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Primer Informe

 

Tribuna

Por Javier Terrazas

Primer Informe

El tiempo pasa rápido, se cumple ya, pasado mañana un año de la toma de protesta del reynosense Francisco García Cabeza de Vaca, como gobernador de Tamaulipas.

Y por tanto, obliga a que como titular del Poder Ejecutivo del Estado, rinda cuentas ante el Congreso del Estado, de la situación que guarda la administración a su cargo.

Hay expectación porque se trata del gobernador de la alternancia política en Tamaulipas,  un mandatario que proviene del Partido Acción Nacional y por tanto, diferente a los anteriores, emergidos del PRI.

Sin embargo, se presenta ante un Congreso Local, también de alternancia, por vez primera de mayoría panista y por tanto afín y en sintonía con el gobernante.

Recuerdo que en la toma de protesta estuvo en gobernador saliente, Egidio Torre Cantú, porque así lo establece el protocolo. Salió casi solo y escurridizo acompañado de su fiel escudero Guillermo Martínez.

Y le dejó toda la cancha a su relevo que llegó con gran fuerza por la gran votación obtenida, más de 200 mil votos de ventaja en las urnas sobre el priísta Baltazar Hinojosa Ochoa.

A la ceremonia de su entronización, acudieron aquella ocasión gran número de notables panistas: el ex presidente Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala;  Diego Fernández de Cevallos, Josefina Vázquez Mota, Ricardo Anaya, Gustavo Madero, gobernadores, senadores y Diputados Federales.

Además de la ceremonia oficial en el recinto del Congreso, se dio un acto político en el Polyforum, al que acudió además la clase política estatal albiazul y los representantes de los sectores productivos.

A un año de distancia, se vive una situación distinta, todavía de duelo por los sismos de los días 7 y 19 de septiembre, así como impactos de huracanes en varios estados del Pacífico y del Golfo de México.

Distinto además por  la cercanía de un proceso electoral federal que ha fracturado al PAN entre Ricardistas, Zavalistas y Rafaelistas.

En congruencia con el contexto nacional de consternación, solo se realiza el acto protocolario en el recinto parlamentario, donde caben pocos invitados y por tanto mucho más austero.

Pero no por ello deja de ser relevante, ya que se trata del primer informe de Gobierno de un mandatario de origen panista, ante un Congreso de mayoría panista, que abrió grandes expectativas con sus “Vientos de Cambio”.

Cierto que un año es poco para transformar a un estado que recibió en situación crítica. Pero también es tiempo prudente para empezar a  “enderezar al jorobado”.

Tamaulipas tiene prisa por más progreso.

Un progreso que debe impulsarse desde  una rectoría eficaz desde el Poder Ejecutivo, generando las condiciones de seguridad, justicia, armonía y orientación al desarrollo económico competitivo y sustentable.

Como estado somos la suma de regiones económicas de vocaciones e idiosincrasias diversas, pero en esa diversidad se finca nuestra riqueza y competitividad.

Un frontera con comercio internacional pujante, industria maquiladora, petróleo, energías limpias,  agricultura, ganadería;  un litoral con petróleo, pesca y turismo, puertos marítimos e industria petroquímica pujante.

Y una región central con riqueza ecoturística, citricultura, ganadería y el asiento de su capitalidad.

Tiempo de que afinada la maquinaria gubernamental en sus tres Poderes, se refleje el trabajo en equipo para transformar el presente y el futuro de Tamaulipas.

El pasado ya pasó, es otra historia. Hay que construir la propia.