ColumnasTitulares

SLIM Y LA CEGUERA DE LA PLUTOCRACIA

CUADRANTE POLITICO

POR FERNANDO ACUÑA  PIÑEIRO

SLIM  Y LA CEGUERA  DE LA PLUTOCRACIA

Obviamente, Pluto no es precisamente el perro de Disney. En la mitología griega, según Aristófanes, Pluto es el Dios de la riqueza, y se le presenta como un hombre ciego y  harapiento que entraba a cada hogar, sin saber quiénes  eran sus moradores. De esa manera igual había ricos buenos que ricos malvados.

Pero  cierto día, un agricultor llamado Crémilo se enfrenta al dilema  de formar a su hijo en la cultura de las tranzas o de la honestidad. Se encuentra con Pluto y lo lleva  a una cueva, para que le devuelvan la vista, con la intención  de que, haga a su hijo rico, y al mismo tiempo de buenos sentimientos.

En México, la gran burguesía mexicana,  es tacaña  y perversa por naturaleza, y  nunca se ha preocupado por  devolverle  la vista  a  Pluto. Su fama de agarrados, es opuesta a la filantropía de magnates gringos como Warren Buffett, Bill Gates, o Zuckerberg entre otros.

Por cierto, ayer, la empresa  de Slim  dejó a más de siete ciudades del país  sin servicio telefónico. Entre ellas  a  ciudad  Victoria.  Por espacio de hora y media, la capital retrocedió a la pre historia de las telecomunicaciones. La gente andaba como desesperada. Sin internet, sin celular, Imagínese. ¿Será  parte de la campaña  por la Presidencia de la república? La verdad es que por ese camino, no creemos que  obtenga muchos votos.

En nuestro país, las  diez  familias  más acaudaladas,  o al menos  la más  encumbrada  de ellas,  ha acumulado riquezas, gracias, primero  a los abusos,   y después a  los privilegios  y a la coyuntura de los favores  sexenales.

Los patriarcas  del clan Slim llegaron a  México, y  se radicaron en la ciudad de Tampico,  a finales del siglo XVIII y  principios  del XIX. José  Slim llegó a los 17 años  y  se  trajo  de Líbano  a sus hermanos Pedro, Elías  y  Carlos. Por su parte, Julián, el menor ( padre del magnate telefónico), arribó en 1902.

Después,  algunos de ellos, emigraron a  la ciudad de  México  y se dedicaron a  hacer negocios de mercería y de bienes raíces, durante el Porfiriato. En enero de 1909, a unos meses de  que estallara la revolución, los hermanos Slim fueron demandados por unos comerciantes venecianos, que los  acusaban de no haberles pagado una gran cantidad de mercancía ya recibida.

Lo anterior  se narra, en el libro biográfico  sobre  Carlos Slim, escrito por Diego Enrique  Osorno. Por cierto, en los tiempos  revolucionarios, los libaneses aprovecharon que no simpatizaban, ni por uno ni por otro bando, para  venderles  ropa a los dos ejércitos.

Actualmente, Slim coquetea  con la idea  de  ser  candidato, ¿independiente?, a la presidencia, en el 2018. De  acuerdo a  sus biógrafos, Slim  fue  un entusiasta defensor del PRI, desde  1980. Pero fue en el sexenio de  Carlos  Salinas  de  Gortari, donde fue nombrado como  uno de los más  poderosos vocales  de  la llamada Comisión de  Financiamiento, en la campaña de Salinas.

 La esposa  de Slim, (ya fallecida), Soumaya Domit, figuró junto con la primera dama Cecilia Occelli, en una asociación civil, encargada  de  socorrer  a la población damnificada, durante el huracán “Gilberto”. En la  sucesión de Salinas, se sabe que, Slim donó al menos  25 millones de dólares, para  la campaña  del candidato, que a la postre, (ante el crimen de Colosio) resultó Ernesto  Zedillo.

En 2014,  el ex Presidente  Carlos  Salinas,   a quien se  le adjudica todavía, haber favorecido  a Slim, con la venta de Telmex, declaró a los medios, que Telmex  se maneja como  una empresa ineficiente y abusiva. El magnate, responde en el libro biográfico, que  las declaraciones del  ex presidente, “son una bola de mentiras”. “Existe  la percepción de que el gobierno le regaló a usted un monopolio”, le dicen a  Slim, y el empresario libanes, contesta que,  eso es falso, que al que beneficiaron fue a su competidor, el banquero Roberto  Hernández.

En México,   el fantasma  del amiguismo, los privilegios  y la falta de regulaciones,  existentes en la época de  Salinas, permiten identificar esos años con  los tiempos rusos de la Pereztroika, donde  más que  las leyes  del mercado, operaron circunstancias derivadas del pragmatismo y  la ambición, especialmente, el tráfico de influencias. No es el caso de  Buffett o de Bill Gates  en USA.

En la actualidad, Slim no le hace el feo a la Presidencia de la república, para el 2018. Se confiesa amigo  de  Donald Trump. En Junio del 2015, Slim  comentó  lo siguiente: “Donald Trum opina que los mexicanos no tenemos ingenio, pero él  trabaja para mi”.

En la actualidad, si a usted estimado lector, le  sirve esto de  consuelo, le  diremos que,hasta el año pasado, cinco ricachones  mexicanos, tenían  más lana que Trump: el primero:  Carlos  Slim, Ricardo Salinas, (Tv Azteca y Electra),  Germán Larrea, (magnate metalúrgico), Eva Gonda Rivera, (viuda de Eugenio Garza Lagüera, Maria Asunción Aramburuzavala, (heredera de la cervecería Modelo).