ColumnasTitulares

UN ENSAYO DE VIVIANE FORRESTER

LETRA PÚBLICA                                                                                                                          

UN ENSAYO DE VIVIANE FORRESTER

RODOLFO SALAZAR GONZALEZ          

Por los años de 1997, llegó al país un ensayo económico que publicó la novelista y crítica francesa Viviane Forrester, que denominó «El Horror Económico» una crítica desmesurada y realista sobre los efectos devastadores que la economía ultra liberal causaría en el mundo generando legiones de desempleados y en el otro extremo reducidas oligarquías financieras que valiéndose de los modernos medios de comunicación acumularían un enorme poder para desestabilizar por medio de las actividades bursátiles las economías de la sociedades modernas.

Este libro causó una enorme expectación en Europa y llegó a América Latina precedida de esa fama, lo que lo convirtió en un éxito de librería y de estudio profundo por parte de algunas universidades latinoamericanas que se interesaban sobre todo en el fenómeno del desempleo que ocasiona la globalización a través de las políticas que aplican en las empresas en donde la norma prioritaria es la reducción de la plantilla laboral a pesar de que las tasas de ganancia son cada vez mayores. Las empresas globalizadas crecen sobre el criterio de que se debe ganar más con menos empleados.

En «El Horror Económico» Viviane Forrester expone con lucidez los efectos psicosociales del desempleo prolongado: el empobrecimiento, la pérdida de autoestima, la autoculpabilización, la desesperanza que conduce a abandonar la búsqueda del empleo y el deterioro de las relaciones familiares. Pero la preocupación fundamental de esta francesa brillante es la situación futura de los desempleados, quienes son considerados como sobrantes e innecesarios en las sociedades de mercado modernas.

Concluyendo Forrester que las legiones de desempleados ya no son materia de explotación, por lo tanto en un futuro remoto sucederá -si no cambiamos de sistema económico- lo mismo que acontecio en los campos de exterminio Nazi.

Es un hecho que el concepto de economía global con que los principales líderes mundiales representantes del neoliberalismo internacional intentan definir al nuevo «orden mundial» que hoy  se aplica al mundo en su generalidad: Es el triunfo de unos cuantos sobre todos. Es el dominio de una clase financiera internacional sobre un sector capitalista e industrial, que no tiene la facilidad de desplazarse financieramente por todo el mundo creando inestabilidad y crisis económicas cuyos autores son incapaces de autoregular como por ejemplo sucedió en los Estados Unidos en el año 2008, cuyos efectos los estamos todavía resintiendo los mexicanos.

La característica principal del concepto Globalizador se da principalmente en la actividad bursátil Internacional. Esta mundialización, o como la llama Viviane Forrester, este «Horror Económico», debería entrelazar las naciones tanto en sus debilidades como en sus fortalezas, y no sólo provocando caídas financieras recurrentes que en su derrumbe forman auténticas oligarquías económicas que carecen en su interior de los valores que representan la justicia, la democracia, la distribución de la riqueza, la ecología. Características de toda sociedad abierta,  a la que ellos, los globalizadores, dicen aspirar.

El concepto de economía de mercado, es un concepto frío y utilitario, porque define a todos los elementos que la integran como si estos fueran una mercancía, con la que fácilmente se puede realizar actos de mercadeo. No se puede pensar entonces que existan sociedades de mercado, ya que éstas no están contempladas dentro de la economía globalizadora.

Por ejemplo el modelo económico que se usó y que tuvo mucho éxito en Chile,  es casi idéntico al que se utiliza en este país, sin tomarse en cuenta al aplicarse las diferencias demográficas, étnicas y políticas. Para nadie es desconocido que Chile proviene de una dictadura; y en ese país sólo existe el uno por ciento de población indígena; mientras que en México existe un treinta por ciento de componentes poliétnicos de raza indígena.

No es lo mismo dejar avanzar sólo al capital como sucede en México, a contrario de lo que sucede en Chile, en donde el capital especulativo, factor principal de inestabilidades bursátiles, está fuertemente gravado y sujeto a un plazo fijo, no como sucede en este país, en donde se le permite entrar y salir a la hora que quiere.

Volviendo a la consideración de que dentro del concepto de economía global se maneja internamente como soporte la reflexión filosófica de que se está creando una sociedad abierta; tal y como lo pensara en su momento, el filósofo Karl Popper, se está cayendo en una falacia. Porque toda sociedad abierta se construye sobre la idea de que reconoce sus debilidades; y que dentro de este reconocimiento a sus límites, se están dando los instrumentos para salir adelante de las crisis recurrentes que se presentan.

No sucede eso con la economía de mercado ni con el concepto de globalización mundial. Porque estos son incapaces de autoregularse, llevando dentro de sí, una especie de germen autodestructivo que nos hace reflexionar que la planetización puede provocar en cualquier momento un desorden mundial.

Lo cierto es que si la globalización no es capaz de generar en su vorágine reglas de comportamiento que garanticen las prácticas de justicia social, ésta y la economía de mercado, no podrán sobrevivir. Allí están como ejemplo las terribles crisis económicas recurrentes en el mundo que tanto daño nos han hecho a los latinoamericanos.

E-mail.- notario177@msn.com