Tamaulipas

Urgente atender desastre agropecuario de Tamaulipas, demandan líderes del sector

 

Por: Víctor Terrazas 

VICTORIA, TAMAULIPAS, 20 DE FEBRERO DE 2021.– Las heladas siguen causando serios estragos en el sector agropecuario de Tamaulipas, con severos impactos en la agricultura a unas 450 mil hectáreas de sorgo y maíz; a la citricultura con daños parciales en fruto, follaje o árboles en crecimiento en los siete municipios donde existen unas 50 mil hectáreas; así como en la ganadería de todo el estado por la pérdida de pastizales, praderas y agostaderos «quemados» por el hielo.

Dirigentes de estas ramas del sector primario de la producción como Agustín Hernández Cardona de la Unión Agrícola Regional del Norte de Tamaulipas;  Jorge Luis López Martínez, del Consejo Estatal Agropecuario; Raúl García Vallejo, de la Liga de Comunidades Agrarias;  Mario César Martínez Hernández de la Unión de Citricultores del Sector Social; y Homero García de la Llata, Secretario de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas, revelan que es la helada más fuerte en los últimos 30 años y por tanto la de daños más cuantiosos.

Hernández Cardona recordó que en la zona norte de Tamaulipas esta en marcha el ciclo agrícola otoño-invierno 2020-2021, en el que se sembrarían 750 mil hectáreas, donde por falta de humedad se tenía una avance de 450 mil hectáreas en los municipios de Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso, Matamoros, y  San Fernando, entre otros, donde el hielo del pasado lunes y martes fu muy nocivo y el de este jueves y viernes  dio otro golpe a los cultivos ya afectados.

Expuso que por los aspectos de las plantas de maíz el daño es total porque este cultivo es más sensible al hielo, en tanto que en el caso del sorgo, por la humedad dispareja hay plantas que apenas estaban naciendo hasta algunas de 30 centímetros, pero los largos periodos de exposición al frío por abajo de cero grados (hasta 5 bajo cero en algunos puntos)  será difícil que algunas zonas se salven.

La urgencia, añade, es que la SADER a través del INIFAP, autoricen ampliación de periodos de siembra para el maíz que vence esta semana, al día último de febrero; para que pueda hacerse la resiembra de las 60 mil hectáreas de maíz que se perdieron.

Igualmente, que en el caso del sorgo, donde habían sembrado unas 390 mil hectáreas y el periodo de siembra vence el 8 de marzo, también hubiera algún margen de maniobras.

Para ambos casos, resalta, es urgente un respaldo del gobierno federal y del gobierno estatal con recursos extraordinarios para la resiembra, con apoyos en las semillas, así como en el diesel subsidiado para la operación de los tractores en forma ininterrumpida, así como recursos para el pago de los trabajos.

Recordó que se tuvieron algunas reuniones con funcionarios estatales e incluso el Gobernador Francisco García; así como con el representante del gobierno federal José Ramón Gómez, quienes ofrecieron revisar fondos y hacer gestiones, pero hasta el momento no hay nada en concreto, a pesar de la contingencia y urgencia de los apoyos, que para 50 mil familias que dependen de este sector son » de vida o muerte».

Por su parte, Jorge Luis López Martínez,  dijo que los agricultores del norte Tamaulipas tenían ya serios problemas de liquidez porque el año pasado no les pagaron 800 millones de pesos por el precio de referencia de 1.3 millones de toneladas de sorgo; así como por «huachicoleo» de mil 398 millones de metros cúbicos de agua que no llegaron al Distrito de Riego Bajo Río Bravo de 202 mil hectáreas.

Precisó que con la tolerancia de la CONAGUA a la retención ilegal de agua en la cuenca Alta del Río Bravo (Chihuahua), el uso arbitrario de las raquíticas reservas de las presas Falcón-Amistad que correspondían a Tamaulipas, para el pago de agua a Texas, traían muy castigados a los agricultores de la entidad, pues ni el estímulo a la producción de sorgo ni la indemnización por la no entrega del agua se dieron.

Expuso que el agricultor no se vence, pues es su actividad, es lo que sabe hacer y lo seguirá haciendo, de ahí que para seguir trabajando, ante la falta de apoyos gubernamentales, recurre a los prestamistas, como ocurrió en el ciclo en curso. Sin embargo, ante las pérdidas por las heladas, es urgentísima la intervención de la Federación y el Estado, para ayudar en esta contingencia tan severa, a fin de evitar el desastre.

Particularizó en el caso específico del Distrito de Riego 025 Bajo Río Bravo, de poco más de 200 mil hectáreas, en donde dijo que ante la falta de humedad y apenas disponibilidad para un raquítico riego de asiento, solo se habían sembrado cien mil hectáreas, mismas que prácticamente se perdieron en forma total por la cruda helada.

Añade que ante la ausencia total de agua en las presas Falcón y Amistad;  así como el uso limitado que podría,  haber de la derivación de agua de la presa Marte R. Gómez, es necesario un plan emergente de salvación al Distrito 025, con la reposición de agua de las partes altas de la Cuenca del Río Bravo, a fin de que regrese a su operación normal dicha cuenca.

Existe agua de reserva más allá de la autorizada para este nuevo ciclo en las presas de Chihuahua y Coahuila; así como de las reservas para el uso doméstico; mismas que deben destinarse a afrontar la contingencia derivada de las heladas en  el noreste del país; a fin de que no se convierta este crisis climática en crisis alimentaria, ya que dejarían a producirse un millón de toneladas de maíz y casi dos millones de toneladas de sorgo, en un contexto de precios elevados por el desabasto de granos.

De ese tamaño es el impacto de la helada que nos pega en Tamaulipas, agravada por  la negligente y arbitraria operación de la Cuenca del Río Bravo por la CONAGUA, la restricción severa a los programas de estímulos a la producción agrícola por la SADER, que se traducen en la descapitalización gradual de los productores de esta región, que estamos ahora si al borde del precipicio si no hay una política emergente de salvamento, más de allá de colores partidistas y niveles de gobierno.

A su vez,  Mario César Martínez Hernández, señaló que en la región citrícola del centro de Tamaulipas que comprende Llera, Victoria, Güémez, Padilla, Hidalgo, Mainero y Villagrán, existen sembradas cerca de 50 mil hectáreas de cítricos principalmente naranja, limón (italiano) mandarina y toronja, que han registrado daños parciales en esta semana.

Recordó que ya en diciembre pasado les pegó una fuerte helada que afectó en diversos grados a unas 12 mil hectáreas con daños en fruto y en follaje en arboles en producción, así como a miles de árboles pequeños que estaban en etapa de crecimiento, esto último, especialmente en plantaciones de limón.

Citó que las heladas de esta semana derivadas del frente frío número 36 también ha golpeado de alguna forma a la citricultura, pero todavía no se evalúan los daños, » estamos en contacto con los compañeros de toda la región ejidal, que es la que pertenece a nuestra agrupación, para ver los reportes de daños, es prematura dar datos por ahora».

Dijo que en el caso de la citricultura es muy importante que las ayudas para la contingencia por parte de los gobiernos estatal o federal, se traduzcan en un programa emergente de fertilización y de reposición de árboles muertos. Ya lo hemos planteado ante el gobierno del Estado y estamos esperando respuesta.

Igual puede ser del gobierno federal que tiene programas especiales como entrega de fertilizantes y «Sembrando Vida», que ameritan ser aplicados en forma urgente en la entidad para salvar a la citricultura y que no tenga tanto impacto en la baja de producción.

Mientras que Raúl García Vallejo, de la Liga de Comunidades Agrarias de la entidad, dijo que si bien es cierto que el mayor impacto está en el norte de la entidad,  también hay daños en la citricultura de la región centro de la entidad, a la apicultura, a la horticultura y en las zonas ganaderas ejidales de las regiones norte, centro y sur de la entidad.

Este segmento vive al día, aquí las necesidades son por tanto de mayor apremio y de necesidades incluso de apoyo de despensas, para sortear la problemática.

Sobre el impacto de las severas heladas en la ganadería,  el Secretario de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas en el país, Homero García de la Llata, dijo que golpean en forma severa a todo el norte del país, desde California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

Sin embargo, señala que es más fuerte el daño en el noreste del país, principalmente en Nuevo León y Tamaulipas, donde los productores no están acostumbrados a inviernos crudos y a preparar alimentos y suplementos para hacerles frente.

En Tamaulipas, de acuerdo a los reportes, cita, desde Nuevo Laredo, la zona Ribereña hasta Matamoros; así como en la zona centro, el altiplano, e incluso en regiones ganaderas tropicales como Aldama, Soto la Marina, Altamira, González, los pastizales, praderas y agostaderos se «quemaron»  por el hielo, de tan forma que hay emergencia por falta de alimentos para el hato ganadero.

Y los precios de los graos se fueron muy arriba en los precios precisamente por la baja en los niveles de producción, de ahí que es necesario el respaldo para los productores a fin de que tengan acceso a alimentos y suplementos a precios accesibles, para mantener sus hatos y evitar que haya mortandad por falta de insumos o ventas de pánico de pies de cría en los ranchos.

Reconoció que el mayor impacto es en la agricultura, donde sí les destruyó todas las siembras unas 450 mil hectáreas que había establecido en la región norte de Tamaulipas, indicando que esto repercute en la ganadería, pues podría haber crisis de producción de granos sorgo y maíz, lo que elevaría el costo de los granos todavía más y ello se traduciría en alza en precios de carne de res, puerto, pollo e incluso de huevo.

Por ello, urgió a los gobiernos federal y estatal a sumar esfuerzos  y establecer programes de apoyo en esta contingencia del sector agropecuario en especial de Tamaulipas y del noreste del país. Es necesario y urgentísimo el respaldo al sufrido sector agropecuario del país, tan lastimado ya por los recortes presupuestales de los últimos dos años.