Es una “inmoralidad”
David Ed Castellanos Terán
@dect1608
Es una “inmoralidad”
El diputado federal Porfirio Muñoz Ledo denunció la dedocracia impartida por Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, para la asignación de candidatos a la cámara baja del Congreso de la Unión, esto en medio de una crisis moral que atraviesan los políticos morenistas en Tamaulipas, pues son señalados de solapar presuntos abusos sexuales infantiles.
Se trata de Juan Dionisio Cruz Guerrero, diputado federal suplente de Erasmo González Robledo, presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público en la Cámara de Diputados, el político que se encuentra interviniendo en la denuncia por presunto abuso sexual a una menor de edad en Tampico, pues la querella lleva 4 meses “congelada” en las Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas.
“El compadre”, Juan Dionisio, esposo de Úrsula Patricia Salazar Mujica, actual aspirante a la diputación local por la vía plurinominal y sobrina nieta del presidente Andrés Manuel López Obrador, mueve sus hilos políticos para frenar la investigación en contra de Raúl Ángel “N”, presunto abusador de menores y colaborador del Instituto Politécnico Nacional (IPN), dónde yace la amistad con su “compadre” Juan Dionisio.
Sujey “N”, madre de la pequeña niña de 6 años, asevera que jamás imaginó los alcances políticos de su ex pareja, la que supuestamente abusó de su hija en noviembre de 2020 y por la que interpuso una denuncia en su contra registrada bajo el folio 519/2020, investigación que irónicamente jamás ha tenido movimiento.
Sujey “N” también ha sido víctima de agresiones físicas en la vía pública provocadas por Raúl Ángel “N”, protegido por parentesco familiar de Karla Villarreal, directora del Instituto Político Nacional de la zona sur de Tamaulipas, denominado Centro de Vinculación y Desarrollo Regional o Centro de Educación Continua, Unidad Tampico.
“Es moralmente deleznable, políticamente inaceptable y jurídicamente impugnable. Quienes hayan sido agraviados deben defender por todos los medios legítimos a su alcance. La revolución de las conciencias”, escribiría Porfirio Muñoz Ledo, en su reclamo público contra Mario Delgado.
