Columnas

ZONA DE MUERTE

EL FRANCOTIRADOR

   Por Óscar Jiménez

ZONA DE MUERTE

Ahora le tocó a Arturo Cortes Villada irse de este mundo con una muerte violenta.

Don Arturo fue alcalde de Nuevo Laredo hace algunos años, pero buena parte de la ciudadanía le tenía estima.

El exedil tricolor ya no vivía en Nuevo Laredo. Residía en la Ciudad de México y le estaba yendo bien en la industria de la construcción.

Al parecer solamente regresó a suelo neolaredense a la toma de posesión de Enrique Rivas Cuellar en su segundo período como alcalde.

Era hombre entrado en años y tenía muchos amigos en esa ciudad fronteriza, peor la muerte violenta lo tomó entre sus brazos.

De acuerdo a los primeros informes que se le adjudican a la Procuraduría de Justicia del estado de Tamaulipas muere por heridas de arma punzocortante.

Y el reporte que la autoridad tuvo de quien encontró sin vida a Arturo Cortés Villada (al parecer su sobrina) fue a las 13 horas.

Estaba en shorts y camiseta en su habitación de su casa en Nuevo Laredo, que aún mantenía para sus visitas esporádicas a ese puerto fronterizo.

Sin embargo, hay quienes se atreven a decir que fue por arma de fuego y por la espalda. ¡Vaya usted a saber! Pero lastima esa muerte.

Además, caso curioso, el asesinato de Arturo Cortés Villada se registra a 3 cuadras de distancia de donde fue ultimado a cuchilladas el periodista Carlos Domínguez a penas el pasado mes de enero.

Del asesinato de Carlos Domínguez hay varios detenidos en el penal de Ciudad Victoria y ese caso sigue abierto para las autoridades de procuración y administración de justicia.

Así es que algunos ya le llaman la zona de muerte a esa extensión de terreno e donde se han registrado los dos asesinatos más sonados en Nuevo Laredo en este año 2018.

Además con la muerte del expresidente municipal Arturo Cortés Villada se registra la segunda muerte violenta de un ex alcalde.

Con lo que tenemos que, los últimos gobiernos (incluyendo al de Enrique Rivas y al de Carlos Canturosas) en Nuevo Laredo arrojan la muerte con violencia de dos exalcaldes.

Curiosamente se dan estas muertes al terminar un gobierno e iniciar otro, con la única diferencia que en esta ocasión el nuevo alcalde se reeligió.

Pero por supuesto que eso no quiere decir que esos gobiernos tengan la culpa del deceso de los dos exediles, no, pero es una macabra coincidencia.

Por todo esto es que el gobierno federal debe ponerse a trabajar más fuerte en Tamaulipas, no abandonarnos y redoblar esfuerzos para sanar el tejido social.

Y la muerte del expresidente municipal de Nuevo Laredo Arturo Cortés, contrasta con la cancelación del Foro para la Pacificación y Reconciliación Nacional que se celebraría en Tamaulipas (Ciudad Victoria) el 22 de octubre próximo.

MAQUIAVELITO

…¡No puede haber paz sin justicia…y lo del asunto del perdón…pues no!

osjinu@gmail.com