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¿SE LE CAYO AL HERMANO?..¿Y GANÓ EL HIJO?

CUADRANTE POLÍTICO

POR  FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

¿SE LE CAYO  AL HERMANO?..¿Y GANÓ EL HIJO?

Hace algunos días escribí que, si el Presidente decidía en función de la genética sexenal, el más favorecido con dicho escenario, no era precisamente  el multicitado José  Antonio Meade, sino Aurelio Nuño. Hoy, con lo que acaba de decir  EPN, mis sospechas aumentan.

Parece que Peña  Nieto  está molesto, y el tono de sus frases directas, lo atestiguan. El Presidente no es de los que le quieren jugar al inteligente. Es pragmático de última generación, y no se anda por las ramas.

Peña Nieto, el dueño del dedo, disfruta sus últimos momentos de poder incompartido. Peero los aprovecha, para  hacer declaraciones que aumentan el suspenso.

Como en su tiempo, lo hizo Salinas, con aquel, “no se hagan bolas”, Peña sigue jugando con la angustia de la clase política. La atmósfera  de la confusión acaba de alcanzar su punto más alto, cuando al emitirse la convocatoria para destapar  al abanderado presidencial  del tricolor, EPN  asegura  ante la concurrencia nacional que, andan despistados. Y sentencia que el candidato no se elegirá entre elogios ni aplausos.

¿Será entonces un acto frio, seco,  sin la emotividad  acostumbrada, inusual  y atípico, al más puro estilo  tecnocrático?

Y  ante todo, ¿entonces quien va  por fin..¿Meade quien  por cierto acaba de recibir  elogios  de su amigo Videgaray? Las palabras  del Presidente tienen un destinatario concreto, en su Secretario de  Relaciones  Exteriores, que ya se siente, o  se sentía,  el verdadero factor  de decisión?

En esta columna también  lo he dicho: si el candidato  es Meade, los mexicanos nos quedaremos  con la sensación  de que, el candidato no lo, puso él, sino, Videgaray. Pero  nada está escrito aun.

Recuerden que el factor pudo haber pesado, pero  si  el TLC  ya  fracasó, entonces, me parece que la  Casa  Blanca,  como  factor  de decisión,  no va a pesar tanto, como en cambio  sí sucedió  en los casos de Salinas  y de Zedillo, por ejemplo.

Por ese precipicio, podría  caer la esperanza  del todo poderoso Videgaray  y de su grupo.

Pero, aun y cuando suene a lugar común, la verdad es que, en la lucha por el poder, nada puede darse por seguro.

Le adelanto que, en caso de ser Nuño, el ungido, es muy probable que Enrique  Ochoa  Reza, siga en el CEN del PRI. Ya comentaremos  después, lo que se derivara con ello para el priismo de Tamaulipas.

Si la frase  de  Peña Nieto, esa que  cabecean ya desde ayer los periódicos nacionales: “andan despistados”, le salio del corazón, ganó Nuño, el hijo. Si en cambio, la dijo calculadoramente, y  nos está engañando con la verdad, y sigue siendo Meade.

Ya no falta mucho para saberlo.