Columnas

La población de lo social a lo político.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

La población de lo social a lo político.

Aunque en el mundo la cantidad de niños por mujer ha bajado gracias a los programas de planificación familiar exitosos como el de México, el crecimiento poblacional es vertiginoso.

En la actualidad somos siete mil 601 millones 320 mil personas y nacen casi el triple de los que fallecen, por eso, la proyección para el 2030, hace ver que en el mundo habrá ocho mil 500 millones de personas, para el dos mil 40, nueve mil 240 millones, en el 2050 seremos nueve mil 725 millones y será seis años después, en el 2056 cuándo se rebase la cifra de los 10 mil millones de habitantes.

En el Día Mundial de la Población, que se celebra desde hace 50 años, luego de la Conferencia Internacional Sobre Derechos Humanos en la que se analizó el progreso de la declaración de este tema en el orbe, se definió a planificación familiar como un derecho humano a partir del cual, los padres tienen la oportunidad de elegir en forma libre el número de hijos que pudieran tener y los intervalos de sus nacimientos.

Las naciones comenzaron a trabajar en la toma de conciencia sobre este precepto, por ello, en México se decretó la Ley General de Población en 1974 y con ella, la creación del Consejo Nacional de Población, pero, también en ese mismo año, se añadió al Artículo Cuarto Constitucional un párrafo que sentaría las bases de la planificación familiar, es decir, toda persona tiene derecho a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos.

Comenzó así el diseño de políticas públicas sobre planificación y anticoncepción, mismas que coincidieron con la época en que México alcanzó los niveles más altos de fecundidad y crecimiento de la población, por tanto, los primeros programas tuvieron como objetivo reducir las tasas de estos dos factores, situación que se logró, porque las familias pasaron de tener 4.92 hijos en 1968 a 2.1 en este 2018.

El logro al cien por ciento es atribuible al Programa Nacional de Planificación Familiar, que tiene vigentes acciones como incrementar el acceso efectivo a servicios y mejorar la calidad de la atención en planificación familiar y anticoncepción, atender las necesidades específicas de planificación familiar y anticoncepción de la población, particularmente en grupos en situación de desventaja social e incentivar la paternidad activa y elegida y la responsabilidad del hombre en la planificación familiar y la anticoncepción.

También es bueno saber, que, en el Día Mundial de la Población, otros elementos generan un panorama diferente al de hace 50 años cuándo comenzó a ponerse atención al fenómeno de la población en el orbe, porque, planificar la familia, llevó al control en el crecimiento de la población, pero, el desarrollo de la medicina, generó un incremento en la esperanza de vida de ahí que muera una tercera parte de la población que nace en el mundo.

En 1953 la gente vivía 45.33 años, para 1988 era ya de más de 61 años, para el 2008 casi 69 años y para este 2018 es de más de 74 años.

La población puede estudiarse desde muchas perspectivas, su comportamiento en el desarrollo de las comunidades, el cambio de patrones alimentarios, su papel en la transición epidemiológica y su condición económica, las oportunidades laborales frente a los mercados de consumo y la incursión en la política.

Es la población el eje dinámico de la sociedad, situación que obliga a pensar que el futuro de las naciones se basa en el desarrollo de su gente, en el entendido de que un crecimiento desproporcionado de personas, implica menor capacidad de respuesta de las naciones para atender las necesidades sociales.

Tenemos frente a nosotros fenómenos migratorios que activan divergencias entre las naciones y obliga a los países a endurecer sus políticas poblaciones sin importar el respeto a los derechos humanos, como sucede con el Gobierno de los Estados Unidos, empeñado en construir un muro para evitar que, a través de la frontera con México, miles de personas ingresen a su territorio.

Prioridades para la población, educación, salud, empleo, mejores condiciones de seguridad pública, alimentación y en el caso de nuestro país, la recomposición del tejido social, para que los mexicanos mejoren su calidad de vida en todos los aspectos.

Si vemos las coas desde lo político, la población de México, decidió diferente en las elecciones del pasado primero de julio, optó por Andrés López Obrador, quien propuso romper con los vicios que se crearon en el sistema político nacional y acabar con la corrupción, uno de los fenómenos que más calan a la población, según quedó plasmado en los resultados electorales.

Esta reacción poblacional en la política, es revisada ya por los partidos políticos que estuvieron en la administración federal y obliga a estudiar los resultados del comportamiento ciudadano en las entidades del país y los municipios, ya que, la existencia de voto cruzado y el hecho de que se rompiera con modelos que servían a grupos o familias para mantener el control político de las regiones, obliga a comprender la decisión de la población para dejar entrar otras opciones al ejercicio del poder.

Algo más que debemos de tomar en cuenta de la población es que, en los últimos siete años, con la apertura de nuevas formas de comunicación se llegó a una transición generacional, influenciada por subir al ciberespacio formas de entender y de actuar.

Ahora gran parte de la información está en la red y acceder a ella es cada vez más fácil, el asunto es que, se atiborró de datos y de cosas que no cumplen con lo elemental para una buena formación de las nuevas generaciones, por tanto, las tecnologías de la información tienen que manejarse a favor del desarrollo prudente y adecuado de las poblaciones.

Los ciudadanos ya no son ciudadanos de la tierra que los vio nacer, se convierten por las redes y la tecnología en ciudadanos del mundo, sin embargo, el reto está en la conducción adecuada de las nuevas generaciones para que aprovechen la tecnología y puedan transformar en positivo al mundo, incluida la política y las relaciones sociales.

Desde nuestra perspectiva creemos que la sociología tiene más campo de acción ahora que en otras épocas de la humanidad, el asunto es que, los sociólogos no se encuentran por ninguna parte.