Columnas

UN ALCALDE QUE CARGA MÁS PENA QUE GLORIA

POSDATA

GASTÓN ESPINOSA GLZ.

UN ALCALDE QUE CARGA MÁS PENA QUE GLORIA

Ha sido una decepción.

Lo suyo es una charlotada.

Como candidato pintó para cosas buenas, pues en sus mensajes hablaba de unidad, progreso y trabajo.

Hoy, tiene sumido a su municipio fracturado, en retroceso y sumido en la medianía.

Es claro, que, Jesús Ávalos Puente, fue una mala decisión para los ocampenses. Nadie se explica en dónde quedó el maestro bonachón que hablaba de sumar esfuerzos para sacar a Ocampo del atraso y fustiga a los gobiernos priistas que poco hacían por su terruño.

Bajo las siglas del PAN, Chuy logró llegar a la presidencia municipal con el apoyo de los grupos políticos de la región, porque solito no la hubiera hecho ante el priista Pedro Javier Muñiz.

Y al llegar a la alcaldía, lo primero que hizo fue olvidar compromisos, haciendo a un lado a quienes le respaldaron financieramente para sacar adelante su campaña, dejó sin empleo a decenas de trabajadores del ayuntamiento para dar cabida a compadres, amigos y familiares. A los grupos políticos les hizo el “fuchi” negando que haya recibido cualquier apoyo, y que por tanto no había compromiso con nadie.

Ya después vinieron una serie de errores que debilitaron su credibilidad ante la sociedad, como lo fue el incumplimiento al problema del abasto de agua, la nulidad en servicios públicos, el apoyo en medicamentos, traslados y el deporte.

El golpe más fuerte que recibió el gobierno de Chuy Puente se dio cuando el alcalde se distanció de su cabildo, especialmente con su síndica municipal, Antonia Pardo Alonzo, quien se negó a firmarle las pólizas para los cortes de caja, razón por lo cual “alguien” en tesorería tomó la decisión de falsificar la firma de la edil, motivo por lo cual, la síndico presentó una denuncia contra el alcalde  y su tesorero municipal, Alfredo Budarth Guerrero, por falsificación y uso de documentos privados y públicos en perjuicios de la sociedad de Ocampo. El escándalo llegó a palacio de gobierno en donde el presidente municipal tuvo que doblar las manos y aceptar que se equivocó. La denuncia de manera “inexplicable” no avanza y es probable que haya sido guardada en el cajón de asuntos sin importancia.

Gastos extraordinarios para fiestas, despidos injustificados y obras inconclusas, son otros de los asuntos pendiente que carga la administración panista de Ocampo y que debilitan cualquier intención de Chuy Puente por ir a las boletas electorales en el 2021, por eso, desde ahora se habla de que el Partido Acción Nacional prepara ya a Melchor Budarth, como su carta fuerte para la presidencia municipal. Y el ex jefe de las becas educativas en Tamaulipas en el gobierno del priista Egidio Torre Cantú, dice que trae todo el respaldo de un alto funcionario de gobierno, por eso no tiene empacho en empezar con reuniones de “amigos” en colonias y ejidos de la ciudad.

El asunto trae vuelto de cabeza a don Chuy, que ya fue a quejarse por considerar que están violentando su terreno y le están faltando al respeto…(plop).

SE FUE A «TURISTEAR», PERO A OTRO PROYECTO

Lo suyo no es la humildad.

Hay quien dice que, tampoco la simpatía.

Y eso de la efectividad en su trabajo estaría por verse.

Lo cierto, es que el titular de Turismo tiene un imán para en política agarrar causas perdidas. Lo hizo con Clemente Gómez, a quien le juró lealtad a cambio de ser comisario en la Comapa Mante. Cuentan que el día en que iba a tomar protesta como tal, paseó con traje fino su figura por la ciudad, pero el nombramiento nunca llegó…y, por algo no llegó.

Tras su distanciamiento político -y comercial- con Clemente, el personaje encontró refugio en el proyecto de Mateo Vázquez, en donde lo recibieron muy bien, pese a que no traía las mejores cartas.

«Cero simpatías», «cero grupos políticos», «cero aportes» al proyecto, pero, aun así, lo aceptaron y su chamba más afectiva que efectiva, tuvo recompensa al otorgarle la titularidad de Turismo. Al paso de los meses su actuar ha ido de más a menos, hoy son más sus lamentos presupuestales que su creatividad ante la austeridad.

Al paso de los meses, Memo Hernández, titular de turismo en la ciudad, parece olvidar quién le abrió los brazos a su orfandad política, ya no se acuerda qué personajes le dieron la confianza para ponerse a trabajar; muy pronto se llenó de amnesia.

Memo es así. Parece que ya halló cobijo en otros brazos.

Trae ganas de jugar al adivino y esas corazonadas lo llevaron a acurrucarse en el nido de otro político.

Memo es así. No tiene memoria. Olvida muy pronto eso de la gratitud y la lealtad a un jefe.

Aún no aprueba su calificación como funcionario municipal y ya anda soñando con otros cargos, peo, ahora con nuevo promotor.

Memo se fue a «turistear» muy lejos de la esquina de Hidalgo…ojalá que allá se quede.