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Si no cambia el PRI desaparece

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Oscar Contreras Nava

Si no cambia el PRI desaparece

El derrumbe que el PRI vive en Tamaulipas es la demostración de un partido en decadencia que no soluciona los errores cometidos del 2016, porque sus dirigentes no han entendido, ni comprenden y mucho menos han tomado conciencia, que tienen que renovar sus cuadros por completo, ya que la ciudadanía no les cree porque siguen siendo los mismos.

Desde luego, que es por esta inconciencia que volvieron a seleccionar candidatos con el mismo perfil de los de siempre; aunque también no diseñaron una estrategia que tuvieron que atraer más simpatizantes y mucho menos crearon un nuevo mensaje con el cual pudieran convencer a los tamaulipecos.

Es por esto que perdieron las elecciones y además porque a sus militantes no les han demostrado en los hechos que son una verdadera oposición y contrapeso para el PAN que domina el panorama político en el estado.

Pero si quieren cambiar, definitivamente tendrán que reflexionar sobre su quehacer político, evaluar su labor y realizar una verdadera autocritica que los ubique en el contexto político del estado, si es que realmente quieren ser más competitivos y tener en el 2018 una digna representación en el Congreso del estado.

Y es que después de la derrota sufrida en 2016, ahora nos damos cuenta que los priistas no entendieron que tenían que desligarse de la influencia que ejercen Egidio Torre Cantú, Baltazar Hinojosa Ochoa y Manuel Cavazos Lerma, en las decisiones que toman al interior del tricolor y les siguen permitiendo que los sigan controlando.

Sabemos, porque nos damos cuenta que no llegan a comprender que estos tres priistas lo único que busca es acabar con el tricolor en Tamaulipas y sí esto aún lo siguen dudando, después de recibir por segunda ocasión consecutiva esta nueva derrota sufrida, seguirán cayendo al fondo del precipicio político hasta que reaccionen y acepten que están equivocados.

Desde que el Grupo Victoria le arrebató a Oscar Lubbert Gutiérrez la posibilidad de dirigir al priismo estatal, el destino del PRI se marcó por el estigma de la derrota, ya que el reynosense representaba una real oposición para el partido gobernante, pero le jugaron chueco, ya que tienen la mayoría de los consejeros estatales y esto provocó que se impusiera el criterio de Egidio Torre quien nuevamente los llevo al fracaso casi total.

Lo importante es que el priismo no desaparece del panorama político estatal, ya logró mantener su presencia en seis pequeños municipios de los 43 que tiene el estado y esto los obliga a que hagan un cambio real en sus dirigencias municipales, principalmente en los más grandes donde hay más competencia y electores.

Estamos de acuerdo que los dirigentes y políticos del PRI en Tamaulipas hartaron a los ciudadanos por el abuso desmedido que cometieron en los gobiernos donde estuvieron a frente, pero lo inexplicable es que esto aún no lo hayan entendido, porque siguen cayendo en la creencia que la gente les sigue siendo leal, que mantienen el voto duro, pero sino cambian esto los seguirá llevando a tener derrota tras derrota hasta que lo comprendan.

Es necesario que cambien, porque Tamaulipas no puede seguir sin liderazgos fuertes de la oposición y hablo no precisamente, porque esté en contra del PAN y su gobierno, sino porque no es saludable para la democracia que no existan equilibrios o quienes les hagan contrapesos.

Esto lo comentamos porque ahora nos hemos enterado que el Grupo Victoria quiere imponer como dirigente a Enrique Cárdenas González o bien a Oscar Almaraz Smer o Edgar Melhem Salinas y sería caer en los mismos de siempre, pero si quieren cambiar, lo primero que deben hacer es equilibrar el número de consejeros estatales y darles más a los municipios donde se tengan más electores.

El cambio del PRI en Tamaulipas debe surgir desde la militancia y no de las dirigencias, esto ya lo hicieron y para muestra ahí se tiene lo que Enrique Peña Nieto y sus colaboradores lograron al darles candidaturas “a los mismos de siempre” quienes al final de cuentan han sido los que han ido enterrando al PRI en todo el país.

Se tienen que renovar también los Consejos Políticos Municipales, ya que en la mayoría de los casos, siguen vigentes los mismos consejeros que se eligieron desde hace 18 años cuando Tomás Yarrington Ruvalcaba hizo un cambio total en el priismo del estado, porque sabía y lo sabía muy bien que teniendo el control de los consejos se dominaba al tricolor.

Lo peor del caso es que aún están como consejeros municipales y estatales, que son ex militantes que ya dieron el salto a otros partidos y ya es tiempo que los cambien. ¿No les parece?

En fin, si el PRI quiere cambiar tiene que renovar sus cuadros, darles oportunidad a los jóvenes, a las mujeres, a los viejos priistas que fueron desdeñados por los que se fueron y nunca los tomaron en cuenta, tienen que invitar a que vengan a los valiosos militantes que dejaron Tamaulipas, porque Cavazos, Yarrington, Geño y Egidio, nunca les llamaron por el miedo que les tenían, ya que sabían que por su capacidad podían quitarles el poder y ya es tiempo que vuelvan y rescaten a su partido, porque de no ser así, en la próxima elección los priistas pasaran a ser una especie en extinción si no es que acaso ya lo son. ¿Será? ¿Qué les parece?

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