Columnas

Qué magno es saborear las mieles del poder en las venas; horrible la caída del precipicio, ya sin amigos

EL COLUMNISTA

Por: Ramón Escalante González

Qué magno es saborear las mieles del poder en las venas; horrible la caída del precipicio, ya sin amigos y una bola de enemigos, que en poco tiempo tendrán el mismo o peor destino que el anterior.

Y lo digo por el ex Gobernador Eugenio Hernández Flores, aquél hombre que un día vi crecer en política tan rápido como la espuma, ese Gobernador de Tamaulipas en ese entonces al que todo mundo admiraba, quería saludarle, las mujeres ver sus ojos azules y los hombres recibir dinero del personaje en mención.

Nunca imaginé ver a un hombre que tuvo tanto poder y fama, admirado por las familias Tamaulipecas, caer como un Halcón, ahora sus más fieles “amigos”, aquellos ex colaboradores de su Gobierno, que recibieron dinero a manos llenas, lo niegan tres veces como el gallo a Jesús.

Yo no estoy defendiendo a ningún cabrón aclaro, aquel que esté libre de pecado que arroje la primera piedra, lo único que puedo ver de todo esto, es que si el señor debe de algo que la Justicia sea la encargada de fijar su culpa, en lo personal no me atrevería a decir si es culpable o no.

Saborear y probar el poder, tan solo una tajada, marea enferma a los Servidores Públicos aquellos que se sienten tocados por dios y sienten que será eterno, lo único que les puedo decir a todos ellos jamás trates mal a un periodista porqué al final te hará pagar por ello, somos un fuerte fusil de alto poder a distancia con un tiro de precisión con probabilidades de ejecutar de 99 por ciento, siempre habrá alguien dispuesto a pagar por esa bala certera.

Hoy algunos de esos fusiles han alcanzado a Eugenio Hernández Flores.

Políticos, funcionarios Municipales, aguas nadie está por encima de la ley, el poder político se acaba, las plumas prevalecen, muera el rey viva el nuevo rey…

Moraleja lo que haces mal en esta vida se paga, en algún momento el destino se encarga de cobrar la factura.

Eugenio Hernández Flores, trato, pisoteo, e hizo lo que quiso con un Presidente Municipal, que levantó la mano para aspirar a la Gobernatura, en aquel entonces, hoy ese hombre paso la factura.

El que le entendió, le entendió y el que no se chingo, dijo el borracho en la cantina.