Columnas

Del día de la mujer al día sin mujeres.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

Del día de la mujer al día sin mujeres.

Las expresiones de los hombres y de algunas mujeres que ataviadas de morado acudieron a negocios y escuelas, por necesidad, fueron diversas.

Destaca la desolación vivida en las calles, los centros laborales, el comercio y las escuelas, porque sucede que, en infinidad de actividades, la mayoría la hacen ellas, por ejemplo, en los grupos de las escuelas universitarias, la inasistencia de las mujeres por su protesta contra los factores que dieron pie al movimiento de este nueve de marzo, hizo ver la escasa cantidad de hombres que tienen como compañeros.

Que día tan aburrido, hacen falta las mujeres, todo se veía muy solo, comenzando con la intensidad de tránsito vehicular en las calles, que fue casi a más de la mitad, de manera que muchos se sorprendieron con la rapidez que llegaron de un lugar a otro, comparado con un día normal en el que, las mujeres llevan a cabo sus actividades de madres, profesionistas, trabajadoras y  estudiantes.

De que su colaboración es relevante, no quedó duda, de ahí la expresión de que hacen falta y, como dijera un estudiante universitario que llegó a su casa luego de un día anormal de clases, fue un día sin brillo y solo pueden percatarse de ello, en el momento que, quienes dan luz a las cosas no están allí para hacerlo.

Que vivan las mujeres, fue la conclusión de varias personas en su trabajo, tras señalar que, no solo tienen un lugar, sino un lugarzote en la sociedad y la humanidad.

Esa desolación que se sintió en todos los rumbos de la ciudad, solo pudo mitigarse, cuando algunas de ellas salieron por necesidad para asuntos de familia o bien hacer deporte, como pudo observarse a temprana hora por el norte de la calle ocho de esta capital, eso sí, vestidas de morado, en señal de que están a favor de la lucha contra la violencia de las mujeres y que coinciden con esta gran movimiento social que apunta a convertirse en mundial, porque muchas naciones, pretenden llevarlo a cabo con el mismo propósito.

El impacto del movimiento fue calculado como positivo en todos los sentidos, en especial porque el mensaje de ellas llegó de manera contundente al Gobierno de la República, mismo que, tendrá antes que nada acelerar las investigaciones, para que los asesinatos de mujeres no queden impunes y que, volteen a ver la sociedad, porque desde allí pueden colaborar con la justicia dado que, son demasiados los casos en que la población sabe quienes son los culpables y hasta dónde se encuentras, pero, de forma extraña las autoridades nunca los encuentran porque la justicia no va con la necesidad, sino con quienes pueden pagarla para tenerla de su lado.

Cerca de 45 mil millones de pesos, podrían ser las pérdidas y que, según estimaciones de investigadores representa poco más del 50 por ciento del valor agregado total a la economía de un día.

El porcentaje de mujeres que se ausentaron de sus actividades normales fueron el 30 por ciento de la fuerza laboral femenina, unos siete millones de ellas, por tanto, se adjudicaría a ellas una pérdida económica directa de más de ocho mil millones de pesos.

De acuerdo a datos demográficos, de los 65 millones de mujeres que viven en el país, unos 50 millones tienen de 15 años para arriba y de ellas 18 millones están en actividades remuneradas y desde luego en actividades que nada tienen que ver con el hogar

En la otra cara de la moneda, unos 24 millones de ellas trabajan en actividades del hogar y en otro tipo de empleo, sin remuneración, de ahí que, la medición de la actividad económica no da la importancia necesaria a la participación de la mujer en la economía, ya que no considera el impacto que tiene en el país las actividades por las cuales no se paga un salario, aunque a precios de mercado podría ser la quinta parte del Producto Interno Bruto, porcentaje que corresponde a un poco menos de todo el presupuesto que el Gobierno Federal destina a la salud delos mexicanos.

Desde el Gobierno de la República, se habló de respeto absoluto a las mujeres que salieron a la calle a manifestarse en contra de la violencia y los feminicidios.

De alguna manera el presidente de la República, Don Andrés López Obrador sonó convincente cuándo se refirió al tema de la gran manifestación del domingo por las calles de la capital del país, pero sus acciones a favor de la mujer hacen ver todo lo contrario, por ello, las mujeres demandan que la intervención del Estado sea efectiva y real.

En Ciudad Victoria como en el resto de las ciudades de la entidad, la comprensión desde la parte masculina hacia el movimiento de las mujeres que generó su ausencia en los centros laborales, las instituciones y en las calles, se respaldó en todos los sentidos, aunque, hay escepticismo, respecto a que ese impacto genere resultados inmediatos, sin embargo, están de acuerdo en que, por algo debió de comenzar y que, es un comienzo mucho más relevante de aquello que se esperaba.

Cierto es también que el movimiento de las mujeres mexicanas no debe de limitarse a lo hecho hasta ahora, sino que, debe continuar con la misma fuerza, para que sus demandas puedan atenderse y que los resultados lleguen, al fin y al cabo tienen el respaldo de los hombres, quienes, también podrían salir a las calles, sí es necesario.

Un Día Sin Mujeres, demostró a propios y extraños que se pueden organizar acciones para acelerar la solución de los problemas, pero, deberá de caerle el veinte a las autoridades para que actúan a favor de la sociedad, siempre y cuándo dejen de lado actitudes unilaterales que les ciegan porque los colectivos sociales aparecen desafiantes ante sus políticas sociales.

En repetidas ocasiones las mujeres del Gabinete Presidencial de López Obrado, trataron de justificarlo sobre su forma de actuar y de ver las cosas, dijeron que es feminista y que está de acuerdo con los movimientos, sin embargo, desde que comenzó la administración federal, solo se han topado con actividades que afectan a las mujeres, como la eliminación de los respaldos a las guarderías y estancias infantiles, so pretexto de que era puro corrupción aquello que había detrás de su funcionamiento, cuándo pudieron sanar el asunto y continuar con el respaldo a las madres trabajadoras de las zonas suburbanas y rurales de la entidad.

También no logró saber nada de los programas a favor de las mujeres que tenían recursos presupuestales y que, desaparecieron solo porque no eran creación de quienes despachan en el gobierno, entre ellos aquellos que tenía el Instituto de las Mujeres, cuyos recursos todos creen que fueron a dar a quienes no trabajan y ahora les pagan.

El Estado mexicano tiene que ser congruente con la población y más con las mujeres, porque si ya salieron una vez a las calles a protestar, lo harán siempre.