Columnas

Cuando Egidio no pudo hacer su voluntad

PRESENCIA

ANA LUISA GARCÍA G.

            < Cuando Egidio no pudo hacer su voluntad

            < Diputados atrasados de noticias

            < Los números que pintan al PRI

1.- La iniciativa llevada al Congreso local para poner candados y evitar que los nombres de gobernantes de los diferentes niveles sean incluidos en placas inaugurales, es una idea que llega tarde porque ya está en vigor en Tamaulipas desde hace tiempo (quizá fue en el “americanismo” cuando se legisló el tema), sólo que las cosas se olvidan y no sabemos si en fechas recientes se hubiera contravenido la disposición.

Pero de que está prohibido incluir nombres y colores de gobernantes en láminas testimoniales, eso es un hecho y de que los señores diputados están atrasados de noticias, no hay duda.

Lo que no está prohibido, es imponer nombres de gobernantes o ex gobernantes a calles y colonias. En Matamoros luego de la detención de Tomás Yarrington hubo algunos con ideas “brillantes” que pidieron que le cambiaran el nombre a una colonia. ¿Y las escrituras a´pa? ¿Quién estaría dispuesto a volver a pagar el trámite? Y no pasó de una puntada.

Si el tema ya está en el Congreso del Estado, los señores diputados deben de estudiarlo muy bien, y esto ¿incluiría a las esposas de alcaldes y gobernadores? Porque ellas cumplen una función social muy importante, sin afanes de lucro, pero al llevar el apellido del alcalde o gobernador, de una manera indirecta promociona “la marca política”. Eso sin contar que algunas, como la de Puebla también se pueden convertir en candidatas a un puesto de elección popular y ya estarían tomando ventaja por esa clase de <elogios a la personalidad>.

Al respecto les compartimos un episodio sobre este tema. Fuimos testigos durante un acto inaugural del DIF Tamaulipas en tiempos de Egidio Torre Cantú, donde se pusieron en funcionamiento nuevas instalaciones de los centro dedicados  a la capacitación de la mujer, allá por el rumbo de las Villas Vida Plena, pues resulta que una de las tantas mujeres reunidas para la ocasión, pidió “espontáneamente” el uso de la palabra y propuso que a ese Centro (creo que se llaman de Mejores Familias) le impusieran el nombre de la señora María del Pilar González de Torre Cantú.

Hubo aplausos, se prosiguió con el programa donde figuraban en el presídium el entonces Director General del SAT, Aristóteles Núñez quien inauguraría la obra y desde luego el gobernador, el cual escuchó atónito y sin disimulado malestar, que el funcionario federal y representante del gobierno central para la ocasión, en su mensaje oficia, públicamente se opuso a que las instalaciones del DIF llevaran el nombre de Doña Pilar. Y Egidio no pudo hacer su voluntad.

De tal manera que se inauguró la obra sin que llevara el nombre de la distinguida dama, por lo menos en ese momento así fue. Lamentablemente la señora Pilar recibió la afrenta, que no fue otra cosa, que el signo de la mala relación de su esposo con el Presidente Enrique Peña Nieto.

Este episodio nos ilustra que el representante del Ejecutivo Federal se opuso a regresar con un parte informativo, donde se asentara que había testificado y de alguna manera aprobado, la imposición del nombre “Torre Cantú” en una inversión de la Federación.

La cuestión es que difícilmente se puede separar una figura de otra, así como las obras de asistencia que realizan las primeras damas a nivel municipal, estatal o nacional se relacionan con el nombre de quien es su pareja en la vida familiar.

De tal manera que si van a realizar una iniciativa para evitar que políticos se inmortalicen en nombres de calles, avenidas, colonias, ejidos, ciudades, instalaciones deportivas, etc, etc, debe ser algo bien estudiado, y no será tema fácil si se quiere dejar instituido algo bien hecho, porque no pueden dejar de regular los casos de figuras sindicales, artistas de la farándula, pero también poetas, literatos, académicos, otros que dan brillo nacional o internacional a Tamaulipas, incluyendo a deportistas, observando que nadie puede asegurar que un día fueran invitados por algún partido a competir electoralmente.

No es tema fácil y no puede tomarse a la ligera, ni verse desde la óptica electoral como al parecer se está viendo desde el momento que se examinan los colores partidistas.

2.- Todos dicen que el PRI no va lograr salir del barranco en que se encuentra, quienes así lo piensan revisan una y otra vez los números, entre ellos 15 gubernaturas gobernadas por el Tricolor de las 32 (contando el gobierno de la CdMx) o 16 en manos de priistas si incluyen la del Partido Verde en Chiapas, es el número más bajo en su historia, pero que representa el 50 %, pero el 55 % en población.

También es gobierno en 850 municipios, que son el 34 % de los 2,446 del país; en cambio tiene mayoría en 21 Congresos Locales (de 32); 207 diputados federales que son el 42 % y 55 senadores de la República que representan el 43 % de esa Cámara.

La verdad es que el dinosaurio permanece aún vivo y da fuertes coletazos para ponerse de pie. Está herido de muerte a manos de sus propios correligionarios que con historiales de corrupción lo han venido socavando en la última década.

Su bajo “punteo” no es por habilidades de la oposición, que no es capaz aun de ofrecer una propuesta de gobierno eficaz y realizable. Sino porque en el día a día le embarran en la cara los actos de rapiña desmedida cometidos por los gobiernos o funcionarios priistas.

No está en duda la capacidad para gobernar, los priistas siguen siendo aun los que tienen mejor formación. La cuestión es que no sabemos si la paciencia de los mexicanos llegó ya a su límite y si estará dispuesto a regresar a un gobierno azul que ya fue probado y reprobado en 2012, o se arriesgará a poner al país en las manos de la aventura, de un modelo de izquierda que luce fracasado en todos los escenarios donde ha sido puesto en vigor.

Las clases más necesitadas son mayoría y su desesperación puede conducirlos a decidir por la salida populista. Es cierto que López Obrador va en el top de las encuestas, luego de 12 años en campaña. Pero también es cierto que las encuestas de los últimos años y en diferentes países, sobre todo en Latinoamérica, no han tenido aciertos en las elecciones presidenciales, donde la última palabra se decide frente a las urnas.

La cuestión es que la verdadera campaña inicia hasta el próximo 30 de marzo y concluirán el 27 de junio, será hasta entonces que podamos hablar del crecimiento final de los tres únicos candidatos con sus respectivas coaliciones.

Por hoy es todo, nos leemos el próximo lunes.