Columnas

Transición hacia una nueva política exterior.

Factor entre dos

Por: José Efraín Caballero Sevilla

Transición hacia una nueva política exterior.

En el periodo democrático mexicano, desde el pasado siglo XX, se ha contado en nuestro país con una política exterior de cooperación y respeto a los gobiernos en el marco internacional, lo que ha sido favorable abriendo lazos de cooperación académica, económica, tecnología entre otros, con naciones líderes en los diversos ámbitos de nuestro interés.

Nuestra ubicación geográfica nos posiciona en una relación estrecha con los Estados Unidos, y prácticamente como interlocutores de este, con Latinoamérica.

Además,  México históricamente se ha caracterizado como un país mediador en los conflictos internacionales y Latinoamericanos, hoy en día la política exterior de México es prioritariamente orientada a fines comerciales, de cooperación cultural y científica.

En los últimos lustros, se ha tenido influencia desde el exterior en las diversas políticas publicas, las recomendaciones de los organismos internacionales se han llevado a cabo de manera rigurosa en suelo nacional; siendo la línea de los gobiernos emanados de la derecha, además la subordinación en materia internacional, situación que parece tendrá una cierta variable a partir de este 1° de diciembre.

Con la llegada al gobierno Federal de Andrés Manuel López obrador y la designación del Canciller Marcelo Ebrard Casaubon; se da una transición en este rubro, ya que se impulsaran los principios de “no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacifica a las controversias y mantener buenas relaciones con todos los gobiernos y los pueblos del mundo” según declaraciones del próximo Canciller.

En el área administrativa, se prevé un adelgazamiento burocrático, ya que se considera existen demasiadas áreas que están inoperantes en el organigrama, pero el fortalecimiento de los consulados será una realidad.

Con la cercana ceremonia de toma de posesión del gobierno entrante, se ha comenzado a apreciar un cambio de filosofía, que hace ver a un México incluyente y respetuoso de la autonomía internacional, esto ante la invitación hecha a líderes de gobiernos extranjeros, que habían sido criticados por las anteriores y actual administraciones federales, por lo que inclusive, partidos opositores están pidiendo a Obrador reconsiderar la invitación al presidente Venezolano Nicolás Maduro a su ceremonia; situación que contraría su ideología de respeto y autodeterminación.

Entre las prioridades en esta materia internacional, López Obrador insistirá en una reforma migratoria en beneficio de los trabajadores Mexicanos en los Estados Unidos, y aunque parece un tema interno, la búsqueda de la justicia, el combate a la corrupción y a la impunidad se dará para recuperar y exaltar la imagen de México en el mundo.

Los Gobiernos de China y Rusia han manifestado interés mayúsculo en relacionarse con este nuevo gobierno, y el respeto manifiesto de Donald Trump; yendo aun mas allá dando señales de empatía con Obrador, dan cuenta de un buen trabajo diplomático, y el visto bueno sobre los planes de desarrollo y cooperación del Obradorismo en el marco internacional.

Es innegable la necesidad de contar con una diplomacia y un proyecto de política exterior, de parte de quien tomará las riendas del país en el próximo periodo sexenal, y lo importante, que tendrá un impacto fundamental en la dirección social, política y económica en México.

Querido lector, que pase un excelente fin de semana.

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