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Semana clave

Tribuna

Por Javier Terrazas

Semana clave

En la lucha contra la delincuencia organizada en Tamaulipas el respaldo del gobierno federal es fundamental.

Los casi seis años de abandono que en ese rubro se dieron en el gobierno de de Vicente Fox, fueron letales.

Lo mismo que los primeros años del gobierno de Felipe Calderón quien llegó más preocupado por legitimarse, que atender la problemática en ese rubro.

Una omisión que no se cita en los discursos actuales de reparto de culpas, pero que está más que documentada.

Sin embargo, más allá de cuántos años tiene el fenómeno del crecimiento desmedido de la delincuencia organizada y sus efectos nocivos en la economía y seguridad, no es un asunto relevante para las nuevas generaciones.

La urgencia y exigencia es que quienes tienen la responsabilidad actual, tanto en la federación como en la entidad, establezcan los mejores acuerdos y lazos de cooperación para avanzar en la recuperación de la tranquilidad y paz.

Hace tres años, un 13 de mayo de 2014 el gobierno de Enrique Peña Nieto, ajustó estrategias en la lucha contra la delincuencia organizada en Tamaulipas.

Fue precisamente en Reynosa,  asiento de la Octava Zona Militar y de la Delegación de la PGR, donde el gabinete federal de seguridad, encabezado por el Secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio y el Secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, lo anunciaron.

Desde entonces hay una nueva estrategia que según las estadísticas del gobierno federal, permitieron avances.

Sin embargo,  la cruda realidad es que no han sido suficientes para el regreso de las condiciones de seguridad que requiere la población para el desarrollo de sus actividades normales.

La mejor muestra mayor está en Reynosa, que durante las últimas dos semanas ha sido un campo de batalla entre grupos delincuenciales que se disputan la plaza y entre delincuentes y fuerzas federales-estatales.

Un saldo de 25 muertos entre ellos un policía y otros ciudadanos aparentemente ajenos a actividades ilícitas, revelan lo delicado del asunto.

El trabajo de los elementos de la Secretaría de Marina, de la Secretaría de la Defensa, de la Policía Federal Preventiva, de Fuerza Tamaulipas y de la Policía Ministerial, de los días recientes, permiten ajustar la percepción de que se retoma el control por las autoridades.

Sin embargo, el costo ha sido muy elevado, de tal forma que si es urgente un replanteamiento de las acciones del Grupo de Coordinación Tamaulipas en que participan todas esas agrupaciones.

Las tareas de inteligencia para contener por las vías neurálgicas a la delincuencia deben ponerse en operación.

Reynosa en particular y Tamaulipas en lo general requieren recuperar la paz y tranquilidad social para que ésta nueva etapa de auge petrolero y energías limpias, puedan  desarrollarse sin la sombra y contrapesos de las fuerzas delincuenciales.

Y que este sector sea la plataforma para que otros que pueden ser complementarios también se fortalezcan.

No puede ni debe seguir el espectáculo del fuego, porque este ahuyenta al turismo, los negociantes, los negocios, los capitales, el empleo y por tanto el desarrollo integral de la entidad.

Tiempo de inteligencias.