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Poder Pluri

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Poder Pluri

Por JAVIER Terrazas

Históricamente,  en Tamaulipas los Presidentes del Poder Legislativo, han sido hombres y mujeres afines al gobernador en turno.

Y obvio, desde el Poder Ejecutivo se dictan las líneas para que quehacer parlamentario.

En los tiempos del control hegemónico del PRI, cuando la oposición era endeble y no tenía espacios (no había la figura de plurinominales), los amigos de los gobernadores eran electos diputados de mayoría.

Y por esa vía, se convertían en los Presidentes de la ahora llamada Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.

Así, en tiempos del gobernador Enrique Cárdenas González, cuando solo eran 11 Diputados Locales de mayoría, los líderes del Congreso fue Jorge Bladimir Joch González los primeros tres años.

Cabe señalar que ahí hubo un diputado de oposición por la vía de mayoría, el parmista Enrique Rivas Ornelas  (padre del actual alcalde panista de Nuevo Laredo Enrique Rivas Cuellar), quien ganó gracias a que era fórmula con Carlos Enrique Cantú Rosas que llegó a la alcaldía por el PARM.

Y posteriormente, en el segundo trienio Cardenista llegó primero Magdaleno Mata Blanco quien duró poco y fue relevado por  el jaumavense Raúl Uvalle González.

Posteriormente, siendo gobernador el Doctor Emilio Martínez Manautou, el primer líder del Congreso fue el reynosense Miguel Valdez Revilla,  quien llegó por la vía de la mayoría.

Para el segundo trienio, cuando se abrió el Congreso Local a las Diputaciones Plurinominales, le correspondió ser el líder al victorense Jaime Báez Rodríguez.Fue diputado de territorio representando a la zona semiárida con base en Jaumave.

En esa legislatura, los opositores fueron del PARM Homero Ochoa Gutiérrez de Nuevo Laredo; Jesús Miguel Treviño Rábago de Reynosa y José de la Paz Bermúdez, por Matamoros.

Ya con la facilidad de llegar al Congreso por la vía de la representación proporcional (plurinominales) los destinados a liderar los Congresos no pisaban territorio para hacer campaña.

Así, en el gobierno del Ingeniero Américo Villarreal Guerra, sus operadores del Congreso Local fueron  los Ingenieros Ernesto Guajardo Maldonado en el primer trienio y luego Jorge Quintero García.

Guajardo tuvo un gran poder en ese trienio, pues además de liderar el Congreso del Estado, era a la vez el  dirigente estatal del PRI y Secretario General de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos.

Durante la administración estatal de Manuel Cavazos Lerma, con gran poder emanado desde el gobierno central de su amigo Carlos Salinas de Gortari,  ejerciendo un control férreo favorecido por el desmantelamiento de cacicazgos cetemistas, impuso a sus Secretarios Particulares como  líderes del Congreso.

Primero lo fue Homar Zamorano Ayala, quien dejó el cargo un año para ir en busca de la alcaldía de Matamoros, aunque perdió la batalla. Fue relevado por Juan Alonso Camarillo, quien había sido Oficial Mayor y le entendía al asunto.

Para la segunda mitad del gobierno Cavacista, le tocó Eliseo Castillo Tejeda, también del equipo compacto del matamorense.

Siendo gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba,  sus líderes congresales fueron primero Mercedes del Carmen Guillén Vicente; mientras que el cierre le tocó a Enrique Cárdenas del Avellano; ella fue de Mayoría, pero él plurinominal.

Para la siguiente administración estatal, la de Eugenio Hernández Flores, pasaron por el liderazgo del Congreso primero la reynosense Amira Gómez Tueme,  quien  salió para buscar la Senaduría, dejando al neolaredense Ramón Garza Barrios.

Para el segundo trienio le tocó a Ricardo Gamundi Rosas, pero su estilo de choque hizo que se quedara solo con la dirigencia del PRI, dando paso a Felipe Garza Narvaéz.

Amira y Gamundi fueron plurinominales; mientras que Ramón y Felipe diputados de mayoría relativa.

Ya en la etapa más reciente, el último gobierno tricolor de la entidad, el de Egidio Torre Cantú, tuvo cuatro personas en el liderazgo del Congreso.

Inició la maestra Lupita Flores Valdez de Matamoros; pero dejó la función para buscar la senaduría, relevándola el tampiqueño Gustavo Torres Salinas, pero también se fue luego tras la alcaldía de Tampico; de tal forma que cerró el reynosense Carlos Solís Gómez.

Para el segundo trienio Egidista correspondió de principio a fin al neolaredense Ramiro Ramos Salinas. Flores y Ramos fueron plurinominales, en tanto que Torres y Solís de Mayoría Relativa.

Ya en la alternancia del Poder Ejecutivo en Tamaulipas, con la llegada de un gobernador emanado del Partido Acción Nacional, Francisco García Cabeza de Vaca, se esperaba que las cosas cambiaran.

Sin embargo, la Junta de Coordinación Política quedó en manos de otro plurinominal, el matamorense Carlos García González, con el antecedente de que había sido dos veces Diputado Federal albiazul y aportaría experiencia.

García González, al igual que su paisano Zamorano en el Cavacismo, salió en busca de la alcaldía de Matamoros, pero fracasó. En su lugar quedó el neolarendense Glafiro Salinas Mendiola, quien llegó por la vía de mayoría relativa. También ha sido Diputado Federal.

El quehacer parlamentario no ha sido diferente en la era panista a la priista. El hecho de que sean afines al Poder Ejecutivo, les inhibe y frena las ansias democratizadoras de antaño.

Hoy en la antesala del relevo en el Poder Legislativo de Tamaulipas, luego de la elección del 2 de junio, está por definirse la conformación de la Junta de Coordinación Política.

El PAN como partido con la mayoría, tendrá la presidencia, mientras que MORENA y el PRI que tienen tres o más diputados, podrán participar en esa Junta.

Del albiazul, aunque tiene 21 de los 22 diputados de mayoría ( hasta ahora, puede varias por  fallo del Tribunal Electoral)  tendrá un Diputado Plurinominal al frente

Se trata del reynosense Gerardo Peña Flores,  quien es el más cercano de todos al gobernador  actual.

Por tanto, lo más probable es que se repita la historia de los últimos 8 sexenios.

Que al control del Parlamento llegue el  primero de la lista plurinominal,  que conjuga amistad, cercanía y lealtad a quien ejerce el poder político en Tamaulipas.

Por cierto, a pesar de los 21 Diputados de mayoría, sobran dedos de una mano para señalar aquellos que puedan tener un desempeño sobresaliente.

Tampoco se ve fortaleza en la bancada de MORENA ni por trayectorias profesionales o liderazgos sociales; y quizá algo de agallas y  experiencia en la fracción del PRI.

Pronto veremos el reparto del pastel de la 64 Legislatura de Tamaulipas. Una vez que los tribunales resuelvan las impugnaciones de la desairada contienda en que solo votó el 33 por ciento del padrón electoral.

Es decir, 3 de cada 10 electores. Triste antecedente.

Espero lo dignifiquen con una sorpresiva y positiva actuación.

La cruda realidad lo exige y la sociedad lo demanda.