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Regeneración en Tamaulipas, mito

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza

Regeneración en Tamaulipas, mito

En un partido político sin estructura en la entidad, es difícil pensar que la unidad de los grupos se convierta en la divisa para el trabajo político, de manera que la aspiración del Diputado Erasmo González Robledo para que esa condición campee de aquí a la selección del candidato para la sucesión gubernamental de Tamaulipas, es simple romanticismo.

Ni modo que los que quieren estar en la mente de los ciudadanos para el momento de la tan llevada y traída encuesta de selección que nadie percibe y que a nadie le toca intervenir decidan porque así les conviene unirse unos con otros, porque en realidad aquello buscado es la desaparición de prospectos para que solo haya uno, pero, sobre la base del que quede no invitará a ninguno de los que aparecieron como su competencia.

En Tamaulipas el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, es el único que no tiene estructura formal, allí todo es de pasada y con la apuesta de que la figura del presidente de la República, don Andrés López Obrador, les dará los votos necesarios para ganar en las urnas el día de la elección.

Romanticismo puro es la pensar en que todos quienes conforman el listado de aspirantes cederán espacios para que de la noche al a mañana aparezca alguien que ni siquiera recorrió la entidad y peor aún que no estaba a la hora de la talacha en las actividades del PMRN, es decir, unidad a favor de la alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez, ni para cuándo y aunque González Robledo haya dicho que también están en la jugada para la candidatura las Legisladoras Guadalupe Covarrubias y Adriana Lozano, la realidad es no tienen nada que hacer como precandidatas.

Además, la romántica unidad a la que llama el expriísta, no puede darse en un escenario en el que cada quien se mueve en función del capital político que hicieron con el paso de los años en los partidos con los que estuvieron, de ahí que no se advierta el trabajo en equipo, más bien cada uno lleva agua a su molino y al mismo tiempo desconfían de la dirigencia nacional del PMRN o de los emisarios con piel de oveja que aparezcan de aquí a diciembre, fecha para la cual debe clarificar por dónde irá la jugada.

Los nombres de regeneración que están en la escena actual forman un grupo heterogéneo que trata de aterrizar en un partido carente de estructura y metido en líos tan simples como fuertes adeudos de renta, servicios básicos y de pago a proveedores de insumos para el funcionamiento de las oficinas que se supone son la sede del Partido, sin que haya nadie que responsa como organización.

Para la elección del pasado mes de junio, responsabilizaron al Diputado Lucio Palacios Cordero, quien jamás tomó en cuenta a los regeneracionistas que trabajaron para organizar la participación del partido sin estructura en la elección federal del 2018 y quien además, jamás hizo partido en Tamaulipas, porque no se paró en la sede del comité directivo estatal a cuyo cargo todavía aparece el profesor Enrique Torres Mendoza, porque todavía no hay quien le diga que ya se vaya, entre ellos el propio Legislador González Robledo.

Varios de los aspirantes a la candidatura para la sucesión gubernamental del año que viene, saben que el partido en la entidad no funciona y que, es con el capital político personal que tienen, con el que pueden conseguir la postulación, por eso, en el terreno de las realidades hay que voltear a ver que traen en la bolsa los aspirantes y mencionar por mencionar a algunas damas para que se vea que hay equidad de género, es irresponsable, sobre todo si se toma en cuenta el capital político que tienen.

Es más, González Robledo sabe que los votos a su favor están en Madero, sin embargo, ese municipio no es Tamaulipas y aquellos que en realidad pueden hacerse de más adeptos, no son considerados como precandidatos fuertes, pero sí, quienes tienen estructura para que funcione en la entidad, estos son Héctor Garza González, quien ya fue candidato a gobernador y el doctor Felipe Garza Narváez, quien como priísta conoció toda la entidad y a sus grupos políticos.

Hablar de que la alcaldesa electa de Nuevo Laredo, Carmen Cantú Villarreal también puede ser candidata a la gubernatura de la entidad es risible, porque hace unos cuántos años eran parte del grupo panista dado que su hermano fue alcalde y en la entidad carece de seguidores y de estructura, por tanto, si el Partido Regeneracionista no la tiene, ella es mala candidata para el 2022.

Ni modo que la bancada de Diputados que tendrán en el Congreso del Estado a partir del mes de octubre y que los alcaldes respondan por la sucesión gubernamental, porque adolecen de conocimiento social y político en la entidad, la mayoría de ellos arribaron de otros partidos políticos y llegaron debido a los con familiares o funcionarios del Gobierno Federal.

Para la sucesión gubernamental del 2022, la coalición fuerte de los partidos que no son de izquierda dejará fuera de la jugada a los regeneracionistas, de ahí que, el momento es de pensar en posibilidades reales, no en personas de relleno, gente emblemática que pueda competir con la coalición de enfrente de tú a tú, que haya cultivado votos, no que le hayan caído del cielo por obra y gracia del tres veces candidato presidencial de la izquierda en el país, porque de esos ya no quedan muchos para plasmarlos en las boletas.

De ese lado, es decir, de la izquierda los tamaulipecos esperan la postulación para el 2022 del Senador Américo Villarreal Guerra y si no queda, será todavía más difícil que regeneración gane la gubernatura el año que viene.

Los otros.

El Consejo General del IETAM que preside el licenciado Juan José Ramos Charre, tuvo sesión para desahogar casi una docena de denuncias presentadas por actores del proceso electoral local mediante el cual eligieron diputados locales y alcaldes, además de analizar el proyecto de acuerdo por el que se aprobaría el Manuel General del Proceso de Programación y Presupuestación para la elección del año que viene y en la que se elegirá al nuevo gobernador de la entidad,

También en la agenda estuvo la asignación de regidurías plurinominales de los municipios de Altamira, Díaz Ordaz, Matamoros y Soto la Marina.

Por cierto, en este último municipio costero, infinidad de habitantes estaban pendientes de la salud del exalcalde Habiel Medina Flores, en virtud de que era atendido por médicos de un malestar que tenía al parecer con efectos de la pandemia de COVID-19 y es que, las buenas vibras de los marsoteños deben servir para que la familia del expanista pueda hacerse cargo de la administración del municipio luego de que ganaron las elecciones del pasado seis de junio e impidieron con ello que el médico Abel Gámez Cantú se quedara al frente del Ayuntamiento por tres años más.