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SALARIOS DE HAMBRE, Y SUELDOS MONÁRQUICOS

CUADRANTE POLÍTICO

POR FERNANDO  ACUÑA PIÑEIRO

SALARIOS DE HAMBRE, Y SUELDOS MONÁRQUICOS

Entre el Día del Trabajo, y el Día de las madres, no hay mucha distancia. Y no me refiero a la fecha  sagrada que tenemos todos los mexicanos, sino a la máxima  palabrota que usamos para expresar nuestro desacuerdo, nuestro hartazgo y  rotundo rechazo  a  un  salario obrero que sigue por los suelos, mientras que los productos de primera necesidad, siguen  subiendo de precio.

El salario mínimo  de 88.36 pesos que entró en vigor  el pasado diciembre,   y que  representa un incremento  de  3.9 por ciento, en relación a  los 88.04 pesos  establecidos anteriormente,  es un  reverendo recordatorio maternal para  los asalariados del país.

Es tan indecoroso  y tan anti constitucional que  ni siquiera  las organizaciones patronales, estuvieron de acuerdo. Este aumento   de caricatura no satisfizo ni siquiera  las demandas  de  los  organismos oficialistas, como el  mal llamado Congreso del Trabajo, o  ese museo  de cera, en que se encuentra convertida la CTM.

El salario mínimo  en México, actualmente  se encuentra  por debajo de las recomendaciones formuladas por el Consejo Nacional  de Evaluación, (CONEVAL),  de la política de desarrollo social. Por si esto fuera poco, la famosa Comisión Nacional  de Salarios  Mínimos, (CONASAMI,  está encabezada  desde hace muchos años, (1991) por un  personaje  de nombre Basilio González, cuyo cinismo no tiene límites, pues  el señor gana  173 mil pesos mensuales.

Solo en un país como México, nos  encontramos con casos   grotescos  que  explican por si solos,  el  mal humor social  del ciudadano promedio. No puede ser de otra manera, cuando un funcionario  parásito  del  dinero público,  se embolsa  17 mil 409 pesos mensuales, más  una compensación  de  156 mil , con veintisiete pesos, lo cual da la cifra  citada en el párrafo anterior.

La  infeliz circunstancia  de  tener un salario diminuto,  genera  en los hechos, consecuencias  de  empobrecimiento  y hambruna entre  la población en general. La  desgracia  de los bolsillos mexicanos,  provoca  el colapso  de la derrama económica, lo cual afecta no solo al sector obrero, sino también  a los empresarios.

La   amplia brecha existente, entre el salario de los trabajadores,  y  los salarios  millonarios y principescos que perciben las élites del poder público y político en México, constituyen actualmente  uno  de los fenómenos más brutales,  en materia de  injusticia y desigualdad.

Actualmente, un ministro de la Suprema  Corte  de Justicia, gana 388 mil , 231 pesos mensuales. Al año, sus sueldos son  de 4 millones, 658 mil, 775 pesos. Los consejeros del INE, perciben 249 mil, 546 pesos al mes. Los miembros del Consejo de la Judicatura Federal,  reciben mensualmente 246 mil pesos mensuales. Los magistrados del Tribunal Electoral, un sueldo similar  de 246 mil.

Los líderes  de las cámaras legislativas,  ganan en promedio de 211 mil a 221 mil pesos por mes. Los senadores,  se benefician de  emolumentos que alcanzan los 157 mil pesos. Entre los gobernadores del país, el que actualmente gana  un mejor salario, es  el que preside una entidad norestense, y su sueldo  es de 151 mil, 372 pesos.

Hasta  hace poco, un  sueldo de un Secretario de Estado, en el gabinete  de Enrique Peña Nieto,  oscilaba entre  147 mil y 124 mil pesos. Actualmente  un diputado federal  gana poco más  de 121  mil pesos mensuales.

Mientras tanto, los líderes  de los partidos políticos  reciben una  cantidad  que va de los 72 mil  a los 47 mil pesos, aunque  eso solo corresponde, a  lo estrictamente  oficial, sin contar  otro tipo de  ingresos, muchos  de ellos producto de la corrupción  y las complicidades.

Solo de esta forma se puede  explicar que  una dirigente nacional  del PRD, como lo fue Alejandra Barrales, apareciera como  la más modesta y austera, con un salario mensual que no llegaba a los  50 mil pesos.

Pero en los hechos  es dueña de una residencia de  trece millones, ubicada en el exclusivo sector  de  las Lomas  de Chapultepec. Pero también posee un lujoso departamento cuyo costo  alcanza casi el millón de dólares, en Miami Florida.

¿De dónde obtuvo tanto dinero, la dirigente  Barrales, con  un sueldo que no pasaba de 24 mil pesos quincenales?

En el 2009,  se  aprobó una ley, que prohibía  que políticos  y funcionarios en México, ganasen más que el Presidente de la República. Actualmente, el salario de  Enrique  Peña Nieto de acuerdo al incremento aprobado  por  la cámara de diputados, es  de 188 salarios mínimos al mes.

Peña Nieto cuenta  actualmente  con una prima vacacional de 14 mil pesos  y  un aguinaldo que llegó a los 82 mil pesos.

En contraste, el salario mínimo en nuestro país, del año 2000, al 2017, solo había crecido 42.14 pesos. La percepción  salarial actual, condena a la mayoría de los mexicanos, a vivir  en la pobreza. Sesenta y dos millones  de personas  viven…o sobreviven con un ingreso inferior  a la línea  de bienestar.

Lo anterior  explica, el porqué, cada elección para gobernador  o Presidente de la república, para diputados federales o senadores,  en este país, se ve  afectada  por  el voto del hambre.

Los políticos abusivos, siguen medrando  con  las necesidades elementales  de la población.  Es así como les compran su voto, por una  raquítica despensa, o bien el día de la elección, les dan algún dinero, y los obligan a sufragar por  sus  candidatos. En esta elección 2018,  se dice que hay órdenes de algunos gobernadores, para que chequen el voto a favor  de sus candidatos, utilizando las fotos del celular.

Es terrible y descarnada  la realidad que  se oculta, atrás  de un salario mínimo, que no alcanza ni siquiera los niveles de una limosna callejera.

Una realidad así, es la que subyace en el fondo de un país de imparable violencia delincuencial, como la que se padece en México.

Eso es lo que asoma, hoy Primero de Mayo, día del trabajo.

PROMUEVE LA SAGARPA, NICHOS DE MERCADOS AGROALIMENTARIOS

El  Secretario  de SAGARPA, Baltazar  Hinojosa Ochoa,  se acaba de reunir  con los productores porcinos del país, y juntos acordaron,  dar un mayor impulso a esta industria, mediante  la ampliación de los mecanismos  de cobertura, y ordenamiento del mercado. El Presidente de la  Confederación  de  Porcicultores  Mexicanos, José  Luis  Caram, agradeció el apoyo  de la SAGARPA, y a su vez, se comprometió a hacer lo necesario, para elevar  el consumo nacional  de este producto, que actualmente  registra un déficit, en relación con  el promedio global.