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Revelan correspondencia secreta de AMLO y La Quina

 Por FERNANDO ORTEGA PIZARRO 

TOMADO DE… http://www.cronica.com.mx/

Los intentos de Joaquín Hernández Galicia, La Quina, por retomar el control del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), a sus 81 años de edad, tienen un aliado: Andrés Manuel López Obrador, jefe de Gobierno del Distrito Federal. Esa simpatía y lealtad se la mostró desde que era presidente del PRD y fue a visitarlo en un par de ocasiones en el Reclusorio Oriente, en 1997, en donde el exdirigente purgaba una pena de 13 años y 15 días por homicidio y posesión de armas de uso exclusivo del Ejército. El 21 de agosto de 1997, Hernández Galicia envió de su puño y letra el siguiente agradecimiento: Lic. Andrés Manuel López Obrador Amigo Verdadero, los compañeros (Arnoldo) Sauza y (Mario) Galicia, me han informado de tu intervención, gracias y más gracias, por acordarte de nosotros, pues ya estaba un poco decepcionado, pues de verdad estoy a base vivo por tanto dilatador arterial que tomo, con ellos te mando puntos de vista para derrotar la razón de Estado, que es vergonzante cuando se utiliza para asesinar con cinismo, a gente que como nosotros expusimos nuestros mejores años, para evitar el entreguismo cínico de nuestra nación. Tu mejor amigo, Joaquín Hernández Galicia. La Quina —a quien el ex tesorero sindical petrolero Héctor García Hernández, El Trampas, lo denunció en su momento como cabeza de una organización criminal, y el actual dirigente del STPRM, Carlos Romero Deschamps, lo señaló como “cacique de horca y cuchillo”—, tuvo otro beneficio de López Obrador: abogó por él ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y por escrito, para que a La Quina fuera preliberado. La SCJN obsequió la preliberación el 10 de diciembre de 1997 y se fue a Cuernavaca, Morelos, a cumplir su condena de 13 años. Esta es la carta que Andrés Manuel López Obrador, siendo presidente del PRD, envió el 9 de diciembre de 1997 al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Vicente Aguinaco Alemán, como si estuviera defendiendo a uno de los suyos: El propósito de esta misiva es el de solicitarle que en la revisión del amparo RP 757/97, la Suprema Corte de Justicia de la Nación actúe con estricto apego a derecho. Le pedimos lo anterior porque se trata de la libertad de Joaquín Hernández Galicia, quien es víctima de represalias del Poder Ejecutivo, en particular del Secretario de Gobernación. En ningún momento y ante ninguna circunstancia nosotros le pediríamos que este asunto se resolviera sin apego a la legalidad; por el contrario nuestro partido sostiene el principio de que ‘al margen de la ley nadie, por encima de la ley nada’ En pocas palabras, queremos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación actúe como faro de la ley y tenga la arrogancia de sentirse libre ante los otros dos poderes. Posteriormente, ya en el gobierno del Distrito Federal, López Obrador pidió a Alejandro Gertz Manero, secretario de Seguridad Pública Federal —a la que correspondió la aplicación de las normas mínimas para internos y la libertad preparatoria—, que intercediera para trasladar a La Quina de Cuernavaca a Ciudad Madero, el último bastión de su feudo petrolero, deseo que se cumplió en febrero de 2001, refirieron Arnoldo Sauza y Mario Galicia, ex integrantes del Comité de Defensa de Trabajadores Petroleros. Al saber de estas gestiones, La Quina envió un nuevo agradecimiento al jefe de gobierno del DF, el 31 de enero de 2001: Lic. Andrés Manuel López Obrador Por conducto de tus amigos que te admiran Arnoldo Sauza, Mario Galicia y José Garfias me he enterado que no te has olvidado de nosotros. Espero que tu ayuda, se realice pronto, pues la altura (de la ciudad de Cuernavaca), nos está matando a mi esposa Carmelita y a mí. Mi hijo Joaco Hernández Correa, exdiputado por el PRD, por Cd. Madero, Tamps., se me ha vuelto un titán, defendiéndonos para regresarnos a Cd. Madero parte baja. Por tu buena acción, te mando un abrazo bien fuerte, por ser nacionalista, esperando cruces tantos precipicios que te están fabricando. Tu mejor amigo, Joaquín Hernández Galicia. A la postre se vio que una de las urgencias de La Quina por regresar a Ciudad Madero eran los bienes que había acumulado durante su hegemonía sindical y que tenía con prestanombres. Según la revista Hora Cero, de Reynosa, Tamaulipas, al llegar a Ciudad Madero inició la recuperación de sus “tesoros”. Pero también comenzaron sus intentos por recuperar el sindicato petrolero, la pieza más preciada, cuya dirigencia busca desde hace tres años. En el 2002, los seguidores de Hernández Galicia —a mayoría jubilados— intentaron tomar el edificio sede del sindicato petrolero. Hubo un enfrentamiento con trabajadores en activo. Policía y granaderos del Distrito Federal permanecieron a distancia y no intervinieron, pese al reclamo de los petroleros. Así lo dispuso el gobierno del Distrito Federal. El PRD también apoya a grupos disidentes del sindicato petrolero, con el propósito de ayudarlos a que tengan una convención para destituir a Romero Deschamps. El pasado 31 de julio, La Quina se presentó como el presidente honorario de la Coalición Nacional de Trabajadores Petroleros, dijo que encabezaría la disidencia para quitar a Romero Deschamps del sindicato petrolero, y que llegaría otra vez al poder sindical para instaurar el voto libre y secreto, derecho que, por cierto, no se lo permitió a los petroleros y que le permitió mantener un cacicazgo sindical por 30 años. En los últimos días presentó ante la PGR una denuncia por despojo de bienes del STPRM que se dio luego de que La Quina fue detenido el 10 de enero de 1989, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y a pesar de que en ese tiempo Romero Deschamps no era el dirigente del sindicato, sino Sebastián Guzmán Cabrera, que murió de enfermedad tiempo después. Según la revista Hora Cero de Reynosa, Tamaulipas, denuncias por desvíos de recursos y enriquecimiento desmedido que cometió durante su hegemonía sindical, como la que presentó Hebraicaz Vázquez dirigente de Movimiento Nacional Petrolero, el 23 de noviembre de 1983, siempre se les dio carpetazo. * Proceso penal 10 de enero de 1989. El Ejército detiene a Joaquín Hernández, en su casa de Ciudad Madero, dando fin a una hegemonía sindical de 30 años. 1993. Arnoldo Sauza y Mario Galicia, sus amigos de muchos años, forman el Comité de Defensa de Presos Petroleros para atender el caso de La Quina. 1996. El magistrado José Luis Villa le deja una sentencia definitiva de 13 años y 15 días y sólo se le reconocen dos delitos: homicidio y posesión de armas de uso prohibido. 9 de diciembre de 1997. La Quina logra su libertad preparatoria. Gobernación condiciona su salida a la permanencia del dirigente petrolero en la ciudad de Cuernavaca. 3 de febrero de 2001. Tras insistir varios meses, consigue que lo trasladen a Ciudad Madero, en donde termina su condena de 13 años y 15 días de prisión. Joaquín no tiene principios ni moral: Sauza y Galicia Acercar a Andrés Manuel López Obrador con Joaquín Hernández Galicia, llevarlo al Reclusorio Oriente donde se encontraba confinado, fue uno de los múltiples esfuerzos que hicieron Arnoldo Sauza, Mario Galicia y José Garfias, por casi una década, para defender y liberar a La Quina. Desde el Comité de Defensa de Presos Petroleros, que encabezaron, le dedicaron tiempo, sacrificaron profesiones y familias, expusieron la vida, echaron mano de sus relaciones e incluso pusieron dinero de su bolsa para sacar de la cárcel al otrora poderoso líder petrolero. Una vez que lo preliberaron; una vez que lograron que fuera trasladado de Cuernavaca, a donde lo habían remitido para que terminara su condena de 13 años, a Ciudad Madero; una vez que se fortaleció económicamente al recuperar propiedades que tenía con prestanombres y convertirse en constructor de viviendas; y una vez que agarró un nuevo aire para intentar recuperar la dirigencia del sindicato petrolero, Hernández Galicia, lejos de reconocer su esfuerzo, menospreció su capacidad, los minimizó. De lo que hicieron Sauza, Galicia y Garfias, La Quina expresó: «Tanto que trabajaron mis amigos y nadie les hacía caso». En entrevista, los tres coinciden: «Joaquín no tiene principios, moral». En una carta, fechada el 7 de agosto de 2002, le recordaron con detalle todo lo que hicieron por él: reuniones con organismos de derechos humanos, nacionales e internacionales, como Amnistía Internacional y la ONU; reuniones con altos dirigentes del clero católico, y reuniones con legisladores de las Cámaras de Diputados y Senadores, y de la Asamblea de Representantes. Lograron, por ejemplo, que más de 250 diputados se pronunciaran por su libertad, y en lo individual de políticos de renombre como Heberto Castillo, Miguel Angel Conchello y Adolfo Aguilar Zínzer, Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas. Hicieron gestiones directas en la Presidencia y diversa secretarías, principalmente la de Gobernación; visitaron a dirigentes priístas como Beatriz Paredes, Fidel Velázquez, Leonardo Rodríguez y Elba Esther Gordillo, y tuvieron reuniones con abogados especialistas en derechos humanos. Organizaron y realizaron marchas, mítines y foros de discusión. Se entrevistaron con los secretarios de Gobernación : Esteban Moctezuma, Emilio Chuayffet y Francisco Labastida, y con dirigentes de organizaciones sociales. La labor que hicieron en prensa escrita, radio y televisión fue intensísima, tanto en medios nacionales como extranjeros. A todos los reporteros los llevaron al Reclusorio Oriente a entrevistar a La Quina. Le recuerdan la difusión en los periódicos nacionales y extranjeros del pronunciamiento de los 17 Congresistas de los Estados Unidos al presidente Clinton, donde defienden a los presos político de México. También el artículo del periódico TheNew York Times de la periodista Julia Preston después de visitarlo en el reclusorio. Por tal motivo, expresan en su carta a La Quina: «Estas y muchas actividades llevamos a cabo para apoyarlo, lo hicimos con mucho sacrificio, la mayor parte con nuestros propios recursos económicos, sacrificando a nuestras familias, teniendo que disponer de tarjetas de crédito y vernos obligados a vender lo poco de nuestro patrimonio familiar, pero lo hicimos con la convicción de apoyar al amigo en desgracia».