Columnas

RATIMAGOS DE CHUCHÍN

PARTEAGUAS

RATIMAGOS DE CHUCHÍN

Armando Berrones González

En la jerga política existen frases que han quedado indeleblemente en la memoria de los mexicanos y en particular en los tamaulipecos. Se consideran apotegmas, aunque cínicos, muchos las esgrimen para mantener el status quo y seguir administrando la jodencia en la sociedad a la que supuestamente gobiernan. Echemos un vistazo: “Mano de Hierro, guante de terciopelo”, “un político pobre es un pobre político”, Enriquécete y Vencerás”, “Por encima de la Ley, la amistad” y “Averigua el talón de Aquiles de amigos y enemigos”, entre otras lindezas, apuntalan el sistema caduco y preñado de acciones tendientes a justificar lo injustificable.

Lo anterior viene a cuento pues el pasado mes el diputado local, Ramiro Salazar puso el dedo en la llaga al señalar que en el municipio de Matamoros existen una suerte de súper asesores del alcalde en turno, Jesús de la Garza, quien los mantiene y detiene con sueldazos sin parangón (35 mil pesos per cápita) y que ya que quisiera cualquier padre de familia para llevar algo de pan a su mesa.

“En realidad son aviadores porque no asesoran a nadie. Es lamentable, por ejemplo, que aparezca como asesor Roberto González Barba, porque es de Tampico y además siempre ha sido delegado de un partido político en los municipios”, sostuvo el legislador.

Dijo que el alcalde tiene la obligación de informar a detalle la situación de cada uno de esos presuntos asesores.

“Ahora resulta que son más asesores que funcionarios. Y lo peor es que también lo de los sueldos es una simulación porque estoy seguro que ganan el doble o triple de lo que se dice, señaló.

Es justo mencionar que en la página del Ayuntamiento de Matamoros, que debiera estar disponible y que- obvio ya la ocultaron- aparece la lista de los más de 40 asesores y damnificados priistas de los gobiernos de Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, quienes siguen pegados a la ubre gubernamental. Se trata de los políticos a Homar Zamorano, Salvador Treviño, Alejandro Ostos, Ulises Pérez, Humberto Zolezzi García, entre otros, cuyos nombres no figuran tanto, quienes están “nadando de muertito”, pues está claro que el municipio no tiene los recursos indispensables para dar cauce a las ingentes necesidades de los ciudadanos y menos con esos salarios, tras el paso voraz de la ex alcaldesa Leticia Salazar. Y no los tiene, incluso, porque esta clase política depredadora sólo está viendo cómo mantener sus prebendas y seguir dorándole la píldora al miserable pueblo de Matamoros.

No hace mucho un colega regiomontano que anduvo por estas tierras, me comentó que Matamoros era un rancho y tenía un atraso de más de 50 años, al cotejarlo con su ciudad. Le contesté: “Claro, con estos políticos avariciosos, prepotentes y de una mezquindad ilimitada, es lógico esperar eso y más”. Del agua estancada, sólo brotan renacuajos.

ESCORRENTÍAS

Por otro lado, el alcalde tiene en sus manos la papa caliente que le dejó su antecesora, Lety Salazar, equivalente a los 400 millones de pesos que muestran la insolvencia de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros, su estado de quiebra que, aunque lo desmientan, se encuentra en fase terminal, prueba de ello es que ya aprobaron endeudarse vía participaciones federales para darle viabilidad técnica, lo cual, bien mirado, es sólo hacerle al Tío Lolo, porque ese es un cadáver insepulto… ¡ahh! y ni piensen que de ahí saldrán los recursos para la reelección municipal.

Chuchín tiene que moverse a nivel federal para conseguir dinero porque está más claro que los recortes presupuestales lo dejarán atado de manos y si se quiere reelegir los va a necesitar en macolla. Más aún, ¿cómo pretenderá venderse políticamente si no muestra obras ni atracción de inversiones productivas a la ciudad?

Esta historia continuará…