Columnas

Por los hechos…

Tribuna

Por Javier Terrazas

Por los hechos…

Luego de un atropellado fin de semana en lo político, por el estruendo que causó en las estructuras del Poder Ejecutivo Federal el cambio en todas sus instituciones, inició este lunes el mandato de Andrés Manuel López Obrador.

El cambio de modelo económico y político que planteó el pasado sábado en su toma de protesta, requerirá tiempo.

Tiempo para aterrizar las reformas requeridas y tiempo para su aplicación, para que se empiece a dar en los hechos la anunciada “Cuarta Transformación”.

Habrá que ver la congruencia entre los dichos y sus hechos, ya dejó de ser oposición y está al frente de las instituciones nacionales.

México está urgido de paz, de justicia, de seguridad, de empleo, de sistemas de educación y salud eficientes, de viviendas dignas, de infraestructura social más amplia y mayor infraestructura para el desarrollo de sus regiones.

Cada uno de los gobiernos que le han antecedido a López Obrador, hicieron sus aportaciones al desarrollo del país. También cometieron errores, algunos muy graves,  pero las aportaciones están e la vista.

En el balance general de la historia, ya con la mente fría y las comparaciones con los gobernantes que les relevan, se imponen los saldos favorables sobre las debilidades,.

Lo importante es que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ya empezó. La sociedad de jugar un papel protagónico no solo  como observadora, sino participando para aprovechar la apertura a incidir en la toma de decisiones.

Si la comunidad deja que sea el nuevo mandatario y su equipo de colaboradores quienes decidan el rumbo de las políticas públicas y la rectoría de la nación, el tabasqueño puede extraviarse.

Todos los gobernantes llegan con grandes planes, propuestas, sueños e ilusiones. Aparentemente alimentadas por las demandas de la población y los rezagos que se perciben en campañas.

Al cierre de sus ejercicios gubernamentales, los comparativos entre las ofertas y compromisos, por lo general le quedan a deber a la comunidad.

Muchos más cuando las expectativas generadas fueron elevadísimas, como el caso de Vicente Fox en la primera alternancia.

El nuevo gobierno federal necesitará no solo de una comunidad participativa y exigente,  también de funcionarios federales capaces en todas las secretarías y sus representaciones en los estados de la república.

La estructura humana que se haga cargo de las Delegaciones Federales y sus equipos, tienen que ser elementos capaces, a la altura de los retos Tamaulipas y sus regiones, pero también de comprometidos con el nuevo modelo.

En alguna ocasión, un maestro convocó a sus alumnos de un programa académico a participa en proyecto de investigación científica importante.

Y subrayó que necesitada elementos comprometidos, no involucrados. Para que sus alumnos comprendieran mejor la diferencia de los términos, puso un ejemplo.

Citó a manera de pregunta, ¿alguien almorzó hoy huevos con jamón?.  De los 28 presentes, siete levantaron la mano.

Y explicó: Para que ustedes almorzaran ese platillo, hubo dos actores principales que contribuyeron. La gallina que puso el huevo y se fue cacaraqueando; y el cerdito que para poner el jamón, dio su vida.

El cerdito, sin duda, es quien estuvo comprometido, la gallina, solo implicada. Yo ocupo a los comprometidos, a los dispuestos a dar todo por ésta misión.

Así AMLO, en ésta delicada y gran responsabilidad con el país y la población requiere colaboradores comprometidos, más que solo involucrados.

Aquellos que estén calificados, pero que además asuman con la misma pasión, emoción y coraje, el reto.

Tiempo de evaluar las capacidades de quienes serán sus subdelegados al lado de  José Ramón Gómez Leal. Y la del propio JR.

Tamaulipas no aguanta más improvisaciones. Ni a nivel federal, ni estatal ni en los municipios.

La ineficiencia, es una de las peores vertientes de la corrupción.