Columnas

Una promesa de AMLO difícil de cumplir

RESEÑA POLÍTICA

Juan R. de la Sota

Una promesa de AMLO difícil de cumplir

La violencia con muertos, heridos y desaparecidos está vigente en el País, al aumentar el porcentaje de  este tipo de delitos y a la fecha la estrategia gubernamental  federal, no ha tenido la capacidad para frenar estas adversidades que mantienen alarmado, atemorizado, preocupado y hasta improductivo al pueblo mexicano.

La estrategia gubernamental federal para prevenir los delitos de su competencia, está fallando y padece el fracaso porque simplemente han sido puros discursos lo que en materia de seguridad pública le ha ofrecido al pueblo de México, pues no hay acciones policiales que comprueben su promesa de garantizar la paz y tranquilidad a los ciudadanos.

El Presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, en cada discurso promete recobrar la paz y tranquilidad, pero ya nadie le cree, dado que no hay elementos que demuestren que cumple su compromiso de lograr una pacificación en los Estados, sobre todo los considerados más violentos, pero además no hay muestras que se brinde eficiente protección a las familias, a los trabajadores, a las amas de casa, a los estudiantes, a los campesinos, a los empresarios, a los comerciantes y a otros sectores sociales golpeados por la violencia.

Los gobiernos de los Estados, con su presupuesto, están haciendo un gran esfuerzo para entregar buena protección a los ciudadanos, pero su reducido presupuesto en materia de seguridad le impide ampliar las acciones para prevenir y castigar los delitos. Aún así los mandatarios estatales cumplen con brindar eficiente seguridad, procuración e impartición de justicia, con los recursos de los que disponen.

Los gobiernos estatales han enfrentado adversidades para ofrecer mejores servicios en materia de seguridad, debido a que el Gobierno Federal, les ha reducido el presupuesto en este rubro y en otros que tienen que ver con el combate a la criminalidad, lo cual les impide atacar con mejores resultados la prevención de los ilícitos y detener a los presuntos delincuentes.

En lo que va del actual gobernó federal la violencia registra un incremento, son más los delitos cometidos, sin embargo las autoridades federales siguen con justificaciones, con promesas y evasivas. Los ilícitos de alto impacto se están disparando y evidencian incapacidad para frenarlos.

Por ejemplo, las autoridades nacionales de seguridad pública,  tienen un registro de 8 mil 493 personas asesinadas en el primer trimestre del año, representando casi un 10 por ciento  más que en el mismo periodo del año anterior, que fue considerado el más violento.

Esto comprueba que  la Federación en materia de seguridad pública, procuración e impartición de justicia está fallando, ya que se siguen cometiendo homicidios, pero lo más grave por parte de la autoridad federal, es que incurre en irresponsabilidad, dado que ni tan siquiera ha cumplido con la obligación de investigar y detener a los presuntos responsables, lo que reitera que México, sigue siendo un país  con una justicia débil y donde r impera la impunidad.

El gobierno de la República, enfrenta un fuerte compromiso de recobrar la paz y tranquilidad, esto lo prometió el mandatario nacional y si él y sus funcionarios no aceleran el paso, con seriedad, responsabilidad y eficiencia, no lo lograrán.

De promesas el pueblo está harto, lo que se necesita son las acciones de seguridad que tanto han prometido, a la fecha no hay nada, ha sido puro rollo y la gente sigue  siendo víctimas de delitos y por eso ya no les cree a las autoridades  federales y se siente defraudada  del actual Gobierno Federal, el cual promete mucho y cumple con nada.

La población se mueve con miedo y el mandatario nacional Andrés Manuel López Obrador, prometió dar resultados en seguridad en seis meses.

El Presidente López Obrador, prometió que en la medida que se consoliden las acciones para impedir que los jóvenes  sean utilizados por los infractores de la ley, los programas de apoyo y bienestar y la Guardia Nacional, la violencia disminuirá. Fijo un plazo de seis meses para dar resultados.

Apuesto doble contra sencillo que  en ese plazo no logrará bajar la violencia y si nos apuramos podría aumentar su porcentaje, pues no se ve por ningún lado como pueda ganar su propósito.

Debería  tomar en cuenta que si detiene a algunos infractores de la ley, le surgirán muchos más. Limpiar al país de la criminalidad no le serpa una tarea fácil. Ni con la muy mencionada Guardia Nacional ni con otro tipo de policías logrará pacificar al país, ni en el tiempo que dure su gobierno.

Nuevamente culpó a los últimos tres ex presidentes de la violencia imperante en el país y creo que acusarlos, no resuelve el problema, si no su función, obligación y responsabilidad  es cumplir su prometido de lograr la paz y tranquilidad, porque ya no hay tiempo para argumentos o justificaciones, dado que el pueblo requiere de protección eficiente y la necesita ya.

La corrupción, comentó el Presidente de México, era una tendencia a la alza con los ex presidentes Vicente Fox, Felipe Calderón  y Enrique Peña Nieto; aumentó la violencia  desde la época de Calderón, pero “ya nos estamos estabilizando, ya no continúa la tendencia  de crecimiento, esperamos que en seis  meses tengamos resultados”.

Su afirmación de estabilizar la violencia, muchos no la creerán, pues todos los días hay asesinatos y en cuanto a la corrupción, es probable, sí se esté eliminando, porque ha habido reformas a diversas leyes que impide la práctica de la misma.

Cambiando de tema, las autoridades de Salud de Tamaulipas, debería implementar acciones de prevención  y las recomendaciones necesarias  para evitar que los mexicanos que visiten Estados Unidos resulten contaminados con el sarampión. Esto ante el aumento  de casos de este mal registrados en el vecino País del Norte, lo cual fue reportado por la Organización Mundial de la Salud. La medidas preventivas para evadir dicha enfermedad, no sólo  deberían aplicarlas los mexicanos, sino todos los extranjeros que visiten los Estados Unidos y pueden impedirla recibiendo la vacuna, porque de no hacerlo les puede causar la muerte.

El sarampión es causado por un virus de la familia de los paramixovirus, se transmite a través del contacto directo y del aire y provoca erupciones, o granos en todo el cuerpo y síntomas  gripales. La erupción pardo-rojiza suele empezar con manchas  rojas planas en la frente; se extiende  al resto de la cara y después por el cuello y el torso hacia los brazos, las piernas y los pies.

La fiebre y la erupción desaparecen poco a  poco al cabo de unos días. El virus  infecta el tracto respiratorio y se extiende  al resto del organismo. Por ello, las autoridades competentes están alertando  sobre la conveniencia de tomar diversas medidas que eviten la propagación de la enfermedad. La vacuna sobre el sarampión es segura y eficaz, por lo que los padres de familia deberían de checar las cartillas de vacunación de sus hijos y corroborar si ya se les aplicó y de no ser así llevarlos al puesto de vacunación más cercano para recibirla.

Si va a visitar Estados Unidos, tendría que vacunarse  por lo menos con 15 días de anticipación, para evitar ser víctima de este tipo de enfermedad, que puede causar la muerte, sobre todo de niños.

En otro asunto, los candidatos a diputados locales de los diferentes partidos políticos realizan recorridos por calles y domicilios presentando sus propuestas legislativas a la ciudadanía. Es un buen gesto que vayan a buscar el voto casa por casa, ejido por ejido, comunidad por comunidad y colonia por colonia, pero mejor sería que hagan suyas las sugerencias, recomendaciones y propuestas de la gente y las conviertan en leyes, pues esto sí sería escuchar la voz del pueblo y los ubicaría, de ganar la elección, como algunos de los legisladores que sí trabajaron por los intereses de la ciudadanía.

El dato: Los soldados ni los marinos han servido en las calles, no son útiles, pues no han reducido la violencia, al menos no en Tamaulipas y el mismo comportamiento tendrá la muy mencionada Guardia Nacional, toda vez que “será la misma gata, nada más que revolcada”.