Columnas

Promoción del voto un arte.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

Promoción del voto un arte.

Hace unos días venció el plazo para que las organizaciones ciudadanas interesadas en participar en la promoción del voto y de la participación ciudadana durante el proceso electoral de este año.

Hubo una convocatoria bajo el lema, Sí voto elecciones 2018, en la que se enjuncias las bases a las que tienen que sujetarse las organizaciones que, en todo el territorio nacional se inscribieron para impulsar o realizar acciones de promoción del voto, al margen de las accione que corresponde a los partidos políticos y sus candidatos, con la idea de que, la oportunidad que todos los mexicanos tenemos de elegir a quienes nos representan en los cargos de elección, lo hagamos de manera consciente y cívica.

De acuerdo a los tiempos previstos en los requisitos, tras la revisión de las solicitudes que se hayan presentado, el INE, anunciará la acreditación de las organizaciones que estén en condiciones de colaborar en la promoción del voto y la participación ciudadana, por tanto, a más tardar este viernes, serán contactadas las organizaciones que pasaron esa revisión y hasta ale día 28 tendrán para hacer llegar todos los documentos solicitados por el INE.

El 30 de marzo, aparecerán en la página del INE, las organizaciones acreditadas y el instituto les entregará las claves de acceso al portal electrónico, en el cual podrán descargar materiales y herramientas que les ayuden a completar los proyectos de promoción del voto y participación ciudadana.

Quizá debamos de señalar que este es un gran esfuerzo del INE y desde luego la mejor oportunidad que tienen las organizaciones de la sociedad civil para hacer que los ciudadanos salgan a las urnas el primer domingo de julio venidero y con ello dar un revés al abstencionismo que siempre se pavonea en los procesos electorales de nuestra democracia mexicana.

Y es que, todos somos muy buenos para criticar a los candidatos y a sus partidos políticos, es más, hasta a los candidatos independientes, obvio, y bien malos para salir a votar y expresar con nuestra participación en las urnas la permanencia o el cambio de quienes están al frente de las instituciones, porque el voto lo determina.

Desde nuestra perspectiva, aquello que hacen los actores de los procesos electorales, es insuficiente para que los ciudadanos con credencial para votar vayan a las urnas, así que, actuar en función de la convocatoria lanzada por el INE para que las organizaciones sociales, a fin de que apoyen en la promoción del voto, es una alternativa que funcionará, porque son los ciudadanos los que llaman a los ciudadanos a votar.

Además, será bien interesante que, por un llamado de los ciudadanos y en un escenario donde los ciudadanos reciben y cuentan los votos, los resultados de la participación en las urnas mejores del cielo a la tierra, si pensamos que, mientras más alto sea el porcentaje de votos respecto al padrón electoral, la legitimación de los ganadores de cargos electorales, dará fortaleza a la democracia.

Se supone que, en Tamaulipas habrá muchas organizaciones que trabajarán por la promoción del voto, aunque, hay que esperar al 30 de marzo para saber cuáles fueron autorizadas por el INE y, por tanto, podrán entrar al escenario del proceso electoral bajo principios elementales, como, velar por que el sufragio sea universal, libre, secreto, directo, personal e intransferible y se orientará a motivar que su ejercicio sea razonado, informado y desde luego también en libertado.

Las organizaciones se enfocarán a informar a los ciudadanos sobre sus derechos y obligaciones políticas, sobre la importancia de su participación pacífica y democrática para resolver los problemas públicos. Se les proveerá conocimiento sobre el funcionamiento del sistema electoral mexicano y el papel que juega la ciudadanía en la organización y la vigilancia de las elecciones, así como, la forma de intervenir en la supervisión y exigencia a las acciones de las y los gobernantes.

Por otra parte, debe quedar claro, que en ningún caso se aceptarán, en el marco del a promoción del voto y de la participación ciudadana, los actos o los medios de cualquier índole en los que se realicen menciones, alusiones, imágenes o contenidos encaminados a influir en las preferencias de las y los electores, a favor o en contra de aspirantes, candidatos, coaliciones o partido político alguno.

El punto es promover el voto y la participación ciudadana clarita, es decir, pedir a las personas que vayan a votar como un acto de responsabilidad cívica y desde luego, los miembros de las organizaciones deben de abstenerse a participar en cualquier acto que genere presión, compra o coacción del voto al electorado o que afecte a la equidad en la contienda.

Para ser concretos y legales, en atención al Artículo 129 del Reglamento de Elecciones, a la cláusula Décima Tercera de la Convocatoria para las organizaciones, éstas solo podrán promover la participación ciudadana y el voto libre y razonado en el territorio nacional y no podrán contratar o difundir propaganda en medios electrónicos como la radio y la televisión.

También la convocatoria señala que las organizaciones ciudadanas acreditadas deberán registrar en forma periódica, en el portal electrónico, la programación de sus actividades, con el fin de compartir información y que el resto de las organizaciones que forman parte de la red, puedan participar sí así lo consideran pertinente.

Para que no haya lugar a dudas sobre el esquema en el cual deben de conducirse, los directivos de las organizaciones acreditadas, podrán solicitar en forma directa, la asesoría de las Juntas locales Ejecutivas del INE y en el caso de Tamaulipas, el IETAM, para que conozcan toda la información sobre el reglamento de elecciones, la normatividad electoral y los materiales de apoyo que están a su disposición.

Por donde quiera que se vea, promover la participación ciudadana en las urnas y el voto entre los tamaulipecos y los mexicanos, es un arte y como tal tiene que entenderse, de lo contario, las organizaciones acreditadas para ello, se quedarán corto y de nuevo tendremos niveles de participación que apenas rebasen el 50 por ciento de los listados nominales, situación que implica una deslegitimación de las personas que llegan a los cargos públicos vía el voto.

Dicho en otras palabras, el voto fue suficiente para llegar a los puestos, pero, no necesario para hacer de los ganadores de los puestos a personas legitimadas por la voluntad popular, llegaron y ya, por tanto, igual se pueden ir cuando llegue el momento de la nueva elección, aspecto que implica ya sea el arrepentimiento de los ciudadanos o porque no decirlo, el fracaso de la gestión al frente de las instituciones públicas.