ColumnasTitulares

Reynosa violenta

Tribuna

Por Javier Terrazas

Reynosa violenta

La ola de violencia que afecta a la zona fronteriza de Tamaulipas  y con especial énfasis a Reynosa,  está mandando señales muy negativas de la entidad al país y al extranjero.

Se trata de la ciudad con mayor dinámica en el sector de la industria maquiladora en la entidad, así como la mejor ubicada para el noreste del país para el intercambio con Texas.

Una gran cantidad de residentes de Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí y Veracruz que con regularidad acuden al Valle de Texas de compras, turismo o negocios, cruzan por Reynosa.

Y la última semana, que tuvo dos puentes importantes en el calendario escolar y laboral,  los cruces internacionales de Reynosa estuvieron con muy escaso aforo.

La violencia en las calles, los hechos graves que se han registrado desde los bloqueos de avenidas importantes, enfrentamientos entre bandas delictivas, operativos policiales y la información adicional que circula en redes sociales, apanicó a muchos.

Reynosa, lo he citado en múltiples ocasiones, es para Tamaulipas una ciudad estratégica por su ubicación geográfica en la franja de 371 kilómetros de frontera con Texas.

Su rol de hermanar a la frontera desde Nuevo Laredo y la ribereña Río Bravo, Valle Hermoso y hasta Matamoros, le da un liderazgo importante.

Sus medios de comunicación escritos, electrónicos, radio y televisión, tienen un gran alcance y por tanto influencia en una zona más amplia.

Cuando se trata de cosas buenas el impacto positivo para la ciudad se traduce en beneficios relevantes.

Pero cuando lo que ocurre son situaciones negativas como la batalla campal entre grupos delincuenciales para tomar el control de la plaza, ante la vacante de la eliminación del capo, y la falta de control por los tres niveles de autoridad, los daños son mayúsculos.

Tras una semana de zozobra por la presencia de los grupos armados, los intentos insuficientes de las fuerzas federales y estatales por contenerlos y la alteración de las actividades ordinarias, es urgente una incursión más fuerte de la federación.

No puede ni debe permear en la información de los medios de comunicación tradicionales y en redes sociales que son más fuertes los grupos delictivos que las autoridades.

Y es que de la zozobra que incluyen auto-encierro, restricción de las acciones ordinarias, luego  vienen los escapes o fugas de capitales, inversiones, recursos humanos y tecnológicos.

Obligado es, por tanto, el control de la situación  de violencia y riesgo que se sigue registrando en las calles, colonias, centros comerciales y avenidas principales de esa populosa e importante ciudad.

Habrá que mostrar los buenos oficios políticos y la relación con las instancias federales, como los Secretarios de Defensa, Marina y de Gobernación, para que acudan a esa plaza a refrendar el respaldo y fortalecer la estrategia.

La crisis lo amerita. Las autoridades municipales y estatales están rebasadas.  Los hechos así lo revelan.