren al análisis de los datos, profesionales de la información como periodistas, personas de la sociedad civil, especialistas y académicos.

Hasta ahora, más de 500 personas solicitaron su carnet de observadores electorales en la entidad, pero, casi 340 están aprobados y tienen la garantía de que podrán ejercer su tarea, previo a las elecciones y durante la votación que será el dos de junio venidero.

Es casi seguro que la cantidad de observadores alcance la cifra de los 400, muchos de los cuales operarán en la región de la frontera y en el sur de la entidad, dada la competencia política y por ser las zonas más obladas en la entidad.